sábado, 30 de junio de 2007

DE "LA CASA ENCENDIDA"

Al día siguiente,
-hoy-
al llegar a mi casa -Altamirano, 34- era de noche,
y quién te cuida, ¿dime?; no llovía;
el cielo estaba limpio;
-«Buenas noches, don Luis» -dice el sereno,
y al mirar hacia arriba,
vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
-sí, todas las ventanas-;
Gracias, Señor, la casa está encendida.
LUÍS ROSALES.
Has llegado a tu casa/ y, al entrar,/ has sentido la extrañeza de tus pasos/ que estaban ya sonando en el pasillo antes de que llegaras,/ y encendiste la luz, para volver a comprobar/ que todas las cosas están exactamente colocadas como estarán dentro de un año.
La casa es donde se está, donde se vive. No hay más que una casa, como no hay más que un mundo, el de uno. Esto es lo que nos quiere decir Luís Rosales con este libro. Es un canto a lo cotidiano, a la amistad y al amor que va a influir en las generaciones posteriores de poetas. Vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,/ las ventanas,/ -sí, todas las ventanas-,/ Gracias, Señor, la casa está encendida.

3 comentarios:

  1. ... y llegas de la calle cansada, con un día duro de trabajo. La calle que puede ser el propio entonrno en el hogar: fregar, ordenar, limpiar, la cena, el almuerzo,los niños, la abuela...
    Llegas cansada al sofá y descongelas despacio los músculos de la cara y el cuello, para poder sonreir, si se tercía, sin que duela hasta el corazon... te descalzas y ves las ventanas encendidas: los ojos de Pibe o la llamada telefónica que te abre la puerta y te ofrece una copa...
    La casa vuelve a estar encendida, con todo impoluto y perfecto, pero con el fuego vivo y las ganas de seguir soñando...

    ResponderEliminar
  2. Bonita inauguración de blog, sí señor, (en este caso, señora). Yo también tuve -y tengo- la suerte de conocer a Luis Rosales, poeta; Luis Rosales, hijo, y Luis Rosales, nieto. Tres hombres estupendos. Y encantada de conocerte -virtualmente- a tí también. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Magnífico pórtico para tu blog ese poema. Un abrazo.

    ResponderEliminar