miércoles, 24 de agosto de 2011

LA RISA, (Una filosofía)




El otro día fui al doctor para que me diagnosticara una manchita que me había salido en el brazo izquierdo. No parecía tener mala cara, pero de todas maneras me preocupó mucho y cuando me la miró D. Sonrisas, me comentó que mal aspecto no tenía pero si la cara un poquito agria, porque imaginaba que no sonreía mucho y por lo tanto, aún menos reía.

Le comenté que tenía razón, que últimamente me había molestado mucho con los problemas familiares, del trabajo y con lo que sucedía en la sociedad que vivimos y que por eso, me estaba poniendo un poco fea incluso, de tanto arrugar la frente y pensar que todo era un poco simple a mi alrededor. Pero lo que no podía imaginar (le seguí comentando), es que por ese motivo me salieran manchitas en las brazos. Según me iba diagnosticando, me comentaba que todo y más nuestro estado de ánimo influye en nuestra salud, nuestra piel y en lo que aparentemente no vemos en nuestro organismo, así que me recetó un taller de “Risoterapia”, que comenzaba en unos días en un local cerca de casa.

Empecé a asistir con cierta desconfianza y me costó integrarme, pero al cabo de unos días y viendo a los asistentes que tenían problemas verdaderamente importantes y se reían con ganas, incluso se revolcaban por el suelo muertos de risa, dejé mi mala cara aparcada, comencé a dejarme llevar y hoy tengo risas para dar, repartir y consigo reírme hasta de mi sombra y lo más bonito de todo, es que mi piel luce como la de un melocotón, mis adentros los percibo radiantes y mi corazón reboza de alegría. Por fin he entendido que si yo no estoy alegre y contenta conmigo misma, ¿Cómo voy a reflejar nada positivo ni voy a contribuir que mi entorno esté bien? Por fin entiendo que tengo que ser un payaso cuando toca serlo, una esponja-sonrisa cuando se da el caso, o una carcajada cuando toca reírme de mí misma. Por fin entiendo que la vida no es tan seria como yo creía, sino una alegría tener la oportunidad de conocerla.


Nani. Agosto 2011.

miércoles, 17 de agosto de 2011

UNA BUGANVILLA CON SORPRESA


Por diversas circunstancias que no vienen al caso he tenido que dejar abandonadas mis macetas, esas que tengo en la terraza y hoy por fin me he decidido a eliminar tallos secos, malas hierbas y el caos en que se habían convertido dentro de unos tiestos que están mustios y tristes.

Me he quedado un tanto sorprendida al ver que la única maceta que relucía esplendida es mi buganvilla y no me podía explicar el motivo, ya que todas las plantas están deterioradas o comidas por las malas hierbas. Ha sido una larga tarea la que he realizado y cuando me ha tocado repasar la ya mencionada buganvilla y única que seguía en condiciones, allí les he encontrado después de llevar más de año y medio buscándoles. No podía imaginar que se hubieran refugiado en esa planta y que al mismo tiempo hubieran cuidado de ella. Cuando les he preguntado el motivo que les llevó a despistarse y no dar señales de vida, ellos, mis queridos “dioses menores” me han respondido que habían decidido conocer otros lugares por una temporada, que como no les hacía mucho caso últimamente pensaron que era mejor aprovechar para conocer mundo (y bueno esa es la verdadera libertad que todos debemos tener) y que cuando han vuelto les daba un poco de apuro hacer acto de presencia porque sabían que me tenían preocupada ya que se fueron haciendo mutis por el foro y me imaginaban enfadada y a decir verdad no se equivocaron mucho, pero seguido a la preocupación y al enfado entendí que ellos necesitaban su libertad y sus ganas de conocer otros sitios, así que sabía que algún día volverían y como he descubierto, así está siendo. Hoy les agradezco que hayan vuelto y hayan convertido mi humilde buganvilla en su hogar y una “TIERRA MÁGICA” y encantadora donde he comprobado están felices aunque un poco agobiados por no saber como volver a hacer de las suyas. Estoy segura que ahora que se por donde andan volverán a hacerse notar y si digo la verdad ya les echaba de menos, así que Dios nos ampare y que sea lo que tenga que ser. Creo que la magia ha vuelto a estar rondándome, así que a disfrutar de ella y ya os contaré…


Nani. Agosto 2011.

jueves, 11 de agosto de 2011

PUERTA IZQUIERDA, PUERTA DERECHA


El dibujo se lo he cogido prestado a María Pan

¿Y me preguntas que aromas son los que me traen recuerdos y cuales son esos recuerdos que acompañan mis aromas?

