lunes, 21 de enero de 2019

DIDÁCTICA


Habría cogido alguna vez un hilván, dos y hasta cincuenta. Siempre que se necesitaba agrupar enseñanzas y compartirlas, distribuirlas como si fueran sueños llenos de sabiduría. Llegar a clase todos los días con una carga de comprensión, recibir a los niños como esponjas ávidas de sabiduría, regarles con delicadeza y amor, obsequiarles con una sonrisa y después, enseñarles a coser todo lo aprendido, letra a letra, sílaba a número, hasta conseguir un poema, un relato o una ecuación. Lo importante sería hacerles soñar, vivir y subir cada día un peldaño que les convirtiera en personitas bordadas a fuego.

HILVAN-ANDO

Habría cogido alguna vez un hilván que se repetiría cada vez que en las diligencias, se  descosiera o se frunciera como un acordeón. Era algo que deseaba enseñar a los jóvenes por si alguna vez necesitaban sujetar un falso, las hojas que componían un poemario o los sueños que se quedaban atrapados por las bisagras de las puertas e incluso, entre pestaña y pestaña. Hilvanar o rebobinar, era tan preciso en un taller de costura, como en los entresijos del que comenzaba a subirse al carro.

Nani. Enero 2019

10 comentarios:

  1. Nunca me acostumbraré a tu facilidad para escribir dos historias tremendamente distantes a partir de un mismo hilo (nunca mejor dicho). Muy bonitas ambas, pero la que más me ha llegado, sin duda, es la primera. Como siempre un placer leer tus historias.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Rebeca por tu elogios y tu generosidad. El placer es mío siempre, de recibirte.
      Besicos muchos.

      Eliminar
  2. Las dos historias son geniales, pero me gusta la primera.....enseñar a los niños, eso es maravilloso.....saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. MUchas gracias Sandra. Enseñar siempre es importante y para mí aprender (aprender yo), primordial.
      Besicos muchos.

      Eliminar
  3. El primero me gusta mucho por lo de "hacerles soñar".
    El segundo es más práctico y a mí me gusta más lo de soñar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Toro, Qué sería de nosotros si no pudiéramos soñar.
      Besicos muchos.

      Eliminar
  4. Curioso,a mi también me ha gustado más el primero a pesar de que el segundo sea más poético.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Alfred por tus comentarios y generosidad.
      Besicos muchos.

      Eliminar
  5. Pones todo en este relato. me gusta
    seguro que aprenden.
    besicos

    ResponderEliminar