Esa
noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares, y después volverían a su lado llevándole
otro calentito.
Los
médicos les dieron permiso para que esa noche no cenara la dieta que todos los
días le suelen servir.
Sería
unos de los últimos caprichos que se permitiera antes de su partida. Ya daba lo
mismo si era ese día o al siguiente y al menos, lo haría con buen sabor de boca
y una sonrisa.
HOY
SALIMOS
Esa
noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares. Con el tiempo las cosas habían cambiado
y se preguntaban cuánto tiempo hacía que esa bonita costumbre la perdieron.
¿Fue el alquiler, los bajos sueldos o el tiempo que tampoco estiraba y las
noches se dedicaban a acallar los llantos y cantar canciones infantiles?
Muchos
hábitos cambiaron, pero la ilusión era la misma y ahora mientras se colocaban
sus ropas de fiesta algo anticuadas, un brillo nuevo brotaba en sus miradas.
Nani,
mayo 2025
Ese bocadillo de calamares es una institución y por nada hay que pedérselo. Dos micros, cada uno con su emoción y sentimiento.
ResponderEliminarUn besote, buenas noches, Nani.
Brillantes ambos, más emotivo y crudo el primero, más tierno el segundo.
ResponderEliminarBesos.
Vamos renunciando a muchas cosas por diferentes motivos... quizá deberíamos ser menos reflexivos.
ResponderEliminarBesos.
Dos relatos distintos y no sabría por cual decidirme si tuviera que elegir uno. Un abrazo
ResponderEliminar...Y es que el "bocadillo de calamares" es símbolo de libertad, de excursión, de disfrute, de sociabilidad y de regalarnos unos instantes placenteros...!
ResponderEliminarMuy buenos los dos, Nani...Hay que seguir manteniendo el bocadillo de calamares de vez en cuando.
Mi abrazo entrañable, amiga.
Ayer quedé con unas amigas y fuimos a un restaurante griego, Nostos, tenían calamares fritos!!, así que les pedí que me lo pusieran en bocadillo, nos reímos mucho. Evidentemente eso aquí no es habitual.
ResponderEliminarMuy buenos los dos relatos, Nani. Besos, que tengas un buen fin de semana.
Te estaba contando que ayer fui con unas amigas a un restaurante griego, Nostos, y me pedí unos calamares, etc, etc, pero se me ha perdido el comentario creo.
ResponderEliminarAquí no es habitual nuestro bocadillo de calamares.
Muy buenos los dos relatos, Nani, y buen fin de semana. Besos
Impecables ambos, talentos generosa amiga Nani...
ResponderEliminarNo dejemos las buenas costumbres para "luego".
ResponderEliminarMuy buenos los dos.
👏👏