jueves, 27 de octubre de 2016

REGOVERA LA LLAMAN (ENTC)




Empieza a amanecer y se despereza. Pronto comenzará las tareas en el campo aunque antes deberá dejar hecho el almuerzo y la casa recogida. Le parece escuchar como golpean las canales al estrellarse en el suelo y poniendo atención, confirma que llueve con intensidad, por lo tanto hoy al campo no se podrá salir. Se alegra porque viene bien un día distinto, aunque aprovechará para proveer la despensa y ver si consigue las mantas para las camas de los pequeños y los ovillos de lana, para por la noche mientras entra en calor a la vera de la chimenea, tejer los jerséis que llevarán para ir a la escuela.
Remoja en leche caliente el pan que sobró en la cena, se calza las botas de agua y prepara la mula. Acopla en el serón los pollos que le encargó el alcalde, los huevos que llevará al médico, los tarros de mermelada que cambiará por la lana, los melones de invierno que llevará a cambio de la primera manta, junto con la miel, los pimientos y las calabazas que recogió ayer, así como las conservas de hortalizas.
Coge el paraguas que fue del abuelo y emprende el camino hacia el pueblo.

Nani. Octubre 2016

lunes, 17 de octubre de 2016

CARA OCULTA




Cuando se prendieron las cortinas de la cocina fue el momento culmen. No supimos hacernos cargo de la situación. No estuvimos preparados para ver la cara oculta. Empezaron los avisos con un olvido simple, más tarde la tarjeta, luego las llaves y ahora, no solo se ha destrozado el hogar, sino que con la quemaduras ha olvidado lo más importante. La vida se nos ha hecho añicos cuando ha preguntado quienes somos.


Nani. Octubre 2016

martes, 11 de octubre de 2016

INOCENCIA TORCIDA


Imagen cogida de la red

Poco antes de que los domingos fueran amargos teníamos una infancia feliz. Fuimos al colegio como los primos y los chicos del barrio, pero todo se torció cuando empezaron a salir los fines de semana. Volvían raros, dormían mucho y a veces se ponían muy malitos. A partir de ahí, los festivos empezaron a ser tristes, después se fue incrementando durante la semana y había días que no teníamos comida, ni desayuno antes de ir al colegio. Nadie nos ayudaba a hacer los deberes y un día se presentaron unos señores a lo que tuvimos que acompañar.

ESE AQUEL DE LOS FINES DE SEMANA

Poco antes de que los domingos fueran amargos, salían a pasear por el laberinto del jardín. Se cogían de la mano y recorrían los túneles desconocidos, realizaban sueños y cumplían deseos. Después se juraban días felices y periodos eternos. Nunca pensaron que dentro de la convivencia, se incluían los fines de semana.

Nani. Octubre 2016