martes, 31 de julio de 2007

NOCHEBUENA EN BAGDHAD



BAGDHAD, 25 de Diciembre de 2006.

Queridos padres y hermanos. Os pido me perdonéis por no haber hecho preciso el escribir a casa en estas fiestas, yo he recibido todas vuestras cartas y felicitaciones, a veces se retrasan porque los emisarios tienen que ingeniarse como llegar hasta aquí, pero como os decía, todo ha llegado, incluido el paquete con las conservas. De verdad que lo he intentado infinidad de veces. No ha sido por falta de tiempo, sería una injusta excusa, pero lo único que veía cuando cogía el folio, o intentaba poner un email, era al chico del anuncio ese que dice: "Vuelve a casa, vuelve...", y se me empañaban los ojos siéndome imposible seguir. Después creía estar, entre Alicia y Paco montando el Belén, ¿te acuerdas mamá, cuando rompimos la vaca y pusimos la de la granja "play móvil”? A papá colocando las luces intermitentes, la bandeja de polvorones, los bombones tuyos, cubiertos de virutas de chocolate y... ¡Cómo os estoy echando de menos, aquí tan lejos, con tantas desgracias en las casas, en la calle, tantas miserias, tantos destrozos, tantas tristezas y resignación, en los ojos de los niños, de las mujeres que para colmo, es lo único que se les ve. De los hombres de bien, que lo único que desean es que todo esto acabe, poder ir al trabajo por muy mísero que sea el puesto, y poder llevar a casa un pedazo de pan, unas galletas o un poco de leche para alimentar a sus familias! Lo que veis en los informativos, no es nada comparado con lo que aquí está ocurriendo, no os podéis imaginar la impotencia y la rabia que sentimos cuando pasamos por una casa derruida, sacando cuerpos inocentes (casi siempre, mujeres y pequeños), o cuando vamos a visitar a los niños del hospital infantil y ves tanto cuerpecito mutilado, privados para siempre de lo más vital para hacer una existencia normal. Es muy doloroso saber que no podrán jugar con sus manos, caminar cuando lo deseen o deleitarse con una puesta de sol, cositas tan simples y normales que para ellos, les estarán vedadas para siempre.
No os podéis imaginar como estoy recordando mi época de niño, la facultad, mis juegos y juguetes, los paseos con las chicas, los días de cine, mis primeras salidas nocturnas, a vosotros y tantas y tantas cosas; que me han hecho feliz día tras día. Cómo evoco estos días la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, con toda la familia, primos, abuelos, en fin; todo lo que huele a hogar, terruño y paz. ¡Cómo se aprecia aquí, la sencillez, lo cotidiano e incluso, los momentos de aburrimiento que tan poco nos gustan, cuando vivimos de forma normal y feliz!
Como os decía, no me sentía con ganas de escribir, pero he visto a un chico de ojos tristes que al mirarle, es lo que me ha hecho reflexionar y ponerme ahora a contar lo que me pasa.
Antes de nada os tengo que decir, que no os apenéis por mí, ya que cuando termine de contar todo, os daréis cuenta porqué lo digo.
Sabéis, que cuando el director del periódico me envió a cubrir las noticias y sustituir a Fernández en estas fiestas, no me sentó nada bien, pero claro: ¡No puedo exigir, estoy empezando y además tendré que demostrar, que no solo he terminado periodismo! Apreciareis que me sigo enrollando como siempre, deformación profesional, ¡y no te rías papá, que me parece estar viéndote!
