Usted es el primero que
la abre, pero ya no
abrirá ni una más. No le voy a matar, ni a encerrar, ni le voy a decir mucho
más. Tan solo que mientras ha dormido como un poderoso, yo le he dejado como a
un eunuco, así sabrá lo que duele que le roben su bien más preciado. Ya no estamos
en la Edad Media y ese derecho que llamaban de “pernada”, ahora se lo va a
explicar a la madre de sus hijos y también a ellos cuando tengan conocimiento.
Igual aprenden a llamar antes de entrar.
Nani.
Enero 2014
Jaja qué actual. U saludo JM
ResponderEliminarAy, ay, qué doloroso escarmiento!!!
ResponderEliminarUn abrazo Nani.
Jajaja de cojones tu relato, con pendón de la expresión.
ResponderEliminarNo cabe la menor duda de que están crecidos, y sí, hay que córtales los hilos.
ResponderEliminarcortarles, con erre y sin tilde
EliminarMenudo impresentable era el "campechano".
ResponderEliminarBesos.
Hola, Nani.
ResponderEliminarDivertido y muy visual, jajaja. Tuvo su merecido donde más le dolía.
Un besazo.
Es que veces hay que cortar por lo sano, y problema resuelto. Un besiño, Nani.
ResponderEliminar¡Qué bueno, Nani!
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