Imagen que propone "Valencia Escribe"
Nos
decían cotillas por asomarnos a verlos pasar. Por entonces era lo único que
podíamos hacer. Una tarde de verano fuimos al río. Eran escapadas furtivas. Hubo
algunas más que terminaron por ser prohibidas a pesar de que a los veinte, yo
era madre y mi hermana tía. Cuando terminó el bachiller, estuvo entre el público
pero no hablamos. Ahora ya no sé si merece la pena.
Nani.
19 julio 2018
siempre todo merece la pena vivir con ganas de amar
ResponderEliminarClaro que sí, Recomenzar, siempre lo merece.
EliminarBesicos muchos.
Un relato formidable. Un placer conocer tu sitio. Me tendrás aquí de visita a menudo. Un abrazo.
ResponderEliminarSechat ya sabes que esta es tu casa.
EliminarBesicos muchos.