Lo que os voy a contar es mi Nochebuena, la de anoche. Como os decía al comenzar la carta, desde que empezó diciembre, he andado mortificándome con las luces de la avenida, los escaparates, el turrón, pero sobretodo "el Belén", los dimes y diretes con mis hermanos, tus peleillas mamá y que además, las empezabas tú siempre, reconócelo. La mirada de papá por encima del periódico, mientras aparenta leer la carta al director, en fin, otra vez estoy divagando y de nuevo, se me está yendo el santo al cielo. Bueno a lo que iba. Anoche, me encontraba junto a unos soldados con los que he hecho bastante amistad. Nos reunimos en mi habitación, si a esto se le puede llamar habitación, tiene grietas por todos lados, pero no os preocupéis, no pasamos frío ya que el clima es cálido y aunque está todo muy mal, al menos tenemos un techo, los ordenadores están fuera de peligro y las fotos están a salvo de que sean estropeadas o robadas. Aquí pasamos más inadvertidos y nos encontramos más seguros, ya sabéis que desde hace tiempo, no es conveniente estar en hoteles, puesto que de esa forma se les facilitaría los posibles atentados, y hacer daño a las distintas naciones, valiéndose de los enviados a cubrir noticias, así como pasa en los consulados y en todos sitios, donde los terroristas sepan hay alguien, que les sirvan para chantajear y crear más pánico del que ya existe.
Todos trajeron algo: "Una lata de sardinas en escabeche, una lata de leche condensada, un chorizo de la matanza de Juan, un poco de bacalao envasado al vacío y un pan que Daniel, el teniente, ha conseguido con miles de estratagemas. ¡No tuvimos aceite para el pan, que pena, cómo lo echo de menos!
Nos disponíamos a cenar, cuando llamaron a la puerta. Nos quedamos de piedra. Era ese niño que tantas veces hemos visto por los alrededores y al que me he referido antes. Es un niño delgado, de pelo muy oscuro y ojos negros con ojeras muy pronunciadas, que aún le hacen más triste y demacrado. No hablaba, solo miraba. Después, desvió sus ojos hacía la mesa donde se encontraba nuestro improvisado banquete. Se notaba que tenía hambre y le hicimos pasar. ¡Cenaría con nosotros! Pero me cogió de una mano y tiraba de mí: "¿Qué quieres chico?, -le dijo Pérez. ¡No sabe nuestro idioma!, -contestó Daniel. ¡Tendremos que ver que desea, igual pasa algo en su casa, si el que la tiene!
Nos pusimos las cazadoras y le seguimos. Cómo a doscientos metros, entra en una casa en ruinas, y ¡me quejaba de mi habitación! En una mecedora rústica, está sentada una anciana con la cabeza y el rostro cubiertos. En una cunita también de madera, duerme un bebé. En los ojos también negros de la anciana y que por desgracia es lo único que se le ve, se palpa la impotencia, la desesperación. Nos alarga un documento donde Daniel lee y después comenta: "En el último atentado, murieron un hombre y su esposa, deben ser los padres de estos niños, ella probablemente es la abuela". En ese momento, si que nos dio frío, semejante al que hará ahí en España, pero además aumentado por la impotencia y la mala sangre que le da a uno, cuando ves estas barbaridades y despropósitos. Me quedé helado y rabioso, porque cada día entiendo menos estas guerras y estas muertes injustas de tantos seres que tan solo han venido al mundo a sufrir, morir de miseria y de espanto, sin saber porque les toca a ellos. ¡Me cachi, otra vez me estoy yendo por los cerros de Úbeda, os pido disculpas, pero es que estoy indignado y tengo que desahogarme! Pues como decía, de nuevo Daniel nos volvió a la realidad diciendo: "Hasta mañana no les podremos llevar a los albergues de la ciudad, y mirándome. ¡Ve por tu coche, nos los llevamos a tu casa, tenemos que celebrar la Nochebuena, y están muy débiles para hacerles dar un solo paso, además, el pequeño necesita su cunita y la poca ropita que posea!".
Papá, mamá, hermanos. Os aseguro que ha sido mi mejor Nochebuena y creo, anoche nació de nuevo Jesús en mi habitación. Un Jesús de verdad. Sin luces, sin turrón, sin nada, como aquel que durmió en un pesebre. Un pesebre compuesto de tres soldados, una anciana, dos niños y un periodista que tiene mucho que aprender y que no olvidará en la vida, su mejor “Nochebuena”.
Os quiero mucho. No puedo decir más porque creo, me habéis entendido.
Os envío todo mi cariño.


