jueves, 12 de agosto de 2010

COKO




Coko es la hija pequeña de mis amigos “los Valdivia”. Llegó ya cuando todos sus hermanos eran mayores y por lo tanto, el juguete de todos, algo que ella una niña muy inteligente, supo aprovechar y le sirvió para aprender más deprisa que el resto de compañeros.

Esta mañana cuando estaba haciendo las faenas de casa, llamaron al timbre de casa y he aquí que me encuentro con una “Coko” de 17 años, preciosa y alterada en demasía para su temple, contagiándome porque no es cosa habitual en la hija pequeña de mis amigos.

No me ha sorprendido que se presente así de sorpresa, ella lo hace siempre que le apetece e incluso se queda a comer, pero si es extraño verla nerviosa y alterada. La hice pasar, quité a Juan Manuel Serrat que era al que yo escuchaba esta mañana y sentadas en las escaleras empiezó su relato.

- Sabes que estaba interesa en las excavaciones que realizan en la Fortaleza de la Mota y me inscribí este año para formar parte del equipo. Estamos pasando un calor enorme, pero eso no ha impedido que hayamos trabajado con mucha ilusión, ¡ya ves lo morenita que estoy! Aprovechamos las horas más frescas de la mañana, a las seis ya estamos con nuestros palas y escobillas, rastreando palmo a palmo los trozos recién descubiertos y he aquí el motivo de la visita que te hago. Estamos en el descanso para el desayuno y aunque no salimos del recinto, yo he pedido permiso alegando que tengo dolor de barriga y que voy a casa de una amiga que está muy cerca para que me haga una manzanilla, así que aquí estoy, pero no quiero infusión alguna, sino comentar contigo lo que me acaba de pasar allí arriba.

La chica con el antebrazo y en un impulso mecánico, se quitó algo de sudor que le inundaba la cara y sacó de su mochila un objeto pequeño y brillante que me dejó boquiabierta, pero después de un instante le dije: “Coko, sabes que no está permitido hacer esto y que te puede perjudicar a la hora de finalizar el curso”.

Ella asintió con la cabeza y balbuceó: “Lo sé y por eso estoy tan nerviosa, pero no he podido evitar cogerlo y venir a enseñártelo, es precioso, pero estoy asustada, ¡si vieras que me ha pasado cuando lo tuve en las manos! Fue una sensación extraña y como si me diera una descarga eléctrica. Me dio una sacudida y al mismo tiempo, salieron unos reflejos muy llamativos. Tuve la intuición de que algo quería decirme y me sentí como “Aladino” en el siglo XXI. Sé que deberé entregarlo, pero primero quiero que veamos que es lo que esto quiere decirme, ¡por favor ayúdame esto es algo que debo hacer sola, lo he sabido desde el primer momento del hallazgo, pero me sobrepasa y por eso estoy aquí!

Agarré el objeto y me sacudió a mí también. Era una extraña experiencia nunca sentida anteriormente. La sensación era de algo familiar pero al mismo tiempo inquietante. Cuando me recuperé y procurando que no me notara lo alterada que estaba, miré con detenimiento. Vi que algo había escrito y le pedí que cojiera la lupa que hay en el cajón de la cómoda. Cuando lo teníamos bajo el cristal, pudimos ver que eran signos extraños (bueno extraños para mí porque la chica comenzó a decir muy despacio, procurando asegurarse de lo que leía): “Está escrito en griego y dice algo así. Este es el comienzo del camino a la obra perfecta, al conocimiento a la sabiduría, pero la persona que me encuentre y no me utilice con buena voluntad, todo se volverá en su contra…”

La chica temblaba, no se si de emoción o de asustada que estaba, así que le llevé un vaso de agua y la detuve diciéndole: “Coko cálmate, lo mejor es que vuelvas a enterrarlo donde nadie lo pueda encontrar, esto puede volverse en nuestra contra y no estamos preparados para saber que puede ocasionar, así que si estaba enterrado por algo sería, estas cosas vuelven locas a las personas egoístas y perjudican a todo ser viviente. Igual se trata de una prueba y lo mejor es seguir con lo que tenemos y saber aprovechar el día a día. No existen las pócimas mágicas ni los milagros. Las personas tenemos lo que con nuestro esfuerzo nos ganamos y conseguimos, así que esto muy bien puede ser una zancadilla en el largo camino que te espera. Vuelve con tus compañeros y oculta este hallazgo. Tú y yo sabremos que allá en la Mota hay un secreto que debemos guardar, ¡será nuestro secreto y lo que nos haga pensar siempre, que la vida no es sino la que todos nos elaboramos a cada paso, con nuestros aciertos y con nuestros errores, las maravillas las dejamos para los relatos de ficción. Luego cuando seas mayor y tengas a tus propios hijos, puedes contarle cuentos con relación al hallazgo y verás que fue un gran acierto dejarlo, nada te puede perjudicar si todo continua como está, pero que sabemos pueda pasar si lo cambiamos por un hallazgo que no sabemos que es ni que significa. La vida se compone de muchas cosas, pero todas construidas a su paso, sin prisas y elaboradas igual que se hace un pastel de frutos secos. Primero hay que comprar los productos, elaborar la masa, agregarle los frutos e ingredientes y meterlo a cocer al horno. Enfriarlo y estará dispuesto para consumirlo, así es la vida de todo ser que se precie. Nada se consigue sin un mínimo de esfuerzo, esa es nuestra bandera y nuestra insignia”.

