Usted es el primero que
la abre, pero ya no
abrirá ni una más. No le voy a matar, ni a encerrar, ni le voy a decir mucho
más. Tan solo que mientras ha dormido como un poderoso, yo le he dejado como a
un eunuco, así sabrá lo que duele que le roben su bien más preciado. Ya no estamos
en la Edad Media y ese derecho que llamaban de “pernada”, ahora se lo va a
explicar a la madre de sus hijos y también a ellos cuando tengan conocimiento.
Igual aprenden a llamar antes de entrar.
Nani.
Enero 2014