Jose.


P.D. Alicia si ves a Ana, dile que mañana le escribo a ella.

Nani, Julio 2007.

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domingo, 29 de julio de 2007

DESPEDIDA

Hasta el día de hoy, mi empeño había sido olvidarte y olvidar lo que habíamos compartido juntos. Me ha dolido mucho tu recuerdo y las dos últimas frases, que me dijiste cuando nos despedimos: “¿Cómo crees que quedo?” y para finalizar, “¡que te vaya bien!”
No, no me ha ido bien, porque tu recuerdo me ha martilleado una y otra vez, instante a instante, de día, de noche, y no me ha dejado descansar.
Hoy, mientras se mezclaban mis sentimientos con el olor a pino del limpiador de baño, la unión ha sido tan explosiva, que ha pasado por mi, como si se tratara, de la esponja que necesitaba mi pensamiento, dejando resplandecientes mis sentimientos y me devolvieran, la paz que había perdido.
No supe responder en su momento a tu pregunta. Fue como si un ídolo de barro, se hubiera roto a mis pies y no quise aceptarlo, o no pude. Hoy y en un segundo, te he reconstruido y te veo de nuevo; como un ser humano, ni más, ni menos. Un señor de su mundo, que intenta hacer su trabajo y para ello, se vale de lo que tiene a su alcance; incluidos, los sentimientos de ciertas personas.
Que, ¿cómo creo que has quedado? Ya te puedo responder. Eres la persona que tanto he querido, pero algo distinta ahora. Quise arrancarte de mi sangre, infinidad de veces, y no he podido. Creo que te quiero aún más y he comprendido, que no quiero olvidarte. Ahora deseo recordar y seguir queriéndote, para que este sentimiento que corre por mis venas, me recuerde que las personas; todas, todas, somos seres humanos; con penas y alegrías, con virtudes y defectos y que aceptando toda esta mezcla, es cuando se comprende al otro y se le quiere de verdad.
Hasta ahora, quería corresponderte con desamor; pero no he podido ni tenerte rencor, ni ignorarte, ni como te decía, olvidarte. Prefiero pensar, que como en alguna ocasión dijiste: “Nada es lo que parece”, y que muchas cosas de las que nos rodean, son “humo”. Humo que embriaga en ocasiones y claro, nada es lo que parece.
Pero, que triste es actuar de esa manera, porque…, si hacemos las cosas para que parezcan otras, ya me dirás como quieres que piense yo o, como crees, que quedamos ante el otro. Lo siento por ti, lo siento de veras, ya que tiene que ser algo duro, pasarse la vida actuando, (otra vez me ha salido esa palabra, que tanto nos hizo discutir en su día).
Lo siento, pero al final creo tener razón. La actuación y el actor, son los que prevalecen. Que triste es, que tu “éxito sea humo”. Que triste es, que al final te vea, como a un buen actor, que interpreta a la perfección, el papel de su vida. El papel que le ha tocado o que ha escogido, para interpretar. De veras, que lo siento por ti, y por mi también. Hoy soy yo la que pregunto: ¿Cómo es tu soledad, cuando te quedas con ella. Cuando se deja caer y pesa como una losa. Cuando recuerdas el olor del “humo”, que dejas impregnado en los demás?
Ahora entiendo al ser escurridizo. Has sido como una figura de gelatina, preciosa de apariencia y color, pero que cuando se prueba o se toca, se escurre por entre los dedos o deja un sabor de boca, que no es el que te esperabas. Hubiera preferido una figura de mármol, al menos, la frialdad hubiera estado palpable desde el primer momento, o igual, tampoco hubiera sido lo que parecía, ¡quien sabe!
De todas maneras, hoy me alegro de poder al fin, escribir esta carta y decirte, que ya no me dueles tanto, que al menos; recobro mi paz, muy poquito a poco, despacio, muy despacito y espero, que el desamor que he sentido, incluido el rencor, (poco, porque te quiero demasiado para sentirlo), se desvanezcan con el tiempo.
Hoy me toca a mi decirte, que te vaya bien, y me gustaría, que el humo que te envuelve, se haga una bonita realidad, que no se expanda por el aire, sino que perdure igual que una sonrisa, el brillo de los ojos, el primer beso o la palabra dicha, con la mayor devoción y cariño.
Hoy quiero que sepas, que sigo donde me conociste. Que voy a intentar sacarle brillo a mi serenidad. Que voy a intentar, limpiar mis sentimientos, para que queden resplandecientes y voy a luchar con uñas y dientes, por arrancar, el desamor que aún me quede y espero; que si alguna vez nos volvemos a ver, tengas la cara limpia de maquillaje de clon, para que pueda ver, tu auténtica sonrisa y el verdadero brillo de tus ojos. Voy a rezar, para que el papel de tu vida, el auténtico, te llegue y no te haga sentir mal ante los demás. Hoy voy a rezar, porque seamos alguna vez, auténticos y veraces.
¡Que todo te vaya muy bien!

Rossanna.

Nani. Julio 2007.
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viernes, 27 de julio de 2007

UN NUEVO DÍA

Con la lista del la compra en una mano y empujando el carro del supermercado, se acerca al frigorífico de los productos lácteos: "Yogur natural. Sí, con seis habrá hasta la semana que viene. Cuatro de macedonia y otros cuatro de fresa. Mantequilla y lonchas de queso fundido, para los sándwiches".

En la vitrina de charcutería, recoge las salchichas predilectas de los niños, el jamón cocido para los mayores y una barrita de mortadela de aceitunas. Esta semana, se va a permitir esa licencia, está cansada del régimen.

En la carnicería, recoge medio kilo de carne picada para los macarrones. Dos entrecot para su marido, ya que no le hacen gracia las pastas y unas costillitas para el estofado.

En la verdura, se pesa ella misma, tres alcachofas, dos cebollas, cuatro zanahorias, seis manzanas reinetas, seis plátanos, unas ramitas de perejil y una bolsa de patatas.

"Sí, con todo esto tiraré hasta la próxima semana, se dice, estamos a final de mes y tengo que arreglármelas como sea".

"Bueeeno, ya me olvidaba del lavavajillas, y el detergente de la lavadora, ¿que te apuestas, que no me llega el dinero? Me las tengo que ingeniar como sea, en vez de coger un tambor, me arreglaré con pastillitas y así, espero a las próximas ofertas".