Siempre que intento asociar ambas cosas me veo pequeña, muy pequeña y volviendo del colegio. Para entrar a casa podía hacerlo por dos sitios distintos, la puerta izquierda y la puerta derecha. La primera era la entrada del negocio de mi padre y la segunda el negocio de mi tío, pero ambas puertas daban entrada a la misma vivienda donde las dos familias compartíamos nuestras existencias, alegrías, penurias y el día a día; aunque lo que intentaba describir son esos aromas asociados a recuerdos y esos los percibía cuando entraba a casa. Si lo hacía por el negocio de mi tío, olía a engrudo, cuero y badana, cera, goma de ruedas viejas de coches y a cola. Allí encontraba al bonachón de mi tío, cosiendo zapatos, cortando albarcas para el trabajo de los campesinos, o pasando el cerote de manera concienzuda a los cabos de cáñamo hasta dejarlos finos, afilados y suaves para poder pasar por los agujeros que con la lerna hacía y así coser y unir el molde diseñado en el cuero y cortado con la cuchilla a la suela del zapato. Allí podía pasarme horas enteras mirándole. Era la paz y la ternura, sin prisas y sin que apenas se notara el transcurso de las horas, sin embarbo sucedía todo lo contrario si entraba por la puerta izquierda y negocio de mis padres. Había ruido y bullicio y lo primero que se percibía por los sentidos olfativos era el olor a cocido, potaje, calamares fritos, aceitunas, vino, vinagre y un sin fin de aromas entre mezclados y envueltos en ese alboroto de voces, tintinear del cristal de las botellas y los vasos, los platos entrechocar al recogerlos o al ir al fregadero de la cocina, donde mi madre y la persona que le ayudaba, se afanaban en freír pescado y arreglarlo al mismo tiempo, hacer el cocido o el potaje para que comiéramos con tiempo de volver al cole de nuevo y hacer un sin fin de trabajos que derramaban olores diversos, sabores distintos y texturas muy diferentes para que mi padre sirviera a la numerosa clientela.

Nani. Agosto 2011.



viernes, 5 de agosto de 2011

AQUELLOS MONITORES QUE..


El dibujo se lo he cogido prestado a Maria Pan

Cuando preparaba el carnet de conducir, le tocó un monitor un poquito cotilla, ¡ya se sabe en los pueblos pequeños que todos sus habitantes suelen estar unos pendientes de otros!, pero ella era distinta e intentó demostrarle que no le interesaba que fulanito fuese todos los días y a la misma hora a casa de setanita. A ella lo que le interesaba era hacer carretera, solucionar problemas posibles a la hora del examen y saber cuales eran las dificultades más normales, como se utilizaba el freno de mano o como debía enfrentarse a una rampa y evitar que el coche se le calara. Entonces cuando ya se cansó de todos los días escuchar lo mismo, como pudo se lo comunicó al monitor. No quería ofender a nadie, pero tampoco quería estar pagando para escuchar chismes, así que aquella mañana le dijo: “Señor, yo practico la filosofía de los tres monos sabios o chinos”. Se le quedó mirando y dijo que no sabía que era eso ni a qué venía su comentario. En aquel momento no le quedó más remedio que ganarse su antipatía cuando le respondió: “Esos monos tienen un fin, el primero se tapa los ojos porque dice que es ciego, el segundo dice que se tapa las orejas porque dice que es sordo y el tercero se tapa los ojos porque dice que es ciego”.


Nani. Agosto 2011.