lunes, 30 de septiembre de 2013

LA ESCULTURA




… y decidió por fin quitarse el maquillaje para volver a ser la persona que había sido y que aquel que ya le parecía un extraño, había moldeado a su antojo sin apenas ella ser consciente de ello. Había confiado, había amado, había luchado y ofrecido todo. A cambió fue limada, esculpida, maquillada y cambiada por una escultura que para sobrevivir, tuvo que guardar su cálido corazón en el arcón congelador, para enfriarlo y conservarlo de todo aquello que la rodeaba y no entendía, para protegerse de esa envoltura que la hacía añicos. Pero ahora había decidido volver a calentarse bajo los rayos del sol, costase lo que costase. Volver significaba comenzar de nuevo y los comienzos, siempre le hicieron ilusión.

Nani. Septiembre 2013

viernes, 20 de septiembre de 2013

LUZ Y OROPEL


¿Te atreves a escribir una historia para esta foto de Murad Osmann? Sigue a esta chica y cuéntanos adónde te lleva. Sé imaginativo, no caigas en los clichés.





Deseo seguir adelante y ver la luz que al fondo se me ofrece, pero para ello deberé descifrar las enormes y coloridas vidrieras que a mi paso me reciben, ellas, serán las que me muestren el camino y la verdad, a pesar de esa fuerza que tira de mí. Si me quedo tendré seguridad, pero no alegría, tampoco libertad, ni el deseo cumplido de desarrollarme como siempre he soñado. De nada hubieran servido mis años de estudios e investigación, porque el oropel por mucho que brille, apagará toda la fuerza que necesito para vivir.

Nani. Septiembre 2013

lunes, 9 de septiembre de 2013

ANUNCIOS POR PALABRA (4)







Se ha perdido un corazón partido. Ha sido atravesado por un dardo. El dueño del disparo dijo que era un caramelo, se diría que envenenado. Fuentes fidedignas aseguran haberlo visto arrastrarse por las inmediaciones del lago del parque.  Otras fuentes, creen haberlo visto depositado en un contenedor de reciclado, puede que le albergue la esperanza de poder surgir de sus cenizas.

Se gratificará a quién pueda dar alguna pista. La última vez que se le vio, llevaba prendidas unas gotas rojas y una  pena que pesaba un quintal. Pueden ponerse en contacto conmigo misma, su dueña, que de seguir sin corazón, me iré apagando como una vela abatida por el viento o me volveré una ingrata e inhumana como muchos de los seres que me rodean.

Razón: En orilla del precipicio.



Nani. Septiembre 2013