Imagen obtenida de la red
EL BOLSO
EL BOLSO
Se
busca un bolso propiedad de una anciana de 82 años, perdido por la zona del parque de las palomas. Es de color marrón con
cierre que en su día fue gris obscuro y ahora está deslucido y gastado de tanto
uso. Dentro de dicho bolso se encuentran además de su documentación personal a
nombre de Marta Guerra, un joyerito metálico (que ya apenas se sabe si el
dorado o plateado) muy pequeñito y dentro de dicho joyero, una piedra de color
azul con forma de lágrima muy pequeña. Fue un regalo que le hizo el que fue su
marido, para pedirle disculpas por todas las lágrimas que le hizo derramar
cuando cometió aquella equivocación, que estuvo a punto de romper su relación.
Le pidió que la dejara sobre el aparador del comedor, siempre a la vista para
que la viera cuando llegaba del trabajo y así redimir su pecado, pero ella que
le quería de verdad, cerró el joyero y lo guardó en su bolso, ese que dejaba
colgado en la percha del dormitorio y que aguardó meses enteros de ser digno de pasear de su brazo. También debe haber un abanico negro de encaje y que fue de su abuela
paterna. Un pañuelo bordado a punto de sombra por ella misma, cuando tenía doce
años. Una carta que le escribió su hija desde Estados Unidos, cuando fue a
estudiar con una beca a la universidad de investigaciones óseas en el estado de
Oklahoma y que recibió dos días después de saber que había fallecido bajo los
escombros, de un lugar público al que un terrorista había dejado una mochila
con dos cargas explosivas. También hay muchos recuerdos entre todos los
objetos nombrados, dos estampas de la patrona del pueblo donde nació y sobre
todo, mucho aroma de la vida vivida.
Se
ruega a la persona que lo encuentre, lo haga saber en la comisaría del barrio
de Dromedales o bien, llame al teléfono 65296327833 y pregunte por Ana. La
dueña es mi abuela y desde que perdió toda esa vida que llevaba prendida en el
bolso, se va apagando y no lo soporto. Se recompensará con mi humilde
agradecimiento y otra cajita-joyero que me regaló cuando tenía 16 años. No me
importaría desprenderme de ella, si recupero la alegría de la abuela.
Les
agradeceré den alguna señal, la abuela lleva su vida dentro de ese bolso.
Nani.
Marzo 2016
Jo.... que pena.... uffffffffffffffffffffff
ResponderEliminarEl relato es una maravilla.
Entrañable, emotivo y hermoso.
Directo al corazón.
Besos.
Es cierto, Nani. Llevamos la vida en el bolso y no podemos deshacernos de ella.
ResponderEliminarEl bolso de una mujer es un joyero lleno de misterios.
Un abrazo, amiga.