Miraba y no podía dar crédito a lo que veía. Siempre le atraía la lluvia como la que hoy caía y dicho de paso, muy inusual en esta ciudad. Una lluvia que conseguía difuminar los edificios de enfrente y daba al paisaje otro color. Cuando miraba en días soleados le agobiaba el asfalto y los edificios enormes que hacía impersonal todo cuanto tenía delante. La lluvia era armoniosa y daba naturalidad a todo cuanto se fijaba en sus pupilas. Se había criado en una pequeña aldea de la sierra y desde que se fue a aquella inmensa urbe, sus nervios se alteraban. Necesitaba el espacio que le proporcionó la naturaleza. Necesitaba escuchar el canto de los pájaros al amanecer, los rayos del sol filtrarse por las rendijas de su persiana de varillas, cuando el globo rojizo se despertaba y le daba los buenos días con un cálido beso. Necesitaba el olor a tomillo y romero. Necesitaba ver el violeta de los lirios silvestres, cuando asomaban entre las rocas o en algunas explanadas. Las margaritas en primavera y los campos de amapolas en el valle. Necesitaba sentirse viva y solo la naturaleza le proporcionaba esa sensación, por eso no lo pensó más. Se quitó el pijama y se puso un chándal. Se recogió el pelo en una coleta y salió a la calle a recibir la lluvia. Hoy volvería empapada de vida.
Nani. Noviembre 2008.
Qué paz nos trasmite el ver cómo la lluvia se escurre tras el cristal, como la luz cambia y nos envuelve la tranquilidad, la pausa, el sosiego. Nos obliga a refugiarnos en nosotros mismos y anhelar el abrazo tierno de nuestro otro yo.
ResponderEliminarUy.. que me has puesto melancólica... Un besiño.
La lluvia es vida,renacer...En condiciones normales tiene la propiedad de hacernos evocar recuerdos,su sonido nos calma,un regalo de la naturaleza que nos hace buscar refugio en nuestros pensamientos,invita al recogimiento.....A mi también me pusiste melancólica!............
ResponderEliminarEs un placer muy grande, caminar o corretear bajo la lluvia, empapándose, sintiendo el frescor... Mucha vida en la piel
ResponderEliminarEl día que no pueda permitise salir bajo la lluvia será entonces cuando esté atrapada. Besitos varios.
ResponderEliminarLa verdad es que cuando la lluvia cae pero sin mucha fuerza, da mas paz que cualquier otra cosa :)
ResponderEliminarBesicos
Me encanta la lluvia...eso de salir y empaparse por ella es algo que he pensado alguna vez pero nunca he hecho... me lo apunto :)
ResponderEliminarBesicos
Pues nada...si os gusta a todas tanto...podéis venir a casa, os invito a café y a ver llover unos cuantos meses. :)
ResponderEliminarBesos
Una vez hice eso y me cogí un catarro de los buenos, pero mereció tanto la pena. Fue una tarde de tormenta en un pueblo del norte de Italia. Besos Nani.
ResponderEliminarQue gran acierto esa última frase !!!
ResponderEliminarFelicidades...
Esa lluvia cálida y suave cuando cae, me encanta, deja el olor a tierra mojada, a hierba fresca a campo...
ResponderEliminarCuánto se extraña si alrededor sólo existe cemento.
Precioso nani, casi puedo sentirla en el cuerpo.
Y llevas razón al final, la lluvia es vida!!
Muchos besos y más besicos.
La lluvia..gotita a gotita, gotitas de vida que resbalan y te atrapan..lluvia y vida que bonito lo escribste..
ResponderEliminarasí hay que vivir: lleno y empapado de vida
ResponderEliminarO de los milagros de caminar, sin paraguas y a su lado, bajo la lluvia citadina...
ResponderEliminarBonito relato. Por unos instantes me he sentido con mis botas de montaña paseando por el campo con mi mochila. Esto es lo que tienen las palabras, en un instante te transportan o te evocan una buena sensación. Me he sentido viendo todos los colores, respirando el olor a hierba fresca, cruzando un pequeño riachuelo……..
ResponderEliminarUn saludo navarro.
Que bonito Nani!!!
ResponderEliminarAysss... ¿Y a quien no le gusta empaparse de esa vida??? Yo firmaba ahora mismo!!!
Un besazooo
Por fin puedo volver a publicar comentarios!
ResponderEliminarQué hermoso post, quien pudiera renovarse y llenarse de vida!
Felicidades los premios y vi las conservas...
Ummmmmmmmmmm qué ricas q se ven!!
Siempre que puedo lo hago: me mojo con la lluvia..me hiciste recordar un escrito que publiqué hace un tiempo si quieres le echas una ojeadita :)
ResponderEliminareste es el link:
http://nochehermosa.blogspot.com/search/label/Recuerdos%20de%20Lunas%20Pasadas
por cierto, te tengo un pequeño regalo en mi cuevita, espero te guste querida Nani, se encuentra en el lateral del blog.
Un abrazo cariñoso.
Pues yo recuerdo a mi amiga Helena que la encontrábamos Pibe y yo cuando subiamos Llanillo arriba debajo de nuestro inmenso paraguas. Ella bajaba pero... toda empapada y sola, con su gran sonrisa y nos decía: ¡hola, me gusta mojarme! y continuaba con su paseo disfrutando de su húmeda soledad... Me ha evocado este recuerdo...y te lo he contado...jejeje
ResponderEliminarSigo con el subidón, pero presiento que Morfeo se va a encargar de espantarlo...
Muchos besos y gracias por otorgarme el honor de que algo que ha sido mío y ya no lo es...corone tu rinconcito...lo dicho ¡un honor!
