¿Sabes? Te voy a contar un cuento de esos que te gustaban cuando eras mu chiquitita: Un día cuando volví del colegio llegaba a casa saltando y cantando, ¡lo mismito que unas castañuelas!
Mi madre me preguntó que era lo que provocaba tanto alboroto y le dije que había conseguido un cromo que me faltaba para llenar mi álbum, ¡Claro que a cambio tuve que entregar la canica que papá me había regalado, roja y de barro que él guardaba desde que era pequeño! Eso le dije a mamá, porque sabía que a papá no le gustaría, pero es que tener el cromo que me faltaba y hablar con “El Pecas”, era más importante que todas las canicas del mundo. Mamá creo que me entendió cuando me escuchó decir: “¡Mamá, además lo adoro, lo idolatro y tenía que hacerlo!” Sí, ahora cuando me acuerdo no puedo dejar de sonreír como mamá lo hizo, porque segura estoy ahora, que a ella debió pasarle algo parecido cuando era pequeña. Me dijo que lo entendía pero que tendría que contarlo a papá y que además debía comprender el significado de las palabras “adorar e idolatrar”. Me explicó que tan solo se adoraba o se idolatraba a Dios, que a un chico se le podía admirar, quererle, aplaudirle, incluso tenerle siempre en lo más calentito del corazón, pero que esas palabras solo se utilizaban para venerar a Díos. ¡Cuantas veces he recordado estas palabras de mamá, siempre supe que era muy religiosa y coherente con sus cosas, pero nunca pude dejar de adorar “al Pecas de mi alma”, aún ahora que soy mayor, lo recuerdo de manera tan especial, que en el fondo de mi alma sigo idolatrando a aquel chico y a la época que vivimos.
Nani. Marzo 2011.
No me extraña nada nada , para darle aquel tesoro familiar, el Pecas de seguro que si no era dios era su hijo... mis disculpas a los creyentes
ResponderEliminarUn beso Nani
me llenaste de tibieza y de ternura...
ResponderEliminarADORÉ tu relato.
mil besos
(y apuntada para otros juegos!)
Efectivamente, hay palabras que cierta gente no sabe usar... O bien, palabras y sentimientos que aprendemos mejor cuando los bajamos a los humanos y dejamos a dios y sus cosas lejos...
ResponderEliminarHay personas que tienen suerte. Por ejemplo "El Pecas"...
ResponderEliminarSin duda era, quizá aun es, un ser de mucho valor para toda una vida conservar la admiración, "adoración" de una persona como tú...
Admirar, hacer ídolos es muy facil, lo dificil es conservar estos grandes sentimientos, porque somos humanos y fallamos, por lo que hay que bajar del pedestal a las personas, pero eso sí seguir queriéndolas con todos sus pormenores.
Hay personas que tienen suerte. Por ejemplo "El Pecas"...
ResponderEliminarSin duda era, quizá aun es, un ser de mucho valor para toda una vida conservar la admiración, "adoración" de una persona como tú...
Admirar, hacer ídolos es muy facil, lo dificil es conservar estos grandes sentimientos, porque somos humanos y fallamos, por lo que hay que bajar del pedestal a las personas, pero eso sí seguir queriéndolas con todos sus pormenores.
Es una historia deliciosa.
ResponderEliminarMe has hecho sonreír y te aseguro que hoy no es fácil que lo haga.
Saludos.
Es que los que nos llevan nuestra infancia son los que siempre recordamos...
ResponderEliminarBesicos
Qué historia más tierna, Nani. Es una delicia.
ResponderEliminarYo creo que tu madre, aunque te dió esa lección, supo que esas palabras que empleaste: adorar, idolatrar, eran las que podías elegir entre todas para definir lo mucho que significaba para ti "el Pecas"...
Besos. Muchos.
¿Sabes que yo también tuve un novio con pecas? La pena es que era muy pequeñita, luego su familia se fue y ya casi ni recuerdo su carita.
ResponderEliminarBesitos a tu ternura.
El valor de los tesoros es de aquel que los atesora , para otros son solo objetos…abrazos!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus visitas, por tus ánimos y por todo lo que no me ha dado tiempo a responder en estos días, pero pasaré por aquí a menudo, te he agregado a favoritos, y espero poderte comentar mucho de aquí en adelante
ResponderEliminarEs que tener un "pecas" en la vida de una en aquellos tiempos era !guay!jejeje
ResponderEliminarCuánta ternura mi querida amiga, cuánta ternura dejas en este texto.
Muchos besicos, guapa.
"El Pecas" me ha recorado un poco a los motes que pone Delibes a sus personajes en "El Camino". Muy tierno, Nani. Besos.
ResponderEliminarVaya mi Nani, desapareció el comentario que te dejé ayer! Veamos si logro reconstruirlo!
ResponderEliminarLa historia es ternuraza! Aunque esa mami tenga mucha razón en puntualizar el significado de “adorar e idolatrar”, lo cierto es que así se sienten esos amigos de la niñez que nos marcaron profundamente.
¿Por qué el uso de los superlativos? Porque el Pecas seguro se lo ganó! Y se quedó a vivir para siempre en ese capítulo de vida.
Muchas Gracias –como siempre- por llevarnos de la mano a esos momentos, personajes y sentimientos tan caros al corazón. Mi Abrazo y montaña de besicos guapa mía!
¡aaaaaaaaaay si es que idolatrar y adorar a un chico es una vivencia perfecta! ¡que me lo digan a mi!... jajaja ¿a que si?
ResponderEliminarEsta madre religiosa se perdió la oportunidad de establecer ese sentimiento para personas reales, con las que se puede interactúar; respeto su creencia y su amor a Dios, pero... yo me quedo con "el Pecas" que seguro que era más divertido y con más ganas de jugar...yeaaaaaaaaah!
Ternura de cuento.
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