Todo esto lo va pensando, mientras se acerca a la caja. De un vistazo, se dirige a aquella que tiene menos cola. Esta mañana, se le ha echado la hora encima y creé no va a terminar, para cuando llegue la familia: "Y encima, vienen como lobos hambrientos, pero primero protestarán. Si les pongo macarrones con tomate, dirán que porqué no los he hecho con nata y viceversa. Que cansada estoy, tengo ganas de una vacaciones para mí. Que me hagan o me sirvan la comida. No tener que pensar, ni lavar, ni planchar, ni limpiar, ni...."

"Andaaaa..., ya me olvidaba. Tengo que llegarme por la tela para el vestido de Maite. Tiene la cena de fin de curso y que poca gana tengo de coser. Tenía que tocarme la primitiva. Estoy cansada y que poquito ayudan. Y que no se te ocurra quejarte Paqui, que verás, que prontito tienen todas la respuesta a punto, en fin, no te quejes más, que tanto te van a dar. Anda, que se te va el santo al cielo, se dice, mientras mete las bolsas en el carrito de cuadros azules y negros".

Compra la tela y se detiene al pasar por la administración de loterías y juegos de azar. Mira dentro de su cartera monedero: "Sí, la primitiva no la miré anoche en el telediario". Pasa. Mira los cartelitos que hay en el tablón y comprueba la fecha. Después mira los seis números: "3, 10, 13, 26, 44 y 45. Reintegro 2 y complementario 6". Se pasa la mano por la frente y vuelve a comprobar: "3, 10. 13, 26, 44 y 45. Reintegro 2 y complementario 6". Con un cliner que lleva en el bolsillo del pantalón, se seca el sudor que de repente y de forma poco usual, le empapa la cara.

Entra en una entidad bancaria que le coge de paso. Pide ver al director. Este la recibe al cabo de un rato. Cuando sale del despacho, no tiene prisa. Llega a casa. Hace la comida y pone la mesa. Se da una ducha, se arregla el pelo y se pone el traje azul. Se mira al espejo y se ve bonita. Recoge la bolsa de viaje, con sus pertenencias de aseo y las cositas más precisas. Entra de nuevo en la cocina y anota en el taquito que tanto sirve, de notas de compras, como de nota de recados y escribe: "No os preocupéis, ni me esperéis. Me voy de vacaciones". Desprende la nota del taco. La deja en la puerta de la nevera, cogida del un imán con forma de fresa. Se sonríe y sale del piso, sin pensar en nada más.

Confidencias de una"ama de casa"


Nani. Julio 2007.

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lunes, 23 de julio de 2007

EL JARDÍN

Empujó la verja de hierro y se adentró en la alfombra ocre, que se extendía a lo largo y ancho de todo el jardín. El crujir de las hojas secas, era tan solo un sonido que se escuchaba en aquella fría tarde de otoño, que anunciaba ya, un largo y crudo invierno.
Una vez más, se refugiaba en aquellos rincones al aire libre. Siempre huía a este lugar, cuando la respiración se le hacía insoportable. Cuando el corazón le oprimía y se le quedaba detenido en el hueco de la garganta, donde le impedía respirar, articular palabras e incluso, parecía obstruir el orificio y camino, por el que debían conducirse las lágrimas que se concentraban en su interior, y no encontraban la ruta, hasta donde debían convertirse en cascada.
Con la mano helada, limpió de hojas el banco de piedra y allí, como otras tantas veces, se sentó a esperar, que el corazón volviera a introducirse en la cavidad del sosiego y el llanto brotara, como si de un torrente se tratara.
Poco a poco, y mientras las rayos del sol se tornaban más rojos y fríos, la realidad volvía a su interior y de nuevo asumía con tranquilidad, los motivos de su desesperación, de su inquietud y tristeza.
Creía haber sido una criatura diferente. Creía que su tristeza era única. Creía que su soledad, tan solo pertenecía a su ser, pero había algo, que la devolvía a la realidad. Era verdad, que su individualidad, su tristeza y soledad, solo pertenecía a su alma, pero al adquirir conciencia de su existencia, también podía entender, que había sido inevitable, su situación.
Escogió en su día, aquella forma de vivir. También en su día, fue conciente de que al trasladarse a aquel sitio, a esa determinada forma de vivir, al aceptar aquel trabajo, todo esto acabaría ocurriendo.
No fue la primera persona, que acabó en aquel jardín. En aquel banco y en aquella existencia que a veces, se hacía tan triste y solitaria.
Mientras el frío del anochecer, le impulsaba hacía la realidad, un pensamiento volvía a embargarle: “Es necesario salir del jardín. Es preciso quitarse de encima la tristeza y vestirse con la sonrisa, la tranquilidad y el sosiego. La verdad está ahí fuera y hay que atraparla como el aire que respiro, como el color del cielo, como el agua de lluvia me empapa cuando cae. Es urgente volver a sentir la vida. Es indispensable sentirse vivo”.

Nani. Julio 2007.

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sábado, 21 de julio de 2007

¿QUÉ TIENES DE PURITANA?

