
Las cerezas me ha sido imposible recogerlas. Esta mañana con esa intención me fui al campo. Cogí mi sombrero de paja, mi cesta de mimbre y el corazón dispuesto a emprender una pequeña caminata y una recolección generosa pero no en demasía para que el camino de vuelta, no fuera en exceso pesado.
Cuando casi estaba llegando a la finca de los cerezos, estaba la mañana recién amanecida. El paseo había resultado una delicia. Los trinos de los pájaros me han acompañado, así como la brisa fresca de la mañana y el rocío salpicándome los tobillos.
Al llegar a una pequeña colina que tenía que cruzar antes de divisar los cerezos y al mirar al frente, he quedado atrapada. Me senté para ver terminar de salir el sol por detrás del montecito de los Cipreses. Tan embelezada he quedado, que cuando quise darme cuenta, el sol apretaba como suele apretar en el mes de julio, así que me he dado la vuelta con mi cesta vacía, la mirada plena y el corazón brincando por el paisaje retenido.
La cesta como decía, ha regresado vacía pero yo he vuelto llena y mañana..., mañana volveré a por las cerezas.
Nani. Julio 2008.

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ResponderEliminarPero Nany es que tu lo quieres todo Si vas a por cerezas , cerezas y si vas a recibir al sol ... Son dos actuaciones que necesitan concentración demasiado hermosas para la torpe mente humana Poquito a poco querida a miga poquito a poco.
ResponderEliminarUn abrazo
Y ahora por qué suprimimos comentarios?
ResponderEliminarAndá, decíme... Que ya sabes que me gusta el chisme
Pudiendo volver en otro momento a por las cerezas, era menester quedarse con esa imagen del amanecer...es una de las instantaneas más bonitas que nos regala la naturaleza! ;)
ResponderEliminar1 besazo!
Y lo mismo mañana te vuelves a venir con la cesta sin nada otra vez… Pero total, que mas dá; mientras puedas tener amaneceres… ¡que mas quieres!
ResponderEliminarKisses
Las cerezas las has dejado, pero en la retina y en el alma has traído un bello amanecer.
ResponderEliminarTanto que te quedaste embelesada, no me extraña, es una de las cosas más bonitas, ver llegar el día.
Bueno y embelesado y con la boca echa agua me dejas a mi:)))
Niña, qué cerezas!!!
Aunque las que nos dejas plasmadas salidas de tu mano y tu corazón, son únicas:)
Besicos
Hay veces que, nuestra primera intencion tiene que esperar ante las cosas que no llegan sin haberlas visto...
ResponderEliminarUn besazooo y mañana trae cerezas para todos, eh??? Jajaja!!!
Uy no se yo si mañana volverás a recoger las cerezas, algo verás y te entretendrás ya verás jajajajajja
ResponderEliminarMil besos
qué bonita historia :D
ResponderEliminarAlguna vez deberás contarme en qué lugar del paraíso, fuiste concebida!
ResponderEliminarPuedo leerte cien veces, y siempre siento esa placidez, reparo, cobijo,ternura. Sos bella en serio, Nani!
Menos mal que las cerezas, también se llaman cerezas en España! (Hoy no necesito traducción)
Precioso, bucólico y primaveral relato, querida amiga!
Te abrazote fuertote!
PD: espero terminar algún día el correo para Vos. He tenido días terribles de trabajo. Disculpame por favor!
Ibas a por cerezas y encontraste algo mejor. Ya dicen que es mejor vivir el trayecto, que llegar a la meta.
ResponderEliminarSaludos.
Creo que ha valido la pena el deleite del paisaje. Las cerezas pueden esperar un poquito.
ResponderEliminarLindo paseo, de nuevo me contagias.
Abrazos.
G
Las cerezas, como las bicicletas, son para el verano.
ResponderEliminarDisfruta.
Me encanta tu forma de escribir, al leerte me transporte a ese valle, el sol...y la busqueda de cerezas...feliz de ser libre, sin pensar en nada mas q coexistir con la hermosa naturaleza q rodea..
ResponderEliminarSaludos Nocturnos
que mejor que tener el corazón lleno...no sabes cuanta paz me has dado..un abrazo enorme
ResponderEliminarPor eso aquello que dicen has planes y veras como Dios sonríe, de manera que te tenia otro plan, me encanto,las cerezas para otro día,precioso!!!!!!!
ResponderEliminarPd:Gracias por ese regalo,el pasar por mi blog que arriba a su primer aniversario,yo siempre te sigo.
Qué ricas, Nani!!!
ResponderEliminarBesos
Sí, la Nani de mi post eres tú. jajaja.
ResponderEliminarMe encantó esto de ir por cerezas y traer vivido el amanecer. Un abrazo.
Ummm cerezas y sol.
ResponderEliminarMi cesta habría vuelto vacía también porque las cerezas habrían terminado en mi barriga, como cuándo iba a por moras y al final comía más que metía en el cubo, ajajjaja.
Besossss.
Que maravilla este blog!! está lleno de imágenes, olores, sabores, sensaciones...
ResponderEliminarMe dieron ganas de bailar bajo el sol...
Besos
jejejeje...las cerezas pueden esperar... el tiempo no para...y hay que hacer lo que realmente se siente...eso es coherencia y a mi me gusta la coherencia...jejejeje bueno, y tú también ...
ResponderEliminarBesis
yo también me hubiera sentado debajo del ciprés, las cerezas pueden esperar, y si no las compramos a un castillero en le mercaillo. Besos
ResponderEliminarSinceramente creo que has ganado con el cambio. Como bien dices vuelves con la cesta vacía pero con el alma henchida ante tanta belleza.Y eso amiga, es una terapia tan maravillosa...
ResponderEliminarBesos
De las cerezas me gusta desde el nombre hasta el hueso, pasando por el árbol que las da, el color que tiñe el yogur natural de rosa fuerte y la piel que las envuelve, Un saludo
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