La sirena cautiva vomita
pulpos de siete patas en la taza del váter mientras que el rey Neptuno la consuela diciendo que queda menos para
ser libre. Pasados unos meses –le repite-, todo volverá a la normalidad, dará a
luz un principito y podrá volver a cantar y atrapar a los ingenuos pescadores, pero mientras tanto, debe mantenerse
resignada y sujeta al inodoro, de lo contrario los tentáculos se le enredarán en
la glotis y no volverá a emitir un sólo canto de sirena.
JUVENTUD
La sirena cautiva vomita
pulpos de siete patas en la taza del váter mientras su madre le da un ultimátum: “Si sales los sábados con tus
amigos y no sabes comportarte, ni moderar la bebida, arrestada seguirás hasta
que a las ranas le salgan pelos”.
Nani. Junio 2013
Menudo suplicio, agarrada a la taza... Una vez más se demuestra que el talento supera las pruebas, y mucho más las cpndiciones de un concurso de relatos.
ResponderEliminarUn saludo, Nani.
Juan M
jajja. necesitaba reírme. Gracias.
ResponderEliminarBesos. :)
Las ranitas siempre me gustaron. abrazo.
Lo seguiremos intentando. Quizás tus relatos sean como el mío, en el que el conflicto con la sirena no se resuelve más que con que dice el narrador que ocurrirá. Es decir, la sirena no sufre cambio en el relato. No sé, no me hagas caso.
ResponderEliminarCuando te leo ... me da la impresión de que llevo dias leyéndote.
ResponderEliminarEsos renglones se quedan en el pensamiento y cuesta digerirlos y no me estoy refiriendo a la indigestión más bien a la densidad ¡¡ bufff, niña!!!
Un abrazo
¡Uf, no quiero ni pensarlo! Todo el día pegada al retrete sintiendo esos tentáculos...arghhhh!
ResponderEliminar¿Con besos se mejora? eso espero.
Seguro, que en la juventud, a las ranas les salen pelo muy pronto :D
ResponderEliminarBesos
Jo, es que vaya unas letras, a mi no se me ocurriría nada con ese comienzo. La verdad que es de admirar.
ResponderEliminarUn abrazo Nani
Uyyy no te he dicho anda de ese dibujo, que me encanta. especialmente los ojos...
ResponderEliminarotro abrazo
El aire maravillosamente surrealista con que en el primer cuadro se nos presenta una versión distinta de unos personajes infantiles bien conocidos, se nos desvela en el segundo como una imagen más bien triste de la chiquita que se excedió con la bebida: ¿quién soñó qué? Saludos.
ResponderEliminarAmbos están buenísimos, tanto los malestares de una dulce espera, como la regañina a una chica que no sabe medirse, así es cantos de sirenas…
ResponderEliminarA mogollón de mando abrazos.El dibujo ya sabes esa artista es maravillosa.