¿Qué tienes de puritana?
de Puri tengo un vestido,
que me dejó para la playa.
¿De Tana?
a ver que piense,
de Tana, no me queda nada.

Homenaje a Gloría Fuertes.
Nani. Julio 2007.


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jueves, 19 de julio de 2007

ANOCHECER


Cuando se aproxima la noche
y la pérdida de luz
se acerca,
también los recuerdos
se hacen presentes
y la nostalgia
se me apodera.
Duele el anochecer,
de esta ciudad abierta.
Hace revivir una vez más,
el escozor de las mentiras
y las verdades a medias,
para tan solo quedar,
El Califa,
en su castillo y su novela.

Nani. Julio 2007.

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miércoles, 18 de julio de 2007

EL OBRADOR DE MARÍA




Con el transcurrir del tiempo, la importancia dada a aquel nombre, fue en aumento. Había sido el de su querida abuela y era también el suyo. “María”. Cuanto había significado, cuando fue niña. Su abuela le enseñó todo lo que sabía. Ella le contó todos aquellos cuentos de princesas, hadas, nomos, príncipes encantados y animalitos del bosque. Ella, la introdujo en aquel obrador, cuando apenas había cumplido los doce años y le enseñó a derretir, aquel sabroso chocolate, que cubría los jugosos y sabrosos bizcochos, secreto de familia, que en el pueblo de su niñez, se diputaban los habitantes y que después, le servirían para ganarse el sustento.
¿Porqué “baño maría”, abuela? La abuela, igual que si se tratara de otro cuento más, le relató el procedimiento del baño maría, y como se llegaba a la perfecta consistencia y porqué era aconsejable hacerlo así.
Que importante había sido para ella esa palabra, y que relevancia le pudo dar a partir de entonces, al chocolate fundido, que le dio la estabilidad económica y la sentimental.
Que orgullosa y satisfecha se sintió, aquel domingo que Alfonso le pidió, que preparara un recipiente lleno de chocolate. Ella le miró extrañada. Tenían mucho trabajo por entonces, en aquel obrador. Los bizcochos familiares, habían trascendido y hubo que trasladarse a la ciudad, para ampliar el negocio. Allí distribuían la especialidad a distintas provincias. Tuvieron que aumentar la plantilla de empleados y la producción se hizo tan extensa, que por entonces, se hizo agobiante el trabajo.
Es por eso, que le extrañó la petición de Alfonso. Tanto él como ella, anhelaban un domingo, para descansar.
De todas maneras, no supo negarse, se lo había pedido de aquella manera, que le resultaba imposible, darle una negativa. Se lo preguntaba infinidad de veces. ¿Qué tenía aquel hombre, que la derrotaba? La respuesta que se daba a si misma, siempre la achacaba a su mirada, pero la única y verdadera razón, es que estaban enamorados.
Cuando todo lo tuvo preparado, y sumida en todas esas preguntas sin respuesta, e intrigada por la petición de Alfonso, le anunció que el chocolate estaba en su punto. En el punto de cobertura, que hacían, un día tras otro.
Vete al jardín, -le dijo-. Espérame tomando el sol que voy enseguida. No me mires tan extrañada, voy a cubrirte hoy a ti. Desde que te conocí y te vi, por vez primera en el obrador, ha sido la fantasía de mi vida y hoy, la voy a llevar a cabo.
Ella, le miró con los ojos muy abiertos y una sonrisa muy dulce y cariñosa. Se encaminó a la ducha, dejó que el agua tibia le cayera y con una alegría inmensa, se dirigió al jardincito que había en la parte trasera de la casa.
Él la esperaba con el recipiente de chocolate tibio, sobre una mesita baja.
Se miraron con una sonrisa cómplice. Después, todo transcurrió de una forma tierna, dulce, calentita y muy complaciente.
Desde entonces, aquel trabajo que a veces se hacía agotador, disipaba el cansancio y la fatiga, al derramar el derretido chocolate, sobre los bizcochos. La sonrisa se dibujaba en sus rostros, y las miradas cruzadas, les relajaba y les invitaba a hacer de su trabajo, una vida más bonita.
Desde entonces, supieron hacer de ellos mismos, una golosina, dulce y amena. Su vida fue, un delicioso manjar.

Nani. Julio 2007.

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¿ERES MALA?


¿Eres mala?
¡Claro que soy mala,
sobretodo cuando sale la bruja
y de un espanto, me espanta el alma!

Homenaje a Gloría Fuertes.

Nani. Julio 2007.
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martes, 17 de julio de 2007

Y DESPUÉS...

