Se acercó insinuante, cariñoso y hasta meloso. Su mirada tierna y
amorosa, podía derretir hasta los cubitos de hielo que había colocado
dentro de la cubiletera para amenizar aquel encuentro, con un sorbito de
aquella bebida afrodisiaca, fresca y algo picarona. Quemaba como el
fuego e invitaba a pegarse, a cogerle y estrujarle para apreciar en su
paladar el increíble sabor de la croqueta hecha a base de una excelente bechamel.
Nani. diciembre 2012
CON TERNURA
mi aportación en "Esta noche te cuento", mes de noviembre.
allí podeis leer más.
Lema: "COMO EL FUEGO"
Huuuum... Se me hace la boca agua.
ResponderEliminarLo recuerdo, pura sugerencia voluptuosa.
ResponderEliminarNani, besitos
mmmmmmmmmm qué sensualidad....tratemos de no quemarnos con la croqueta.
ResponderEliminarbesitos,nani*
Estoy segura que esa croqueta ha salido de las mismas manos que el relato...¡Maestra eres en todo!
ResponderEliminarSe me hace la boca agua de pensar en ellas;)
Muchos besicos, mi niña.
Que hambre me ha entrado....
ResponderEliminar¡Estos microcuentos se te dan de maravillas, Nani! El lector llega desprevenido y cuando comienza a tomar un camino, lo sorprendés -muy agradablemente- en el final.
ResponderEliminar¡Qué rica esa croqueta con bechamel! Dejame soñar, la imagino de espinacas, nuez moscada, pimienta negra y esa salsa que me da vuelta los ojos ¡¡¡ahhhhhh, tengo hambre!!!
La bebida: un sauvignon blanc a 4°, placer de placeres.
¡Mirá todo lo que ha disparado tu artículo! Muchos besicos Amiga Querida, sigo la mañana con la ternura de tus letras!
Mucha ternura en tus palabras , saludos.
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