viernes, 1 de febrero de 2008

ZUMAQUE




Aquella tarde de nuevo había decidido acercarse al zumaque. ¡Le gustaba tanto aquel paisaje desde el tajo!
En otoño alcanzaba su madurez, el colorido era impresionante tan intenso y variado, empezando por las tonalidades verdes, pasando por los diferentes naranjas y acabando por los marrones más agradables y variados. Todos tan bien combinados, que solo la madre naturaleza es capaz de alcanzar dicha paleta de colores. Sólo ella podía conseguir un arco iris después de una tormenta, ese trino fascinante cuando se sentaba debajo de la noguera ahora cargada de nueces, el vientecillo ya algo fresco que acaricia la piel, el pelo y que le hace estremecer y sentirse viva.
Todos los años volvía a ocurrir lo mismo, era como un rito lo que en aquel tajo experimentaba. Se sentía plena. Daba gracias por la vida, por su familia, por las alegrías, las dificultades y las tristezas, ya que todas ellas juntas y así revueltas, formaban parte de su ser. Por su trabajo, que aunque no era el mejor del mundo era el suyo y sobretodo, podía ejecutarlo ya que tenía facultades físicas y síquicas. Sabía que cuando volviese a casa, podría volver a mezclar los colores y plasmarlos en el lienzo que en casa le esperaba y cuando en la cocina estuviera preparando la ensalada o el estofado, no podría dejar de evocar todas las emociones que en el tajo visualizaba como si de una película se tratara y que además…, ¡duraba tan poquito tiempo este paisaje que la naturaleza ofrecía!, que estos escasos días se convertían en una necesidad acudir todas las tardes y ver ocultarse el sol. Era inevitable como inevitable era recordar y dejar escapar alguna lágrima con cierta ternura y dulzura, al recordar los sueños logrados y los no logrados. Los amores de juventud y como no, aquel chico que fue a buscar su gran sueño y del que no volvió a saber nunca más, aunque deseaba que hubiera logrado ese “su sueño”, como ya anhelaba que volviese el nuevo otoño, con su gama de colores, marrones ocres, naranjas y verdes.



Nani. Febrero2008.

24 comentarios:

  1. Creo que es super acertado eso que cuentas sobre que solo la naturaleza es capaz de conseguir esa paleta de colores.

    Qué curioso, ¿verdad? Parece que no se tratara de azar, sino que la vegetación está puesta conscientemente por la mano de un artista ...

    ¡¡¡Un besoooooo!!! Pasad un buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  2. A veces pasamos tanto tiempo en un lugar, o un sitio nos significa tanto, que inevitablemente le pensamos una personalidad. Son otro protagonista en nuestra vida. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Otoño para vivir, otoño para emocionarse, otoño para sentir: leerte da ganas de vivir. Muchas, muchas gracias. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Es curioso. El otro día escuché un cuento con mi hija, en uno de esos juegos de ordenador didácticos para niños, y me ha recordado mucho a él.

    ResponderEliminar
  5. Qué riqueza de imágenes y sensaciones! Es como si me hubieras llevado de la mano por ese otoño.

    Gracias por este momento!

    ResponderEliminar
  6. Que hermosas las tonalidades de la foto !!!
    Besotes !!
    Digo que se mezclan las letras y el color y el resultado es perfecto.

    ResponderEliminar
  7. Una de las razones por las que me gusta tanto el otoño es justamente esa: los colores.

    ResponderEliminar
  8. Hay lugares magicos, verdad??? Que nos hacen recordar momentos, ser como somos...

    Un besazooo

    ResponderEliminar
  9. Has mezclado dos cosas que me gustan bastante, una es el otoño, que me parec que simplmente me gusta por ser de natural melancólico. La otra es sa necesidad que me parece que todos tenemos, de tener un lugar, y con lugar dejo abierta la amplitud del concepto, una cfetería, el bnco de una plaza, o una habitaiónde casa. La cuestión es tener un sitio dónde pensar, recordar y a veces recibirla visita de alguna musa.
    Un brazo para tí y otro para Maríaque me parece que anda por allí, si no e equivoco.

    ResponderEliminar
  10. Y bueno, temome que me toca llevar la contraria... Conforme leo no puedo evitar recordar aquella frase de Oscar WIlde; "Cada que miro un paisaje (de la naturaleza), no puedo menos que advertir todos sus defectos. Claro está que es una suerte para nosotros que la naturaleza sea tan imperfecta, pues de otro modo no habría arte alguno. El Arte es nuestra ardida protesta, nuestra valerosa tentativa de enseñarle a la naturaleza el puesto que le corresponde"... En "La Decadencia de la Mentira".

    ResponderEliminar
  11. Me ha encantado tu canción al otoño, mi época favorita. Realmente afortunada esta entrada de tu ya afortunado blog.

    ResponderEliminar
  12. Ya sabes que me encanta el otoño, esta estación que no descubrí plenamente hasta que me vine a vivir aquí. Es la más bella de todas las épocas del año.

    Besos

    ResponderEliminar
  13. Ese es el "truco"...disfrutar de las cosas sencillas y cotidianas.
    Me da la impresión, Nani, que hace tiempo que descubriste el truco y consigues disfrutar un poco más de la vida, de tu gente y de todo lo que te rodea....aunque me imagino,que también tendrás tus dias "raros", como todo el mundo...
    Ahora, te toca darle animos a Mari....la noto un poco de "bajón"...y eso no es bueno...
    Un besazo, con tu permiso, reina.

    ResponderEliminar
  14. Aunque la primavera suele llevarse la palma en cuestiones estéticas, el otoño está lleno de colores maravillosos. Por cierto, si tienes mi libro a mano, hay un microrelato sobre el otoño. Besos otoñales.

    ResponderEliminar
  15. Otra vez por aquí (los comentarios están muy buenos) Me encanta el de By Alex, realmente, descubriste el "truco".

    Un abrazote!

    ResponderEliminar
  16. Qué importante es valorar la magia en las pequeñas cosas...

    ¿Sabes cómo me he imaginado un poco la escena? Como Meryl Streep pensando en Clint Eastwood en la peli "Los puentes de Madison"

    :)


    ¡Besitos!

    ResponderEliminar
  17. Mmmmmmmmmm, de repente he sentido una diversidad de olores y colores que me han transportado en un segundo a mi infancia rodeada de naturaleza, excelente narración, un beso con nueces!!

    ResponderEliminar
  18. ayyy el zumaque,no veas los recuerdos que me trae. Me transporto directamente a los domingos cuando nos llevábais al campo y a mi me incomodaba más que me alegraba (cuando era más grandecita), ahora daría una mano por volver y disfrutarlos; supongo que eso es la nostalgia, que es cíclica y que, a veces se pasa...
    Muy bonito lindura, pero eso no es nuevo...jejeje
    tu niña

    ResponderEliminar
  19. Un post que hizo volar mi imaginación, sentir como otro y disfrutar de ese paisaje.

    ResponderEliminar
  20. Y parece que soy yo, la que evoca y disfruta de un tiempo hermoso otoñal.
    Cuánta ternura en tus letras.


    Abrazos.

    ResponderEliminar
  21. Es curioso: yo siempre he sido una urbanita recalcitrante, una verdadera hija del asfalto, y ahora echo en falta la naturaleza que nunca tuve.

    ResponderEliminar
  22. EL otoño es la epoca del año que mas te enciende el espíritu :-)

    un besote

    ResponderEliminar
  23. Vaya foto más chula. Y la descripción me ha parecido una mezcla de nostalgia y de creatividad colorista que me ha encantado.

    Un besote

    ResponderEliminar