sábado, 10 de julio de 2010

EL OBRADOR DE MARÍA


Para América de " Mi Espacio Flamenco" a la que le deseo felices días.

Con el transcurrir del tiempo, la importancia dada a aquel nombre fue en aumento. Había sido el de su querida abuela y era también el suyo.“María”. De que modo había significado cuando fue niña. Su abuela le enseñó todo lo que sabía. Ella le contó todos aquellos cuentos de princesas, hadas, nomos, príncipes encantados y animalitos del bosque. Ella, la introdujo en aquel obrador, cuando apenas había cumplido los doce años y le enseñó a derretir aquel sabroso chocolate que cubría los jugosos y deliciosos bizcochos, secreto de familia que en el pueblo de su niñez se diputaban los habitantes y que después, le servirían para ganarse el sustento.

¿Porqué “baño maría” abuela? -le preguntó un día-. La abuela, igual que si se tratara de otro cuento más, le relató el procedimiento del baño maría y como se llegaba a la perfecta consistencia y porqué era aconsejable hacerlo así. ¡Que importante había sido para ella esa palabra y que relevancia le pudo dar a partir de entonces al chocolate fundido, que le dio la estabilidad económica y la sentimental! ¡Que orgullosa y satisfecha se sintió aquel domingo que Alfonso le pidió que preparara un recipiente lleno de chocolate! Ella le miró extrañada. Tenían mucho trabajo por entonces en aquel obrador. Los bizcochos familiares habían trascendido y hubo que trasladarse a la ciudad para ampliar el negocio. Allí distribuían la especialidad a distintas provincias. Tuvieron que aumentar la plantilla de empleados y la producción se hizo tan extensa, que por entonces se llegó a ser en ocasiones agobiante el trabajo. Es por eso, que le extrañó la petición de Alfonso. Tanto él como ella, anhelaban un domingo para descansar. De todas maneras no supo negarse, se lo había pedido de aquella manera que le resultaba imposible darle una negativa. Se lo preguntaba infinidad de veces. ¿Qué tenía aquel hombre que la derrotaba? La respuesta que se daba a si misma siempre la achacaba a su mirada, pero la única y verdadera razón es que estaban enamorados. Cuando todo lo tuvo preparado y sumida en todas esas preguntas sin respuesta e intrigada por la petición de Alfonso, le anunció que el chocolate estaba en su punto. En el punto de cobertura que hacían un día tras otro. "Vete al jardín, -le dijo-. Espérame tomando el sol que voy enseguida. No me mires tan extrañada, voy a cubrirte hoy a ti. Desde que te conocí y te vi por vez primera en el obrador, ha sido la fantasía de mi vida y hoy la voy a llevar a cabo". Ella le miró con los ojos muy abiertos y una sonrisa dulce y cariñosa. Se encaminó a la ducha, dejó que el agua tibia le cayera y con una alegría inmensa, se dirigió al jardincito que había en la parte trasera de la casa. Él la esperaba con el recipiente de chocolate tibio sobre una mesita baja. Se miraron con una sonrisa cómplice. Después, todo transcurrió de una forma tierna, dulce, calentita y muy complaciente. Desde entonces, aquel trabajo que a veces se hacía agotador, disipaba el cansancio y la fatiga al derramar el derretido chocolate sobre los bizcochos. La sonrisa se dibujaba en sus rostros y las miradas cruzadas, les relajaba y les invitaba a hacer de su trabajo, una vida más bonita.
Desde entonces, supieron hacer de ellos mismos,una golosina dulce y amena. Su vida fue a partir de aquel domingo, un delicioso manjar.


POR UNOS DÍAS, "LA CASA ENCENDIDA" PERMANECERÁ CERRADA YA QUE ME MARCHO DE VACACIONES.
DESEO A TODOS LOS QUE POR AQUI PASAIS, UN VERANO LLENO DE DESCANSO Y DISFRUTE FAMILIAR, AL AIRE LIBRE O COMO MÁS OS GUSTE.
YO ME VOY A LLENARME DE NATURALEZA Y NOS VEMOS DE NUEVO, CUANDO SE PASEN ESTOS DÍAS DE CALOR.

BESICOS MUCHOS.

Nani. Julio 2010.

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