miércoles, 26 de junio de 2019

LA GUINDA DEL PASTEL



Me regalaría un diamante como un garbanzo en prueba de su amor. Le contesté que no quiero joyas, sino sinceridad. Resultó ser un papanatas, se ofendió y me montó una escena tan cómica que daba risa. Para suavizar la situación, le dio la ventolera y me llevó un ramo de rosas azules que pagó con mi sueldo, porque por incompetente lo mandaron a casa. Yo también lo envié a la de su madre para que lo terminara de madurar. Hoy recibo un buzón de voz melosa, que ha servido para poner la guinda al pastel.

Nani. Junio 2019


Colaboración con la página solidaria cincopalabras.com


lunes, 24 de junio de 2019

AURORA Y SU LUZ


Nos apenó que no le quedara ni un recuerdo para rellenarlas. Año tras año guardaba las fotos de los niños y las que se hacía con su Juan, pero estas estaban vacías. Siempre dijo que eran las mejores cajas de latón decorado, en las que depositó parte del ajuar y de su vida. Más tarde evocaron las bodas y los nietos. Cuando se terminaba el dulce de membrillo que mandaban del pueblo, las lavaba con esmero y todos esos recuerdos quedaban prendidos en lo que dio en llamar sus cofres. Tan solo estas dos estaban tan huecas y apagadas como su triste memoria.

Nani. Junio 2019

viernes, 21 de junio de 2019

NATURAL DE VILLA REINA DE ARRIBA



Viernes Creativo: Escribe una historia...

Soy Matilde Reinona natural de Villa Reina de Arriba y hoy es mi 20 cumpleaños. Mis padres dicen que soy muy engreída y que necesitaba una cura de humildad. Me estuvieron avisando desde que cumplí los 15 y me amenazaron que si a los 18 y 19 con mi mayoría de edad no tomaba una medida justa y coherente, tendría la medicina que necesitaba para celebrar mi 20 aniversario. Siempre he estado rodeada de espejos ya que me encanta pavonear mi belleza innata, mi esbelta anatomía y posar con todos mis enormes y suntuosos vestidos llenos de adornos, buscando ser la mejor de entre todas las chicas de Vila Reina de Arriba, de Abajo y del Centro. Así que como todo me entraba por un oído y me salía por el otro, aquí me tenéis. Mi querido padre y mis hermanos han tenido que traerme a la fuerza y empujarme en esta habitación acorchada, sin espejos y con una simple silla para que cuando me canse y desahogue mi mal carácter y la rabieta que cogería, me siente y piense. Pero primero esa silla la he pateado hasta que en una de esas patadas, como si se tratara de un bumerán se ha revuelto y me ha atacado en todo el tobillo. Ahora lo tengo inflado como un globo, debe ser cosa de magia (en el fondo siempre he sabido que las palabras de mis padres han sido mágicas y verdaderas). Con la silla me han dejado una diana donde puedo ir disparando a modo de flechas, los corazones que he destrozado para ver si alguno llega a hacer diana y recojo algún amor del que me han concedido y yo no he sabido apreciar. Hasta ahora no he conseguido ni una milésima de amor ya que no he logrado ni una diana y por lo que escuché una vez decir a la abuela sabelotodo: “De lo que se siembra se recoge”. Y por mucho que ahora me escueza sé que ni una pipa de calabaza sembré en alguna ocasión, así que cuando salga de aquí, no me quedará otra que empezar mi vida como si fuera una niña de cinco añitos en cuanto a valores, educación y amor hacía los demás. Sé multiplicar, hacer ecuaciones y hasta calcular todas las operaciones matemáticas, pero de amor, empatía y saber estar, no tengo ni idea. Creí que era la única y que tenía todos los derechos, nunca pensé que además tenía deberes con mi familia y con el resto de seres humanos y naturaleza. Ningún corazón he conseguido que se clave en la diana, pero el mío lo estoy viendo desangrado y abierto, supongo que dispuesto a que entre en él todo lo bueno de lo que mis allegados me hablaron y yo no quise tener en cuenta. He sido una mal educada, caprichosa y malvada. Me queda mucho trabajo por delante para llegar a ser Matilde o Matí como me gustaría que me llamaran. Una chica normal de cualquier villa del globo terráqueo.