No hay nada mejor que la lluvia para regalarnos la vida...
ResponderEliminarbesitos grandotes...
La naturaleza siempre se echa en falta, pero cuidado con el posible resfriado.
ResponderEliminarBesos.
Mi querida Nani, estas cosas que pasan... hemos escrito sobre lo mismo sin ponernos de acuerdo.
ResponderEliminarSensaciones... esas que nos permiten vibrar, recordar, expresar, sentir...
Hermoso relato, de dieron ganas a mi también de salir a mojarme!
Besos
Porque un día de lluvia no tiene por qué ser un día triste.
ResponderEliminarSaludos
Excelente relato, casa encendida, me gusto mucho!
ResponderEliminarme encanto el relato, es muy poetico, me hiciste recordar muchas cosas, adoro la lluvia!
ResponderEliminarPrecioso relato. Casi podría afirmar que te gusta la lluvia.Un abrazo.
ResponderEliminarPues en lo que a mi concierne, esta visto que necesitaba la lluvia y me persigue en cada una de mis salidas. Remojarme en agua celeste...yo creo que me esta purificando y cargando las pilas.
ResponderEliminarUn relato magnífico, como todos los que escribes. voy a ponerme al día que tras un tiempo de ausencia parece ser que vuelvo a la carga.
Unbesazooooo
Pues en lo que a mi concierne, esta visto que necesitaba la lluvia y me persigue en cada una de mis salidas. Remojarme en agua celeste...yo creo que me esta purificando y cargando las pilas.
ResponderEliminarUn relato magnífico, como todos los que escribes. voy a ponerme al día que tras un tiempo de ausencia parece ser que vuelvo a la carga.
Unbesazooooo
Ummm... ¿Tendré que inventarme a la Chica LLuvia?... Ummmm... ¿o al Chico Arco Iris?... ummm...... :P
ResponderEliminarLa naturaleza..., la añoramos tanto en estos tiempos en que va desapareciendo poco a poco de nuestras vidas...
ResponderEliminarYo lo he notado mucho, tanto que cuando salgo al campo no puedo dejar de hacer fotos al atardecer, a las flores, a los detalles más nímios. Creo que no es más que un síntoma de la nostalgia animal que sentimos hacia ella.
Me encanta la lluvia, me encanta verla, oírla e, incluso, sentirla... eso sí, cuando hace calorcito :)
ResponderEliminarBesos
Mi Preciosa Nani:
ResponderEliminarEl relato es una fiesta para los sentidos!
Como sabés, vivo al pie de la cordillera de los Andes, y por estos lados la lluvia tiene un valor especial. El clima semi-desértico no nos permite disfrutar más que de tanto en tanto (y a veces se ausenta por muchos meses)de ese regalo de la naturaleza.
Empaparse de esa lluvia es simplemente maravilloso, en lo personal soy felíz cuando me encuentra (aunque lamente cabellos y zapatos)salto como niña chica entre los charcos!
Jajajajajajá! En dos ocasiones anteriores, te escribí mientras llovía a cántaros y ahora, que el cielo está despejado...llego a tu blog y me encuentro: LA LLUVIA DE CIUDAD! ¿Será un mensaje de los dioses?
Muchísimas Gracias por tus letras mi arma!
Besicos con buen tiempo para el fin de semana o lluvia para empaparte de vida! Te abrazo!
Mi nani, yo no quiero más lluvia, quiero el sol de tu tierra.
ResponderEliminarAndo de cabeza, por eso estoy un poquito ausente, aunque me puse al día con posts atrasados.
ResponderEliminarComo me encanta la lluvia, me ha encantado este, aunque hoy hace sol, y me parece que la lluvia me queda lejos.
Kisses
El olor a tierra moada que precede a la lluvia, me encanta.
ResponderEliminarBesosss.
Es en las cosas más sencillas y simples cuando conseguimos sentirnos vivos, cuando olvidamos los prejuicios y no nos importa dejarnos "mojar" por la vida.
ResponderEliminarBesos
hola es mi primera vez por tu blog, me ha encantado, por supuesto que te hago la invitacion para que pases por el mio! cariños y encantada de conocerte
ResponderEliminarLa lluvia tiene un estado de ser que nos transmite un millon de sensaciones, mas aún, si la vemos a traves de la ventana, del cristal mojado, eso hace que uno sienta una paz determianda y soñemos. Es así que tras el cristal, nos refugiamos y viajamos a la vez.
ResponderEliminarEs muy bellisimo lugar el que he encontrado aquí, me parece maravilloso la forma de escribir que tienes, volveré.
Nes
De nada, Nani.
ResponderEliminarYa me vale con el cachito de sol que tú me traes siempre.
Besos
Hizo lo correcto, quitarse la piyama y salir a tocar la lluvia.
ResponderEliminarBesos linda.
Me encanta la lluvia. Me purifica y me llena de euforia. Por eso me ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarUn abrazo
Necesidades básicas, Nani. Poco más básicas que respirar.
ResponderEliminarQué hermoso.
Un abrazo.
Vuelvo porque el otro diá ya me había fijado en el dibujo, pero no me había dado cuenta de quien lo ha dibujado.Lo encuentro con una fuerza y al mismo tiempo con una frescura casi casi juvenil. Muy original Me estan entrando ganas a mi también
ResponderEliminarUn abrazo
Interesante rincon...
ResponderEliminarsaludes..
y mucha paz-ciencia!!
Ah, yo siento exactamente lo mismo cada vez que llueve, y le digo a mi mujer: salgo en busca de mi ración de lluvia.
ResponderEliminarQué bello texto.
Un abrazo.