lunes, 30 de julio de 2018

ESCENARIO


Siempre sueles tropezar en la misma piedra. Siempre me pides que tenga paciencia, que te apoye y te comprenda. Pasado el momento vuelves a cortar con esas tijeras de acero frío, las promesas, los deseos y sobre todo, el respeto que debes a quién te quiere. Sabes muy bien interpretar tu papel y la acción sigue, el telón sube y baja para ti, el éxito siempre lo tienes asegurado aunque los aplausos solo los escuche tu ego. Hoy la comedia ha terminado, el telón dejará de subir y bajar porque a partir de este momento, la escena se desarrollará fuera del recinto que yo habite. Esta comedia no va conmigo y el papel asignado no lo quiero, a partir de ahora el escenario es todo tuyo.


Nani. Julio 2019

jueves, 26 de julio de 2018

INFANCIA





Inconfundible el olor que desprendía la ropa recién tendida o cuando se metía entre las sábanas limpias, frías y recién planchadas; era como volver al remanso del vientre materno. Todo se relacionaba y quedaba unido en un mismo paquete. Siempre le contó ella que el jabón casero era el que ejercía el milagro, pero bien sabía  que había algo más, algo que se llamaba madre y que incluía amor y dedicación. Algo que resultaba suave y delicado a pesar de aquellas manos broncas, agrietadas y cargadas de faenas domésticas, labores en el campo y sogas restregadas, bien para lanzar y recoger el cubo dentro del pozo, retorcer y trenzar espartos en los días lluviosos, apilar alpacas y pleitas, cargar serones, subir y bajar cargas al pajar, hacer limpiezas después de las cosechas y para colmo, cuando fueron pequeños aún le quedaban ganas en las noches veraniegas, de recortar en los periódicos atrasados anuncios de juguetes o ropa del Corte Inglés, coserlos con alfileres y cuando ya entrada la noche, hacer que aquello se moviera con ayuda de una linterna para crearles la ilusión de estar sentados en una silla del cine de verano, mientras sorbían un tazón de leche migada.


Nani. Julio 2018

lunes, 23 de julio de 2018

ECHAR EN FALTA

Es la primera vez que asumo qué ocurrió aquel día de final de curso. Entré en los lavabos de chicos, quería ver qué pasaba allí y cogerles infraganti en aquellos hechos que en el patio se convertían en risotadas y cuchicheos. Encontré a los dos líderes abrazados y semidesnudos. No se dieron cuenta de la espectadora que les observaba atentamente. Pasados unos minutos, el calor que me embargó y los jugos que se derretían dentro de mí, hicieron que me uniera al grupo. Desde entonces aquello se convirtió en una constante y nuestro trío fue perdurando hasta que uno del grupo salió del país. El dúo no funcionó ya que la mala conciencia la sustituyó la apatía. Hoy me doy cuenta que nuestro matrimonio solo sirvió para procrear y echarle en falta.

Nani. 19 julio 2018


jueves, 19 de julio de 2018

A TENER EN CUENTA


Imagen que propone "Valencia Escribe"

Nos decían cotillas por asomarnos a verlos pasar. Por entonces era lo único que podíamos hacer. Una tarde de verano fuimos al río. Eran escapadas furtivas. Hubo algunas más que terminaron por ser prohibidas a pesar de que a los veinte, yo era madre y mi hermana tía. Cuando terminó el bachiller, estuvo entre el público pero no hablamos. Ahora ya no sé si merece la pena.


Nani. 19 julio 2018