Basado en la propuesta de Fernando Vicente, inspirado en el dibujo a bolígrafo de
Plasmaste
tu ciudad, pero te faltaba lo que siempre decías era el culmen. Por eso y sin
perder un segundo de inspiración, cogiste el rotulador de los prodigios (siempre
lo llamaste así) y la grandeza la fuiste creando, quedando esas piernas soñadas
entre tu pequeñez. Lo que nunca imaginaste a pesar de tu enorme inventiva, es
que resaltas.
Nani. Agosto 2013