viernes, 22 de marzo de 2013

ASOMBRO Y DUDAS (REC)









ASOMBRO



No sé, murmura Manuela compungida mientras se mira las manos vacías. Niega con su cabecita¸ encoge los hombros y las mira de nuevo sin dar crédito a la desaparición. Las había tenido llenas y ahora gimoteaba mientras descubría con asombro, que sus manitas quedaban peguntosas y llenas de algo que parecía caca.

La seño le vuelve a repetir de manera cariñosa, que las chocolatinas no se pueden apretar tanto porque se derriten con el calor del cuerpo.



Nani. Marzo 2013



DUDAS



No sé, murmura Manuela compungida mientras mira su cuenta de ahorros. No sé qué voy a hacer, me quedan 120 euros, es 15 de marzo y el día veinte cumple el plazo de la hipoteca. No sé si ir con el bate bajo el abrigo a hablar con el director del banco, pedir en la puerta de la iglesia aunque haya mucha competencia o dejarme caer por el puente.



Nani. Marzo 2013


jueves, 14 de marzo de 2013

IGUALDAD (REC)






MANERAS DE APREHENDER A  SER



… y restos de lágrimas en las mejillas, que  limpia con su reluciente pañuelo de flores, regalo de la abuela. Más tarde le da el bibe y percibe que se hace pipí.

Mientras, el niño prepara el diminuto pañal.

Una vez cambiado los hermanitos preguntan a mami que los observa, si les va  a permitir preparar una comidita para cuando lleguen los amiguitos. La casa de muñecas está reluciente y encima del impecable mantel, hay una bandejita con una miniensalada que quita el hipo.




Nani. Marzo 2013







CAMPAÑA



… y resto de lágrimas en las mejillas, además del carmil deslucido, el labio partido y la mirada triste y perdida.

El cartel que presentaban contra el mal trato, resultaba ya un tópico. Estaban seguros que algo fallaba y con eso no bastaba para transmitir valores e igualdad. Era algo que no conseguían reflejar en una cartelera que año tras año, les dejaba ese regusto amargo del fracaso.



Nani. Marzo 2013

Al leerlos de nuevo, creo haber estado influenciada por los temas de igualdad, tan trillados que hemos escuchado en estos días. Los cambios los tenemos que hacer desde la infancia y de otrra manera.

domingo, 10 de marzo de 2013

PINTANDO










“Este es un seis y este es un cuatro, cerramos los extremos  y obtenemos el retrato del tío Pajuato”.

Así entre risas, bromas y mucho cariño, el abuelo me enseñó a hacer mis primeros garabatos, allí tumbado en la estera de esparto,  delante de la chimenea alimentada con palos de olivo. Recuerdo cuando fue a la ciudad y me trajo el primer cuaderno de dibujo y unas láminas para que copiara, a las que acompañó con aquella goma de borrar que olía de forma deliciosa, lápices de dibujo, carboncillos y varios difuminos de distintos gruesos para que empezara a emborronar, sombrear y que manchaban al mismo tiempo, los puños de mis camisas, jerséis  y dorso de mi mano. Acababa todo pringado, pero feliz de ver como mis manos eran capaces de empezar a perfilar objetos, sombras, paisajes y hasta lo más cotidiano que me rodeaba. Ya de muy niño comencé con siluetas como la de ”tío Pajuato”, más tarde se convirtieron en felicitaciones de Navidad para los padres y profesores del colegio. Después en carteles por el instituto, retratos a mis compañeros y amigos, para culminar aquella afición que el abuelo me contagió, en mi auténtica profesión.

Hoy me encanta pintar las olas del mar, las puestas de sol o la luna acunarse en el horizonte y en época estival, sentarme en la plaza de cualquier pueblo costero y retratar a niños, padres, parejas  y abuelos y si encarta; a la golondrina del atardecer, la gaviota ladrona, la paloma buscona, la prostituta celosa o al chulo que en la esquina la acosa. Y al amanecer, al pescador alegre, frustrado, las redes, las barcas, la manos curtidas, las arrugas de la cara, los ojos sinceros, los labios ávidos de besos, los pies descalzos y huesudos, los niños que ajenos juegan, las mujeres sirenas y las sirenas mujeres, que con paciencia a su pescador esperan.

De esta manera y con trazos, surcos o pinceladas, doy color a la vida que me rodea, cambio el gris por el arco iris y chorreo alegría de brochazo en brochazo.




Nani. Marzo 2013

jueves, 7 de marzo de 2013

UNO Y DOS (REC) EL JARDÍN DE LOS CEREZOS








EL JARDÍN DE LOS CEREZOS

Sólo a las niñas guapas y a los hermanos que se las presentaban, les dejaban pasear por el Jardín de los Cerezos cuando estos florecían. Se decía que les contagiaba dulzura, belleza, hermosura y esbeltez a la hora de la cosecha. Luego las cerezas lucían rosadas, melosas y tersas como ellas, pero al mismo tiempo, fuertes y resistentes como los acompañantes orgullosos de protegerlas. 




PRIMERA REPRESENTACIÓN

Sólo a las niñas guapas y a los hermanos que se las presentaban les permitían formar parte del espectáculo. Los más avispados se retiraban a tiempo, pero muchos otros quedaron profundamente heridos, al ver salir de escena a las chicas, con marcas imborrables.

Nani. Marzo 2013