Miré asombrado a todos lados y no reconocí el recinto. Me acerqué a la ventana y al abrir el postigo, el paisaje no era el del jardín de casa, sino que al fijar mis ojos al frente, divisé un muro muy alto y sombrío. Abrí la puerta y salí al pasillo. No me resultaba nada familiar y cuando llegué al final, una reja de hierro me cerraba el paso. Grité y me desesperé. Al cabo de un rato que me pareció interminable, se asomó un hombretón con bata blanca, diciendo: “Señor, no grite que los demás enfermos se intranquilizan, si vuelve a perder el control, tendremos que ponerle más calmantes y dejarle aislado en la celda de castigo, será mejor para usted, que obedezca y pronto volverá a la sala rosa”. Lo último que recordaba, es que estuve en una fiesta en casa de mis sobrinos, que salí a tomar el fresco cuando me sentí mal, y después… nada.

Nani. Julio 2007.

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viernes, 13 de julio de 2007

A MI ROKO EN SU 18 CUMPLEAÑOS

Como me he olvidado de tu tarta de profiteroles, para pedirte que me perdones, te hago este pastel de palabros, palabras, salpicones, revoltillos y buenos remojones.


ESCRIBO...

Escribo, porque tengo miedo a perder la memoria.
Escribo, porque necesitan hacer deporte mis neuronas.
Escribo, porque los pensamientos se me aturrullan.
Escribo, porque mis amigos y mis enemigos (estos que andan a sus anchas por mi desorden personal), quieren luz propia.
Escribo, porque necesito respirar.
Escribo, porque mi alma se reboza.
Escribo, porque lo que no digo, se me escapa, se me olvida o se va de compras.
Escribo, porque mi vida es corta, y mi poesía (o lo que sea), a veces es larga.
Escribo, porque las palabras me cantan.
Escribo, porque las letras se me enredan cual maraña, y necesitan un soplido de esperanza.
Escribo, para no tomar aspirina, cuando me duele la espina que me tragué cuando enana.
Escribo, porque con ello aprendo a equivocarme menos, ¡tengo menos faltas!
Escribo, para que las mentirijillas parezcan verdades, y las verdades... bueno esas, esas hagan menos llagas.

Nani, Julio 2007.

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¿PORQUÉ HACES NIÑERÍAS?

¿Porqué haces niñerías?
¡Porque soy una niña, no te jode!,
sólo que hace bastante rato.

Homemaje a Gloría Fuertes

Nani. Julio 2007.
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HOMENAJE

¡como todos, póstumo!
A partir de hoy, de vez en cuando, voy ha hacer un homenaje a mi “poeta de guardia, GLORIA FUERTES), con mucho respeto y sin ánimo de imitarla u ofender su recuerdo, ¡la admiro demasiado! Pero creo, se merece la recordemos y la leamos, nos iría mejor a la hora de ser personas (Siempre que ponga "Homenaje a Gloria Fuertes", son cosas inventadas por mí, ella lo supo hacer MUCHO MEJOR, DE FORMA MÁS INTELIGENTE Y CON ESA PIRCADÍA QUE LA CARACTERIZABA:

NIÑERÍAS

¿Porqué haces glorierias?
¡No hijo, no!
Glorierias las hacía Gloria Fuertes,
Yo hago niñerías, pero yo,
muy honrada de que me comparéis
con mi poeta de guardia.

Homenaje a Gloría Fuertes

Nani. Julio de 2007.

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miércoles, 11 de julio de 2007

ELECCIONES

“El zapato izquierdo me venía pequeño, pero el derecho grande como siempre”, decía, mientras se sentaba a la mesa.
Ella servía el estofado y al escucharle, se quedó paralizada. Su boca se entreabrió, pero no logró emitir sonido alguno. .
De nuevo comenzaba el desorden. Una vez más, la inquietud y el régimen alimenticio. No debía descuidar su figura, ni su continuo malestar gástrico.
Comenzaban los preliminares, a la vuelta de la esquina, las convocatorias, los preparativos y todo, se convertía en un caos. Todos parecían perder el juicio y el se encontraba ejecutando un trabajo, que en estas épocas no lograba entender. Llegaban los días de mala educación, falta de respeto y ninguna coherencia. Se acercaban los días de elecciones y él, era el secretario del candidato número uno.

Nani. Julio 2007.

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UNA MAÑANA

Decidió pasear por el jardín, estaba radiante la mañana.
Pasa frente al rosal blanco y advierte que hay una rosa ajada. Se acerca y al mirarla, presiente que todo ha cambiado. Las nubes son distintas, el aire huele mal y un espeso humo hay en la colina. Pretende salir corriendo e introducirse de nuevo en la casa, pero el suelo se estremece y el ruido le aturde.
Cuando logra volver a la realidad, se encuentra en la cama de un hospital. Hay pesadumbre en el rostro del médico y presiente que muchas cosas han cambiado. Ya nunca habrá jardín, ni rosas, ni aromas, ni la mano de aquella que tanto supo darle.
Un nudo le oprime el pecho. No entiende que le dicen. Dentro de su cabeza hay un caos y se deja llevar.

