Recogí mi cámara de fotos y salí a la calle. El sol me deslumbró. La penumbra que mantenía dentro de casa, me dejó noqueada al salir. No podía imaginar como lucía, como quemaba y como brillaba. Pensé que mejor hubiera sido esperar al anochecer con la fresquita, claro que esa hora no hubiera sido la adecuada, ya que mi intención era hacer fotos. A estas horas, las personas andaban recogidas buscando el fresquito de algún rincón casero y refugiarse de los rayos de sol que se metían hasta en el último poro de la piel.
Andaba con estos pensamientos, cuando me encontré en unos callejones estrechos y encalados. Me alegró haber decidido seguir, porque la pulcritud de las fachadas encaladas y el brillo solar, hacían un matrimonio perfecto para que el objetivo de mi cámara, captara todo lo que iba buscando y sin apenas darme cuenta, fui a parar frente a una ventana a la que no había prestado atención anteriormente. Me quedé parada mirando, mi mente cavilaba mientras mis manos no paraban, mis ojos enfocaban y mis dedos pulsaban.
El objetivo fue una antigua ventana deslucida con postigos cerrados a cal y canto. Los hierros retorcidos parecían mostrarme lo intrincado que es a veces la vida y al zumbar esta última palabra en mi interior, produjo en mí un efecto tal, que me dejó allí mismo quieta y plantada, sin dejar de mirar aquella cosa antigua y retorcida, que delante de mí parecía querer decirme algo.
Dejó de existir la cámara y la agilidad de mis manos. Fue algo que no había ocurrido antes, la sensación era extraña y a la vez, inquietante. Mi mente imaginaba qué habría sido lo que ocurrió detrás de esos hierros y aquellas viejas maderas a lo largo de tantos años de existencia y vi pasar delante de mí a una señora con traje “Luís XV” de pelo preciosamente cuidado, que llamaba a su ama de cría, mientras espera sentada en un gran sillón con la mirada perdida. En otra habitación (parecía una biblioteca), había un caballero con monóculo que leía algo que parecía tener mucho interés. Y lo que me hizo reaccionar con un escalofrío enorme, fue cuando creí percibir el aliento de un caballo y a lomos de este, un hombre del pueblo llano que miraba con una intensidad desmesurada la ventana, mientras apretaba los dientes y sujetaba con la mano derecha un trabuco. Me restregué los ojos, hice un gran esfuerzo para recolocar mi cabeza y empecé a recorrer el camino de vuelta. Tenía ganas de descargar las fotos, para saber si todo aquello que creía haber visto, era producto de mi imaginación, del soletín que mi cuerpo había empapado o que bien, me metí en otra época sin apenas darme cuenta.
Nani. Julio 2009.
Nani a mi me encantan las ventanas,tengo predileccion por ellas siempre que veo alguna que me llama la fotografio,quien sabe cuantos secretos y vidas detras se escondendetras de allas
ResponderEliminarUna ventana así es capaz de soltar la imaginación y muy bien soltada que has dejado la tuya, si además sale el señor del monóculo y el del trabuco entonces daré por sentada la magia de Andalucía que la hay . Claro que con tanta calor a esas horas el cerebro puede hervir un poco.
ResponderEliminarUn abrazo amiga
Pues a mí me encantan esas ventanas, siempre que las veo en algunos edificios se me va la vista a ellas.
ResponderEliminarSi además guardan historias como la que has contado, mejor.
Ya lo dice Isabel y nosotras lo sabemos de sobra: la magia de Andalucia, esa que te hace escribit tan bonico.
Muchos besicos y muy fuertes.
Las casas antiguas es lo que tienen: guardan tras de sus paredes historias humanas que nos transportan a épocas pasadas.
ResponderEliminarBonita foto.
Hola Nani,que gusto encontrarme con esta deliciosa entrada,he podido hasta sentir el ambiente real y aquel que se escabullo en tu imaginación o quizás un.....Lo tengo como quien dice en la punta de la lengua jajajajaj.....
ResponderEliminar"DEJAVU" O "Déjà Vu"...Algo así como la experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva....Me lo he buscado y todo " La experiencia del déjà vu suele ir acompañada por una convincente sensación de familiaridad y también por una sensación de «sobrecogimiento», «extrañeza» o «rareza»."
El tema es que has recreado una entrada magnifica,con su punto de suspenso...Me ha encantado,fotografia incluida!Te mando un abrazo tan fuerte como resistas!
¡Ostras!...me ha gustado y yo creo que fue real. Las casas antiguas guardan todas y cada una de las vidas que han alojado y la energía se queda pegada en las paredes (jejejeje); pero sólo algunos sois capaces de distinguirlas ¡viva el don! tu cámara y tú presenciasteis un pasaje de antaño que lo mismo se repite continuamente y nadie sabe ver....
ResponderEliminarBisitos guapaa!! wensueño!!!
Ay, qué nostalgia de Andalucía.
ResponderEliminarEs maravilloso ver como puedes meterte tanto en otras imágenes que creas hasta palabras si señor!
ResponderEliminarSiempre he pensado que los relatos son como fotografías :)
Besicos
Un gusto volver a leerte... Mucho más con textos tan bien escritos...
ResponderEliminarTambién yo soy aficionada a fotografiar, entre otras cosas, ventanas, ventanales, balcones, balconadas...
ResponderEliminarUn placer.
