domingo, 10 de marzo de 2013

PINTANDO










“Este es un seis y este es un cuatro, cerramos los extremos  y obtenemos el retrato del tío Pajuato”.

Así entre risas, bromas y mucho cariño, el abuelo me enseñó a hacer mis primeros garabatos, allí tumbado en la estera de esparto,  delante de la chimenea alimentada con palos de olivo. Recuerdo cuando fue a la ciudad y me trajo el primer cuaderno de dibujo y unas láminas para que copiara, a las que acompañó con aquella goma de borrar que olía de forma deliciosa, lápices de dibujo, carboncillos y varios difuminos de distintos gruesos para que empezara a emborronar, sombrear y que manchaban al mismo tiempo, los puños de mis camisas, jerséis  y dorso de mi mano. Acababa todo pringado, pero feliz de ver como mis manos eran capaces de empezar a perfilar objetos, sombras, paisajes y hasta lo más cotidiano que me rodeaba. Ya de muy niño comencé con siluetas como la de ”tío Pajuato”, más tarde se convirtieron en felicitaciones de Navidad para los padres y profesores del colegio. Después en carteles por el instituto, retratos a mis compañeros y amigos, para culminar aquella afición que el abuelo me contagió, en mi auténtica profesión.

Hoy me encanta pintar las olas del mar, las puestas de sol o la luna acunarse en el horizonte y en época estival, sentarme en la plaza de cualquier pueblo costero y retratar a niños, padres, parejas  y abuelos y si encarta; a la golondrina del atardecer, la gaviota ladrona, la paloma buscona, la prostituta celosa o al chulo que en la esquina la acosa. Y al amanecer, al pescador alegre, frustrado, las redes, las barcas, la manos curtidas, las arrugas de la cara, los ojos sinceros, los labios ávidos de besos, los pies descalzos y huesudos, los niños que ajenos juegan, las mujeres sirenas y las sirenas mujeres, que con paciencia a su pescador esperan.

De esta manera y con trazos, surcos o pinceladas, doy color a la vida que me rodea, cambio el gris por el arco iris y chorreo alegría de brochazo en brochazo.




Nani. Marzo 2013

17 comentarios:

  1. Antes que nada, qué bella ilustración se amalgama con este relato!
    Esta tarde cuando mi hija vuelva de la escuela se lo voy a leer. Se va a sentir muy identificada. A ella también entre risas, bromas y mucho cariño el abuelo le enseñó a dibujar (si es que eso se puede enseñar). En realidad, creo que ella heredó ese don de él y con amor y paciencia lo despertó para transformar el gris en color. Bellísimo. Me ha tocado las fibras internas en especial.
    Beso grande, Nani.

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  2. Pues bonita pintura, un abrazo, llena de color y de emoción.

    Besos.

    Enhorabuena.

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  3. Querida Nani, vuelvo esta tarde para decirte, apropiadamente, todo lo que me ha gustado este trabajo! Besicos guapa mía!

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  4. El abuelo sembró bien.

    Besos.

    Yo conocía otra versión "Con un seis y un cuatro hago la cara de tu retrato".

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  5. Precioso el dibujo y preciosas las palabras que lo acompañan.
    Un beso

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  6. Qué recuerdos los viejos juegos de abuelos. Maravilloso como tu protagonista logra trasladarlos y hacer de ellos su vida.
    Delicatessen Nani.
    Un besazo.

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  7. Son recursos vitales
    que cada cual utiliza
    para encauzar sus ilusiones,
    me encantó tu relato,
    un a brazo

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  8. Pídeme que pose para ti, Nani. Lo haré encantada.
    Con esos retratos que le haces a la vida.

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  9. Se me ha llenado el corazón de ternura, de un calor especial al leerlo...

    María con sus dibujos...y este texto...¡ no tengo palabras para dejaros, sí quitarme el sombrero ante las dos:)

    Muchos besicos a repartir, mi querida Nani.

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  10. me gusta la ilustración. Cuánto bien han hecho los abuelos, ¿ver dad Nani?
    Un relato lleno de ternura.

    Besos

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  11. No sabes tu, nani, cuanto me ha gustado tu relato y la hermosa ilustración... para mi es como un cuento de ternura que me traen lindos recuerdos de aquellos cuando niña leia cuentos y descubria personajes en las nubes mirando embelesada el cielo azul.
    Mucha emoción que me regalas y que te agradezco mucho. Te dejo miles de besitos en forma de corazón de chuches

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  12. Nani me ha encantado tu relato, es precioso.Sabemos quien seria el"abuelo", como el de tu relato ¿verdad?

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  13. Que bello texto, lleno de color y recuerdos. saludos

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  14. Que bonito: recuerdos que son vida, y que son "toda una vida", y que seguro que lo serán mientras ésta dure.
    Un beso grande.

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  15. Dar color a la vida con los lápices. ¡Preciosa historia! Gran herencia la que el abuelo dejó :-)

    Un saludo.

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  16. Con todas esas vivencias rodeadas de tanto cariño ¿Cómo no va a salir la niña artista pintora ?.

    ¡Qu esos brochazos de color no la abandonen nunca, siempre podremos disfrutar del resplandor.

    Y sigo bajando

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  17. Así es el alma de la artista que retratas,pinta la vida,las cosas,va dejando su huella inconfundible en cada trazo,en cada cuadro que entrega.
    Los colores,sus dibujos y sus formas son de poeta.Poeta de trazos infinitos!
    Besos.

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