miércoles, 19 de marzo de 2014

Y ELLA SE DEJÓ (REC)





La vergüenza que nos ganamos aquella noche, en cambio, nos acompañaría para siempre y eso no fue todo, porque después llegaron los López con las facturas de las bebidas y los canapés que nos habíamos zampado a cuenta de ella. Aquella cena resultó un verdadero desastre, aunque de momento nos quitó el  hambre y nos libramos del cuartelillo. Esta vez abogó Angelitas y le dijo al jefe Barrilitos, que la duquesa había tenido que salir a toda prisa a la capital. Más tarde si fuimos castigados, papá supo que la emborrachamos y la dejamos en el sótano para que durmiera la mona y no se escucharan sus resoplidos.



LA PUESTA DE LARGO

La vergüenza que nos ganamos aquella noche, en cambio, nos acompañaría para siempre.
Y fue a partir de aquel momento cuando fuimos totalmente conscientes.
Y nos pareció ridículo y absurdo el bochorno que habíamos sentido por nuestros ancestros, zapateros remendones o por ser descendientes de campesinos. Ellos nos enseñaron a ser personas responsables, trabajadoras y honradas. Esa noche fue nuestra puesta de largo auténtica.
A partir de ese momento y después de escuchar las declaraciones del edil, entendimos el significado de la palabra “vergüenza” y del sofoco que nos provoca ser ciudadanos de la misma tierra.


Nani. Marzo 2014