Nani. Julio 2007.

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lunes, 9 de julio de 2007

EL DESAYUNO

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata,
cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase que lo resume todo,
o cuando ríes (tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más,
tanto que casi no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida,
te despiertas y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».
Luis Alberto de Cuenca
"El hacha y la rosa" 1993
Un poema que acabo de encontrar y que me ha resultado precioso.

sábado, 7 de julio de 2007

LA FOTO

Limpia la foto, para borrar lo que aparece al fondo.
Todo es normal, menos lo que detrás en ocasiones se ve. Piensa romperla, pero es de su querida madre. Una madre cariñosa y que un día, su vida se detuvo de forma extraña.
La mira gritando:¡Di que es lo que quieres!
No supo si estuvo días, horas o semanas, ante ella. Tras su madre, aparece una sombra conocida y la puerta del desván que hay en el piso superior.
Se dirige al cuartelillo y les cuenta todo. A pesar de lo extraño les pide que le acompañen. Con desconfianza suben. Tras la puerta, hallan el arcón que fue de su padre. Encima de todo hay un sobre cerrado y dirigido a la policía. En el interior, una nota donde se confiesa autor del atroz crimen.
Después y al mirar la foto, cree advertir dulzura y una sonrisa.

Nani. Julio 2007.

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UN REFRESCO PARA ESTE VERANO

Aquel primero de enero, se levantó un poco más tarde de lo habitual. Todo se mantenía en un silencio poco natural, en una casa habitada por chicos jóvenes y alegres, pero también era normal en dicho día, ya que hacían escasa horas que habían vuelto de sus cotillones y fiestas de fin de año.
Aunque ella y su marido también habían trasnochado, la hora de despertar, fue más o menos la de siempre, y a pesar de mantenerse en la cama remoloneando un largo rato, llegó un momento que ya no le apetecía alargar más el duermevela y se levantó. Presentía que algo nuevo le esperaba y no se equivocó.
Al mirar como cada mañana tras los cristales de la ventana, descubrió un paisaje blanco en su totalidad. El blanco era perfecto, la nieve caía copiosamente e invitaba a ponerse abrigada y salir a descubrir calles y parques, puesto que por ser el día que era, estaría sola percibiendo pasos en exclusiva y dejando tras de ella, un camino de huellas propias, tan emocionantes como cuando fue niña y salía con sus padres y hermanos. Siempre le ilusionó de forma increíble, los días como el que ofrece este fin de año, la naturaleza. Tener la primicia y posar su pie sobre la nieve, era una sensación que no podía desperdiciar.
Se colocó unos gruesos pantalones de punto, un buen jersey, su gorro, el plumón, las botas altas, los guantes y sin pensarlo más, salió a la calle.
De nuevo empezaba la aventura. Era emocionante notar el crujido de la nieve bajo sus pies, y la forma de introducirse en ella. Esa emoción era una de las que más había disfrutado siempre. Disfrutaba igual que un niño pequeño, cuando se introduce en un charco de agua y chapotea, cuando nadie le mira. En esos momentos, volvía a tener cinco añitos y se sentía tan dichosa, como un gorrión en su rama, una tarde de primavera.
Fue al parque y al penetrar en él, este le ofreció una inmensa alfombra blanca, con árboles cuajados de blanco, bancos con cojines esponjosos de espléndida blancura, así como las fuentes que se habían vestido del mismo resplandor, el mismo que lucía el general que cabalgaba a la grupa de su caballo andaluz.
Caminando hacía la mitad del parque, recordó su querido castillo y alzó la mirada para ver su esplendor, pero era tan espesa la nieve que caía, que del mismo modo que por arte de magia, este había desaparecido. No le preocupó en absoluto el hecho, y sin pensarlo un instante, salió del parque y callejones arriba, se encamino a las afueras, donde dicho castillo se encontraba.
Si esponjosa encontró la nieve del parque, no menos mullida era la de las callejas cercanas a las murallas. Una vez dentro de los jardines próximos al portón de entrada, pensó en los personajes que construyeron tan precioso entorno y les imaginó un día de invierno, semejante al que estaba viviendo. Les vio con sus amplios ropajes, turbantes y armaduras, así como las bellas y relucientes sedas de las mujeres, cubriéndolas a todas ellas, para tan sólo descubrir a la vista de todos, sus bellos y oscuros ojos, expresivos y llenos de vida. Se imaginó ella misma así vestida y cuando se percató, estaba haciendo una tosca danza del vientre, que le hizo reír con ganas, al pensar que alguien la estuviera observando.
Siguió adelante y penetró por la puerta de “las siete vidas”, (su nombre se debía a los siete vigilantes que allí, perecieron por impedir la entrada del enemigo).
La capa de nieve dentro de las murallas, era aún más gruesa y esponjosa, lo que le permitía introducir sus pies, por encima del tobillo. Se alegró en este instante, de haber tenido el acierto de ponerse las botas altas, de lo contrario, hubiera cogido un buen enfriamiento.
Era precioso encontrarse entre aquellas piedras milenarias. Creía sentirse una princesa de las que protagonizaban “Las Mil y Una Noches”, reinando en aquel castillo y dio gracias a la vida, ya que emociones como las que estaba viviendo en estos instantes, eran los que merecían la pena y hacían, que una persona se sintiese viva y dichosa.
Al llegar al interior del castillo, sube hasta donde se encuentran las almenas y allí, el viento le golpea el rostro de forma tan agradable, que al respirar tan profundamente, el aire aspirado le produce vértigo, se sujeta en las toscas paredes y al mirar al frente, descubre toda la llanura inmensamente blanca. Hoy no se distinguen los olivos, ni las huertas. Y al mirar hacía la población la emoción es enorme. Todo el pueblecito, parece un Belén de aquellos que hacía junto a sus padres y hermanos, con río de papel de aluminio, nieve de algodón, estrella colgante y cielo cuajado de luceros.
El día que le ha proporcionado el primer día del año, ha sido el más bonito de todos los que ha vivido en los inviernos pasados, y para el futuro, será una alegría recordar los inviernos de su pueblo.

