jueves, 5 de julio de 2007

TARDE CALUROSA


AUTOBIOGRAFÍA
Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.

LUÍS ROSALES.

Pesa el calor de este jueves por la tarde del mes de julio, igual que pesan las equivocaciones que cometes a lo largo de tu vida, y que algunas son losas de mármol blanco, muy luminosas y bonitas en apariencia, pero que si se cogen al peso, son imposibles de soportar, por lo que pesan y el sudor que producen. Ya que cuando miras de frente esa equivocación, siempre ves el dolor del otro, de ese otro al que quieres y al que arrastras, porque está junto a ti.

2 comentarios:

  1. ayy las losas... cada cual tiene la suya...
    A mí no sé si me pesan, croeo que las losas me ayudan a aprender y me refrescan el seso cuando, a veces, me quedo ciega y ando a tientas...

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  2. claro mariapan, si las losas y las equivocaciones, no nos refrescaran o nos ayudaran a ver más claro, seríamos del todo más zoquetes que un "ARAO".

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