Aunque es Navidad y como un día más, a la salida del trabajo en las altas horas de la noche se encuentra en la esquina de la calle, el camión de la basura y al hombre que recoge papeles y que una vez más, le saluda con una ligera inclinación, sin dejar activo su artilugio.
Más arriba, estarán Bernardo y Pablo en el cajero automático, jugando su habitual partida de "chichón". Seguro se tropieza a Lucas que habrá cerrado el bar, cuando las pesadas de turno le hayan dejado volver a casa.
Sigue caminando y parece presentir que hay algo distinto en el ambiente. Creé que la noche está más luminosa y que las estrellas brillan de forma distinta. Hace un frío de mil demonios, está cayendo una helada impresionante, pero a pesar de todo, la noche parece distinta, menos lúgubre y triste y creé adivinar, que la monotonía diaria va a cambiar.
Al llegar a la altura del cajero automático, le da un vuelco el corazón. Bernardo y Pablo no están solos. Hay una mujer con ellos y por su ropa se podría decir, que es árabe. En sus brazos sostiene a un niño recién nacido. También hay un perro y un gato que dormitan acurrucados uno junto al otro. La mujer tiene abrigadito al pequeño con el velo que le cubre el cabello y aunque se le ve poco el rostro, se adivina que es muy bonita y joven.
De repente, aparece un hombre también joven. Viene jadeante y entra en el cajero, diciendo: "Miryan, no me dan alojamiento en el hostal, porque somos marroquíes. Tendremos que pasar la noche aquí, donde estos señores nos han ofrecido cobijo".
El trabajador, vuelve a casa pensando que la historia se repite. Que Jesús nace todos los días y que los seres humanos, volvemos a cometer todos los días los mismos errores, que seguimos mirándonos el ombligo y que seguimos siendo igual de egoístas. Pero que también, sigue habiendo pastores que ofrecen lo poco que tienen, animales que dan calor a los recién nacidos. Y seguro que pasados unos días, podrían aparecer un "Melchor, Gaspar y Baltasar", que les ofrecieran unos papeles en regla, les proporcionaran algún trabajo medio digno y alguna habitación resguardada del frío, para acoger a esta familia, tan parecida a aquella de Belén.
NANI. Diciembre 2007.
...pues si, no creo que deje de pasar, habrán mil niños que nazcan como aquel que los Cristianos llamaban Jesús de Nazaret y que pasemos al lado sin mirar para que no se nos remueva el estómago..., mientras nos disfrazaremos, disimularemos el amor que no es y nos tomaremos unas sales de fruta tras el jamón de pata negra y el vino en demasía...
ResponderEliminarNO MIRAR NO NOS HARÁ NUNCA INVIDENTES, SÓLO MALAS PERSONAS...(me incluyo yo...LA PRIMERA...)
te quiero mamá...eres mágica
Que imaginación tienes,reina..que original manera de contarlo.
ResponderEliminarTienes mucho arte, chiquilla....y mucha humanidad.
Por cierto....mira que busqué tu foto por todas partes y.....nada....si la encuentro, no te libras del "gorrito" de Navidad...jejeje.
Muchisimos besos.Felices fiestas
Precioso, no puedo decir mas...
ResponderEliminarUn besazooo
ohhh que historia :D
ResponderEliminarMe ha encantado tu texto, de verdad :)
ResponderEliminarTengo que reconocer que todo lo que he leído son verdades y muy tristes. Muchas veces he comentado yo con mis padres o con J. que la gente que vive en la calle recoge animales que están tan solos como ellos y que nosotros no nos dignamos ni a compartir asiento en el metro con ellos
un beso
Qué giro del prisma, que punto de vista tan único.
ResponderEliminarGracias por dejar que nos asomemos a tu ventanita y miremos a través de tus ojos.
Vas a tener razón, lo bueno y lo malo de la Navidad se repite continua y cíclicamente, ¿alguna vez romperemos la inercia?
Muchos besitos Nani :)
Muérete de envidia Dikens...
ResponderEliminarMaravilloso... No hay más que decir
ME ha gustado esta versión moderna y actual de lo que debió ser aquél momento tan trascendente. No soy religiosa pero creo que Jesucristo debió existir y su nacimiento pudo marcar una era en que la humanidad pudo mejorar pero no la aprovechó.
ResponderEliminarBesos
Bonito post!!!
ResponderEliminaryo creo que algún día, no miraremos de que pais se es, o de que color se tiene la piel, sólo miraremos que es una persona y ya esta
Un beso
Muy bien. Actualización de una historia que nunca acabará. Un saludo.
ResponderEliminarQué pesebre tan original! Eres experta en darle la vuelta a las cosas más cotidianas y transformarlas en mágicas.
ResponderEliminarUn besote!
Bonita historia, y preciosas las gafas que tienes para mirar éste mudo, te dan un punto de vista único...
ResponderEliminarBesossss.
Precioso... es que no se puede decir nada más.
ResponderEliminarBesos
Muy original el punto de vista, eso es lo que hace falta: imaginación. Un abrazo.
ResponderEliminarLa palabra nunca terminará de poner solución a estas situaciones y a otras muchas. Es necesario nuestra mano, nuestro compromiso. Hay que asumir nuestra responsabilidad como personas que caminan, aman, piensan y sienten. Ese niño, como sus padres, como todos los demás podemos ser cada uno de nosotros en un momento de la vida. Esa experiencia que llevamos tendría que ser suficiente para actuar en la medida de nuestras posibilidades.
ResponderEliminar¡GRACIAS NANI!, por seguir dando destellos dorados como la estrella de Belén.
Coincido con Necio, solamente puedo decir Maravilloso. Por cierto Féliz Navidad!!!!
ResponderEliminarVuelvo a leerlo y vuelve a gustarme.
ResponderEliminarVaya que sí: nacerá a nuestro lado y pasaremos de largo, que ya somos muy listos y lo sabemos todo.