Mi Nani...qué experiencia exquisita!
ResponderEliminarClaramente no seré yo quien aporte una reflexión sobria a este relato. Bien por el contrario.
Convencida como estoy de ser un poco médium, (síiiiiii, he dejado la cordura atrás Jajajajajaá)creo que por momentos, pasan cosas que al menos no consigo explicar racionalmente.
"La Ventana" y sus misteriosos personajes quizás fueran alimentados de literatura, pero quizás no. Vivís en un paraíso de historia, un lugar donde hubo VIDAS intensas...algo de ellas, de sus pasiones intensas quizás llegaron en ese día caluroso...
Besazosssssssss Milessss, PRECIOSO DOMINGO MI ARMA!!!!!!
Muchos Cariños para Vos y tus seres queridos!
Seguro te metiste en otra época sin darte la menor cuenta... en las fotos seguro no encontrarás lo que viste, pero si en tu corazón y tu mente...
ResponderEliminarLuego nos cuentas que mas pasó verdad?
Que lindo leerte!
BEsos
Las ventanas despiertan recuerdos y asombros, que en ocasiones vienen desde afuera como observadores y en otras como protagonistas desde el interior. Saludos
ResponderEliminarA mí también me gustan las ventanas. También ésta que nos permite encontrarnos.
ResponderEliminar¿Cómo salieron al final las fotos? ¿Estaban todas esas personas en ellas? jejejeje.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Nani. Un besote muy grandote.
PD: Te escuché en la radio y ... me sorprendió tu voz. Me sonaba muy joven. ;-)
Lo que las ventanas esconden y los que las ventanas enseñan. Yo enseño. Me gusta tu forma de escribir, Nani.
ResponderEliminary es que aveces uno no sabe si es que es uno el que ve por la ventana o al reves...un abrazo!!!
ResponderEliminarNo está mal de vez en cuando darnos una vuelta por otros tiempos en mismos espacios. Siempre tan imaginativa Nani :)
ResponderEliminarYa solucioné el problema con los comentarios en Portafolio Nocturno, era algo del template..pero ya lo cambié y este me gusta mas..espero verte de vuelta por allá.
Cuidate
Quizá estuvista en una especie de pliegue espacio temporal y tú sin saberlo!! Jajaja!!
ResponderEliminarUn besitooo
Está muy bueno salir a caminar en busca de tesoros para fotografiar. Es una gran terapia.
ResponderEliminar:)
La cámara lleva tanto testimonio y los ojos las escriben.
ResponderEliminarSiempre es bueno leer tus relatos querida.
Abrazos linda.
Nani, esa ventana esconde una novela. Y tú lo sabes.
ResponderEliminarQué de cosas habría hecho Don Gustavo Adolfo con ella.
Con sólo mirarla.
Es la ventana idónea para tu casa encendida.
Ahm, me he mudado a lanoticiayanosoyyo.blogspot.com
Te espero por allí, si gustas.
Un (b)eso
Mándame la foto der monóculo por mail!! En esa casa no vive nadie?
ResponderEliminarajajaj,
Besillos
...Y Vos sos uno de los seres humanos más maravillosos que encontré en mi vida!
ResponderEliminarGracias por tu generosidad sin límites, por alentar siempre a todos, por tu ternura y tu "bien querer" Amiga Mía!
Me siento privilegiada por tu Amistad!
Te quiero mucho mi Nani, lo sabés!
AH! (sorpresa) Yo quiero ir!!!
ResponderEliminarMe encantan las cosas con tantos años, me encanta tocarlas e imaginarme quién lo ha tocado mucho antes que yo... y lo que ha vivido...
La próxima vez voy contigo, y nos tomamos un café con la señora de la mirada perdida... lo mismo la podemos ayudar en algo...
Un besazo!
Es que yo creo que pasó de verdad, y faltó poquito para que el caballo te rozase al pasar :)
ResponderEliminarQué bonito es imaginar...
Besitos
Jo, se me vino a la mente aquello de “azules rejas, entre cortinas verdes, azules rejas…”
ResponderEliminarEn fin, las ventanas, que dan para mucho si sabes verlo, como tú
Kisses
Hay casas, ventanas, balcones, puertas y hasta muros capaces de transportarnos a otra época y poco importa si es producto de nuestra imaginación o es algo auténtico. Lo que importa es esa sensación de conexión con un pasado lejano que nos dan algunas cosas :)
ResponderEliminarBesos
MIS PENSAMIENTOS. MERCE CARDONA.
ResponderEliminarDice, es la primera vez que entro en tu casa, me ha encantado tu relato y la gran imaginción que tienes, te seguire.
Besosoooooooooooooo
MIS PENSAMIENTOS. MERCE CARDONA.
ResponderEliminarDice, es la primera vez que entro en tu casa, me ha encantado tu relato y la gran imaginción que tienes, te seguire.
Besosoooooooooooooo
¿¿Así que una fotografía no es sólo la imagen que muestra?? Ya decía yo que lo que me estaba ocurriendo no era normal... Transportarse a otra dimensión, otra vida.
ResponderEliminarVeo que a otros también le ocurre.
Besicos cariñosos, Nani.
¿Aparecerían en las fotos? Qué buen final. Me recuerda este relato uno de Cortázar de parecido tema, estremecedor y comprometido, que nunca he olvidado.
ResponderEliminar