─
¿Puedo pedir otro deseo?,
─dijo con voz tenue.
─Tú
dirás, pero sabes que no hay mucho tiempo y tampoco puedo asegurarte que se te
conceda.
─Ya
sé que no tengo tiempo, pero si consigo que se cumpla mi petición, la sociedad
ganará.
─Pues
dime…
─Entregue
esta carta a la Corte Suprema. Espero que, aunque yo ya no esté se haga
justicia. He pagado por otra persona que fue la que cometió el delito. Me he
despedido de todos, me han traído el último almuerzo y también me ha visitado
el pastor de la prisión. Solo pido que los míos sepan de la injusticia
cometida.
PAREJA
BIEN AVENIDA
─
¿Puedo pedir otro deseo?
─
¿Será por deseos entre tú y yo?
─
¡Mira que te conozco, y no quiero que discutamos!
─
¡Tú pide que tus deseos son órdenes!
─
¡Quítate la ropa y métete en la piscina, que se me ha caído la cartera y en ella
he guardado los pasajes del viaje de aniversario!
─
¡Pero si tenemos menos de tres grados!
─
¡Claro, por eso te pido que te metas tú que eres menos friolero que yo!
─
¡No creo que deba, te puedes quedar sin acompañante!
─
¡No te preocupes, siempre quedará Luis!
Nani,
enero 2025