miércoles, 18 de julio de 2007

EL OBRADOR DE MARÍA




Con el transcurrir del tiempo, la importancia dada a aquel nombre, fue en aumento. Había sido el de su querida abuela y era también el suyo. “María”. Cuanto había significado, cuando fue niña. Su abuela le enseñó todo lo que sabía. Ella le contó todos aquellos cuentos de princesas, hadas, nomos, príncipes encantados y animalitos del bosque. Ella, la introdujo en aquel obrador, cuando apenas había cumplido los doce años y le enseñó a derretir, aquel sabroso chocolate, que cubría los jugosos y sabrosos bizcochos, secreto de familia, que en el pueblo de su niñez, se diputaban los habitantes y que después, le servirían para ganarse el sustento.
¿Porqué “baño maría”, abuela? La abuela, igual que si se tratara de otro cuento más, le relató el procedimiento del baño maría, y como se llegaba a la perfecta consistencia y porqué era aconsejable hacerlo así.
Que importante había sido para ella esa palabra, y que relevancia le pudo dar a partir de entonces, al chocolate fundido, que le dio la estabilidad económica y la sentimental.
Que orgullosa y satisfecha se sintió, aquel domingo que Alfonso le pidió, que preparara un recipiente lleno de chocolate. Ella le miró extrañada. Tenían mucho trabajo por entonces, en aquel obrador. Los bizcochos familiares, habían trascendido y hubo que trasladarse a la ciudad, para ampliar el negocio. Allí distribuían la especialidad a distintas provincias. Tuvieron que aumentar la plantilla de empleados y la producción se hizo tan extensa, que por entonces, se hizo agobiante el trabajo.
Es por eso, que le extrañó la petición de Alfonso. Tanto él como ella, anhelaban un domingo, para descansar.
De todas maneras, no supo negarse, se lo había pedido de aquella manera, que le resultaba imposible, darle una negativa. Se lo preguntaba infinidad de veces. ¿Qué tenía aquel hombre, que la derrotaba? La respuesta que se daba a si misma, siempre la achacaba a su mirada, pero la única y verdadera razón, es que estaban enamorados.
Cuando todo lo tuvo preparado, y sumida en todas esas preguntas sin respuesta, e intrigada por la petición de Alfonso, le anunció que el chocolate estaba en su punto. En el punto de cobertura, que hacían, un día tras otro.
Vete al jardín, -le dijo-. Espérame tomando el sol que voy enseguida. No me mires tan extrañada, voy a cubrirte hoy a ti. Desde que te conocí y te vi, por vez primera en el obrador, ha sido la fantasía de mi vida y hoy, la voy a llevar a cabo.
Ella, le miró con los ojos muy abiertos y una sonrisa muy dulce y cariñosa. Se encaminó a la ducha, dejó que el agua tibia le cayera y con una alegría inmensa, se dirigió al jardincito que había en la parte trasera de la casa.
Él la esperaba con el recipiente de chocolate tibio, sobre una mesita baja.
Se miraron con una sonrisa cómplice. Después, todo transcurrió de una forma tierna, dulce, calentita y muy complaciente.
Desde entonces, aquel trabajo que a veces se hacía agotador, disipaba el cansancio y la fatiga, al derramar el derretido chocolate, sobre los bizcochos. La sonrisa se dibujaba en sus rostros, y las miradas cruzadas, les relajaba y les invitaba a hacer de su trabajo, una vida más bonita.
Desde entonces, supieron hacer de ellos mismos, una golosina, dulce y amena. Su vida fue, un delicioso manjar.

Nani. Julio 2007.

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2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por la visita :) y muchísimas gracias más por ser la primera persona que pasa por mi blog sin conocerla. A veces es gratificante saber que no escribes para la nada :)

    Me ha encantado la historia, sobre todo ese punto de Alfonso que supo descubrir en algo que empezó por placer y acabó en rutina la forma de hacerlo llevadero y recuperar la ilusión (pena no existan muchos alfonsos de la vida jajaja)

    La abuela de María me ha recordado mucho a la mía, cuanto aprendí de ella y cuanto más me quedé sin aprender. Un día forzaré mi memoria para recordar aquel cuento que siempre me contaba y escribirlo.

    Me ha encantado :)

    Saludos y gracias de nuevo

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  2. Hazlo, "Vieja Morla", me refiero a escribir esas cosas bonitas que están dentro (y las menos también). Espero tenerte como lectora mía, yo también te visitaré porque me gustan las personas que hacen lo que tú.
    Besos.

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