La chica recogió todas sus cosas, metió todo en la mochila, se bebió otro vaso de agua y con un abrazo se despidió sonriendo.

Nani. Agosto 2010.

16 comentarios:

  1. Ese objeto era como el anillo de "El señor de los anillos", que se podía volver en contra del que lo tenía, como le pasó a Golum.

    ResponderEliminar
  2. jejeje...Coko...jejeje....jejejeje...Coko...ejejejjeje

    ResponderEliminar
  3. Bueno, bueno, pero qué intriga.

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Y bueno, la penicilina se descubrió casi que por accidente y no nos estamos quejando de eso, verdad?.. Hay hallazgos peligrosos, sí... pero más peligroso es el temor a ellos

    ResponderEliminar
  5. Es un gran comienzo para una novela fantástica eh????

    besicos

    ResponderEliminar
  6. Buen consejo, seguro que fue a ti por eso.
    Besitos, querida Nani

    ResponderEliminar
  7. Ojalà Coko tome la decisión correcta...se ha llevado, sin dudas, los mejores consejos, aunque su juventud puede jugarle una mala pasada.

    A lo largo de la historia, el ser humano ha buscado atajos y todas las mitologías contienen esos mágicos objetos que hacían posible los deseos, aún los más extraños.

    Pero como sabemos Nani, hay una razón de ser para todo. Leyes invisibles, pero que se cumplen cabalmente. Todo aquello que no viene del esfuerzo y se obtiene ràpidamente, termina por perjudicarnos.

    Quizàs Coko entienda -o no- que hay misterios vedados a nuestra especie, con buenas razones: no sabemos manejarlos.

    Y aquì estaremos, listos para la II parte y muy expectantes por saber què habìa detràs de la enigmàtica sonrisa de Coko.

    Mil besicos mi Tesoro! Desde esta noche con agua-nieve y ya te digo...3º helados en estos momentos! Brbrbrbrbrbrbrb! Abrazos mi Querida Amiga!

    ResponderEliminar
  8. Mientras te leía, yo saboreaba el helado del feis. Agradable así leerte.
    Como de repente nuestras "niñas" se vuelven grandes y nos adentramos con ellas.

    Abrazos preciosa.

    PD. Buen libro el de Francisco.

    ResponderEliminar
  9. Que sabios consejos le diste. Me da pena por la chica, por la ilusión que la envolvía, pero tu estuviste muy acertada. La vida se tiene que desarrolar a su debido tiempo. No es bueno forzarla ni provocarla.Se puede volver en tu contra.

    Que encanto de niña esta Coko.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Una imprudencia propia de la juventud. Bien hiciste en darle consejo justo y a tiempo. Siempre queda una sombra de duda. no crees? saludos

    ResponderEliminar
  11. Y lo devolverá verdad?? allí donde lo encontró... y asì termina la historia?
    Besos

    ResponderEliminar
  12. Es verdad, la felicidad del día a día, de las cosas pequeñas.
    Sonreía porque le habías ayudado a entender que no era necesario seguir los deslumbramientos del camino, ¿no?

    Besos

    ResponderEliminar
  13. Ha sido una experiencia de emoción.Seguro que lo recordará siempre. Tú tambien.

    ResponderEliminar
  14. Me gusta ese toque de misterio que están teniendo tus relatos.

    ResponderEliminar
  15. Quizá hizo lo mejor... pero, ¿cuántas aventuras o destinos os hubieran aguardado si llegáis a quedároslo?? Aysss... ya nunca lo sabremos!! :)

    Un besitooo

    ResponderEliminar
  16. Hola Nani, mi consejo quizás hubiera sido entregar ese objeto al responsable de la excavación y que él o ella hubiera hecho lo oportuno. Generalmente estos objetos
    luego pasan a formar parte de algún museo o exposición.

    Me quedo eso sí con “Nada se consigue sin un mínimo de esfuerzo” y la confianza
    que mostró Coko en tus consejos.

    Un beso.

    ResponderEliminar