No quiero volver a verte
nunca más. Te lo dije hace seis meses, seis días y seis horas y lo vuelvo a
repetir ahora. No me has pegado, ni me has clavado el cuchillo, pero es tu
mirada la que me agujerea. Lo que me falta al respeto es lo que callas. No
tengo moratones, pero tu maltrato emocional hizo que me desangrara y el miedo
me paralizara. No me has matado, pero me has convertido en un zombi.
Nani. Enero 2017