Nani. Junio 2019

miércoles, 19 de junio de 2019

ESPERANZA PARA LOS PECES


Los jóvenes que han llegado en patera en el día de hoy a las costas andaluzas, carecen la mayoría de salud. La mitad están desaparecidos. La Macarena interceda por ellos para que al menos alcancen la gloria que se merecen, después de haber atravesado kilómetros derramado lágrimas, surcado río tras río y el traicionero mar. Los soles que le prometieron no los han encontrado y tampoco ese paraíso del que les hablaron.






Nani. Junio 2019

viernes, 14 de junio de 2019

ANUNCIOS POR PALABRAS (16)



Soy Petra la dueña y regente del puesto nº 13 del mercado de abastos de la ciudad. Vendo de todo. En un tiempo a las personas que tenían este trabajo, las llamaban quinquilleros y así fueron nombrados mis padres mientras estuvieron llamando de casa en casa y por los pueblos y alrededores, ofreciendo todo tipo de productos metidos en el serón de la mula juanita. Después consiguieron unos ahorrillos y se asentaron en este puesto que yo he heredado.
Nunca pude tener muñecas y si alguna pasó por mis manos, fue de aquellas de cartón que se vendían cuando era pequeña y ellos también ofrecían. Si alguna les llegaba con defecto, era la que yo disfrutaba, pero me duraba nada y menos, ya que mis hermanos y sus amigos que eran unos gamberros, me la cogían y la metían en un cubo con agua o en la fuente de la plaza, y aclaro, al ser de cartón se inflaba y luego se desintegraba. Para ellos era un juego de lo más divertido, pero para mí, la desgracia más grande que me podía ocurrir. Luego me decían que había tenido sed o que se había ensuciado de chocolate cuando le quisieron dar de merendar. La verdad es que tanto una cosa como otra era increíble, porque el chocolate no lo veíamos ni por un casual a no ser que padre tuviera una tableta rota y no apta para la venta (y ya procuraba que no se diera el caso) y al ser una muñeca de cartón, por muy infantil que yo fuera por aquellos entonces, de un guindo no me había caído para creerme aquellos argumentos.
Un día vino doña Maquiquita la del farmacéutico a comprar cinco metros de puntilla de bolillos y me comentó que las muñecas de sus hijas ya mayorcitas, estaban feas y estropeadas y que las iba a tirar, pero que si yo las quería, me las regalaba. Por aquellos días ya tenía yo unos cuantos años y me hacía cargo del puesto, entonces se me ocurrió que sería una manera de quitarme aquella espina que tenía clavada. La verdad es que cuando doña Mariquita me las trajo estaban hechas un desastre, pero las lavé, las peiné de nuevo y las que no tenían remedio, les hice vestiditos con retales que me quedaban de la venta de telas y a juego con los vestiditos les confeccioné gorritos y aquí me veis con esta enorme colección. Me gustó tanto la idea de rescatarlas, que puse un cartel en el que rezaba: “No tires tu muñeca deteriorada, te la arreglo o si me la regalas, la dejo aquí para que cuando vengas a comprar, la veas, te sonría y te recuerde los juegos que tanto disfrutaste de niña”. Casi todos me las regalaban porque decían que en casa debían hacer hueco para las cosas que se iban necesitando con el transcurso del tiempo y para mí fue un disfrute sin igual. A veces hay muchos ratos muertos en el puesto y esos los aprovecho para cambiarles las ropitas y asearlas. Como veis, ya casi ocupan más espacio que los objetos de venta, pero disfruto mucho con esta ocupación. He encargado a mi amigo el  chatarrero, una vitrina si le llega o bien le diré a Manuel el carpintero, que me haga una y la colocaré en la pared para que sirvan de exposición, como veis son ya muchas y tengo que colocarlas de otra forma para que ellas estén cómodas y yo también, no debo olvidar que mi puesto es de venta principalmente. Ellas no están a la venta a no ser que me traigan alguna de esas con cara de porcelana y puntillitas en los vestidos. Esas no me gustan nada (podría contaros cual es el motivo, pero hoy no viene al caso), y estas sí que las vendo. Hay personas que  también las coleccionan y me agradecen que se las pase. A mí me gustan las Nancy, barriguitas, nenucos, pepones y todos los muñecos que tienen caritas bonitas y tiernas, con ellos disfruto como si me convirtiera en un abrir y cerrar de ojos, en una niña de ocho años de las de mi época, hoy es bastante distinto. Y bueno, aquí me tenéis para lo que necesitéis, Petra la quinquillera (no hago honor al apodo), honrada y ganando el pan de cada día como mis padres me enseñaron. Si tienes una muñeca, una sombrilla, paraguas o lo que se tercie, lo dejo como nuevo. Saludos.

