Los
“entendidos” dicen que es todo un misterio
como se prodiga el salvaje ultraje a
los más débiles. Extremo aquí y extremo
allí. Nos pasamos con unas cosas y con otras realmente necesarias, no llegamos.
Todo está masacrado, no existe la sensatez o la coherencia de nuestros
políticos o de nosotros mismos. Todo muy templado
para no ofender a la hora de hablar (políticamente correcto le llaman al
término), pero sigue la inmigración
con las pateras o en las fronteras, los refugiados en los portales de los
bloques de pisos o en los soportales y mientras tanto, ya estamos encendiendo nuestras
ciudades, compitiendo para ver cuál es la más original, luminosa y como no,
costosa (la excusa, recaudar con el turismo que acude a las ciudades a ver el
alumbrado), gastando cantidades impensables para un ciudadano de a pie y para
colmo (otro extremo), con todo esto contribuimos al cambio climático.
Nani.
Diciembre 2019