lunes, 14 de marzo de 2016

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Imagen obtenida de la red

EL BOLSO

Se busca un bolso propiedad de una anciana de 82 años, perdido por la zona del parque de las palomas. Es de color marrón con cierre que en su día fue gris obscuro y ahora está deslucido y gastado de tanto uso. Dentro de dicho bolso se encuentran además de su documentación personal a nombre de Marta Guerra, un joyerito metálico (que ya apenas se sabe si el dorado o plateado) muy pequeñito y dentro de dicho joyero, una piedra de color azul con forma de lágrima muy pequeña. Fue un regalo que le hizo el que fue su marido, para pedirle disculpas por todas las lágrimas que le hizo derramar cuando cometió aquella equivocación, que estuvo a punto de romper su relación. Le pidió que la dejara sobre el aparador del comedor, siempre a la vista para que la viera cuando llegaba del trabajo y así redimir su pecado, pero ella que le quería de verdad, cerró el joyero y lo guardó en su bolso, ese que dejaba colgado en la percha del dormitorio y que aguardó meses enteros de ser digno de pasear de su brazo. También debe haber un abanico negro de encaje y que fue de su abuela paterna. Un pañuelo bordado a punto de sombra por ella misma, cuando tenía doce años. Una carta que le escribió su hija desde Estados Unidos, cuando fue a estudiar con una beca a la universidad de investigaciones óseas en el estado de Oklahoma y que recibió dos días después de saber que había fallecido bajo los escombros, de un lugar público al que un terrorista había dejado una mochila con dos cargas explosivas. También hay muchos recuerdos entre todos los objetos nombrados, dos estampas de la patrona del pueblo donde nació y sobre todo, mucho aroma de la vida vivida.
Se ruega a la persona que lo encuentre, lo haga saber en la comisaría del barrio de Dromedales o bien, llame al teléfono 65296327833 y pregunte por Ana. La dueña es mi abuela y desde que perdió toda esa vida que llevaba prendida en el bolso, se va apagando y no lo soporto. Se recompensará con mi humilde agradecimiento y otra cajita-joyero que me regaló cuando tenía 16 años. No me importaría desprenderme de ella, si recupero la alegría de la abuela.
Les agradeceré den alguna señal, la abuela lleva su vida dentro de ese bolso.


Nani. Marzo 2016

2 comentarios:

  1. Jo.... que pena.... uffffffffffffffffffffff

    El relato es una maravilla.
    Entrañable, emotivo y hermoso.

    Directo al corazón.

    Besos.

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  2. Es cierto, Nani. Llevamos la vida en el bolso y no podemos deshacernos de ella.
    El bolso de una mujer es un joyero lleno de misterios.
    Un abrazo, amiga.

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