Nani. Junio 2019

miércoles, 12 de junio de 2019

MUÑECA DE CHINA





De niña me gustaba mucho la muñeca de china que tenía mi tía guardada en el cajón de la cómoda. Nunca me la dejaba porque temía que la rompiera y me contaba que era el único recuerdo que tenía de su hija. Ella había enfermado y la muñeca se había quedado sola sobre su cama. Siempre estaba guardada entre las sábanas y yo me empeñaba en tenerla. Un día me dijo que me había hecho un vestido como el de la muñeca y cuando me lo pusiera yo sería una verdadera muñeca. Al principio me hizo ilusión, pero cuando me vieron los chicos en la fiesta aquel día, me subieron a la mesa y quisieron jugar conmigo. Decían que era una verdadera muñeca. No me gustó nada ser muñeca, ni tener aquel vestido, ni lo que decían ni como terminó la fiesta. Quería bajar de allí, pero todos quedaron dormidos y yo me sentí atrapada, por eso no soporto las muñecas de china y así vestidas. Todas me recuerdan a la prima muerta, a los chicos de ojos vidriosos y aquellos juegos que eran muy distintos a los que siempre jugué con mis amigas en el portal de casa.

Nani. Junio 2019

martes, 11 de junio de 2019

TODO SE QUEDA EN FAMILIA


Me llamarán para que baje a cenar en familia y sumisa acudiré. No puedo luchar más. Padre dice que una familia se distingue por sus buenas costumbres. Comienza el ritual bendiciendo la mesa. Mamá sirve a él primero, después a mis hermanos, a mí y el último cazo para ella. Comemos en silencio y con temor a decir algo que le pueda alterar, porque siempre acaba culpando de nuestra educación a madre y si algo se tuerce, con una mirada la hace ir a la cocina delante de él. Regresa con cinco dedos en la cara y la coz que solo percibimos, en el hígado.

RUIDOS EN LA PARED

Me llamarán para que baje a cenar en familia. En la mesa cuatro sillas ocupadas por el abuelo, mama y yo. La de papá sigue vacía desde el día que fue a por el pan, aunque madre diga que vendrá como cuando salía del trabajo. Ya no me da tanto miedo el ruido que se escucha a veces tras el tabique de la habitación cerrada, coincidiendo con sus comentarios. El abuelo dice que no haga caso, que son cosas de películas de miedo y que los fantasmas no existen.


 Nani. Junio 2019

domingo, 9 de junio de 2019

PALABRAS Y PROMESAS


Cuando llegó aquella patera solo sentí piedad e impotencia. No puedo entender la poca comprensión de los gobiernos o quienes tienen poder para dar lugar a tanto como se está dejando pasar, obviando lo que estamos viendo todos. Escucha con atención a uno solo de ellos y sabrás que razones le impulsan a venir. No se les deja respirar, ni vivir porque mueren de carencias, de pena y de incomprensión. Ellos buscan una oportunidad y desarrollarse como personas, simplemente como hacemos tú o yo.



Nani. Junio 2019

lunes, 3 de junio de 2019

APRENDIENDO A CAMINAR


Ya tengo los pies fríos y no podré juguetear con mi chica en los preliminares. Algo que la espanta es que me acerque a ella con estos pies de hielo. Mi madre decía que pies fríos corazón caliente, pero esos refranes a veces son tan irracionales que alejan mucho más que acercan y yo necesito estar hoy lo más próximo a ella. Después de haberle fallado, no puedo enfriar mucho más su alma.


POR ERROR

Ya tengo los pies fríos, demasiado diría yo. Debí hacer caso y haberme puesto las botas de  montaña y los calcetines gruesos. Ahora que me he quedado atrapado y veo lo amoratados que están mis dedos, pienso que si salgo de aquí, igual no puedo conseguir más escaladas y lo que es peor, simplemente ir al baño sin ayuda de unas prótesis o una silla de ruedas.

Nani. Junio 2019