Imagen recogida de la red
El otro, hombre o mujer,
siempre muerto en esas
salas de personajes inertes, miradas tristes y sin expresión. Nunca entendí esa
afición por inmortalizar celebridades de
cuerpo frío y marchito. Prefiero imaginar al personaje a través de una biografía o
simplemente, con el relato de algún familiar o persona cercana, la historia es más
cálida y amena. La cera me gusta en velones encendidos para celebrar o para recrear
un lugar siniestro.
Nani.
Diciembre de 2016