Nani. Julio 2007.

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jueves, 5 de julio de 2007

TARDE CALUROSA


AUTOBIOGRAFÍA
Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.

LUÍS ROSALES.

Pesa el calor de este jueves por la tarde del mes de julio, igual que pesan las equivocaciones que cometes a lo largo de tu vida, y que algunas son losas de mármol blanco, muy luminosas y bonitas en apariencia, pero que si se cogen al peso, son imposibles de soportar, por lo que pesan y el sudor que producen. Ya que cuando miras de frente esa equivocación, siempre ves el dolor del otro, de ese otro al que quieres y al que arrastras, porque está junto a ti.

martes, 3 de julio de 2007

......MIENTRAS DISCUTIMOS

Esta mañana, de nuevo escucho que esos señores que pretenden arreglar la vida de los demás, han estado discutiendo, si será roja o amarilla la medalla que le concedan a los soldados españoles fallecidos en esa cruenta guerra.
Y hoy soy yo la que me pregunto: ¿Porqué pierden el tiempo en discutir un absurdo tan absurdo, y no dedican el tiempo a pensar, como terminar con los “MUERTOS”, los de aquí y los de allí? Para mí que el tiempo es precioso y se pasa volando, me da una pena increíble, que nos pasemos la vida discutiendo cosas tan absurdas y que aportan tan poco.

Nani. Julio 2007.

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domingo, 1 de julio de 2007

MORIMOS UN POQUITO, DICE....


“Todos los días que pasamos, morimos un poquito”, decía el famoso filósofo llegado del otro lado del Atlántico.
Pero yo no estoy de acuerdo con esta frase y creo más bien, que: “Todos los días cuando nos vamos a la cama, nos ponemos el pijama con algo nuevo aprendido, con un poquito de más vida y por lo tanto, mucho más enriquecidos”.
Me cargan mucho todos estos personajes que se ponen de moda y todos, absolutamente todos, nos imponen que pensemos lo que ellos nos dicen (que no quiere decir que sea lo que ellos piensan), puesto que de lo contrario, somos bichos raros, vamos a contra corriente o no estamos al “loro” o “en la onda”, como dice, la pijita del cuarto.
Si mamá, no me mires como siempre. No quiero llevar la razón, pero de más sabes que lo que acabo de decir es cierto, tu misma nos enseñates a defender nuestras ideas y a no dejarnos persuadir por los charlatanes de turno. Tu siempre nos dijiste que teníamos que creer primero en nosotros mismos, respetar a los demás por supuesto, pero si lo que nos pretendían vender, no era el paño que andábamos buscando, que fuésemos a otro mercado a rastrear, tu frase famosa siempre fue: “Busca primero en tu interior y cuando sepas que quieres, vete a conseguirlo, porque el que busca siempre encuentra”, así que mamá: “Coge tu sombrero y póntelo, que nos vamos con la música a otra parte, aquí parece que está todo el pescado vendido, o al menos, no se vende el pescado que tu y yo buscamos, creo que mejor nos pasamos por casa, cogemos los libros que tenemos empezados y no vamos a tomar el sol, de paso nos ponemos morenitas que ¡falta nos está haciendo!, tu terminas el libro que tan enganchada te tiene y yo, me hago unos cuantos tes y estudio otro poquito, que mañana tengo el examen de teórica y espero sacarme esta prueba a la primera, que ya estoy deseando empezar con las clases de coche, para cuando tenga que ir y venir a la universidad, no te tenga a ti pringada como siempre, ¡ya va siendo hora que te independices un poquito de tu familia y hagas lo que te apetece!”.

Nani. Julio 2007.

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