Cuando
llegó a casa ya estaban todos acostados. Al encender la luz del recibidor encontró
un bonito paquete envuelto en rojo con un gran lazo y una nota que decía: “Amor,
te he esperado creyendo que podríamos celebrar el día de los enamorados, aunque
hubiera sido con una cena, que por cierto he dejado en el frigorífico por si te
apetece picar algo. Espero que mi regalo te guste”.
Fran
se rasca la cabeza. Ha estado tan ocupado en el congreso de los diputados que
ni se ha acordado de lo que se celebraba en el día que estaba terminando. Allí
entre debates y apuntes, no queda tiempo nada más que para ver como discuten
los que deberían organizar un país y por más que su profesión le guste, a veces
se frustra. Decide salir de nuevo y llegar a la estación de gasolina de la
salida, allí suele haber regalos para estos días y puede que encuentre una orquídea
o un suculento surtido de bombones; para cuando ella despierte lo tenga cerca.
Sale
de nuevo sin hacer ruido, se mete en el coche y hace lo pensado. En la estación
solo quedan unos ramos un poco mustios, dos orquídeas y los bombones están
agotados, así que recoge la orquídea que hay más bonita, vuelve al coche y
regresa a casa. Recoge de nuevo su regalo, se acerca a la cocina a tomar un
vaso de leche caliente que es lo único que le apetece, y mientras esta da
vueltas en el microondas, abre su regalo. Allí encuentra las gafas de sol que
tantas ganas tenía de obtener y que por falta de tiempo, no conseguía ir a
comprar. Mientras saborea la leche con cacao que tanto le gusta, piensa en Eva:
“¡Ella siempre sabe que necesito y que me hace ilusión!”. Se siente culpable de
saberla sola criando a los dos hijos y solucionando las tareas que a él le
correspondería compartir. Ya lo han hablado muchas veces y ella le comprende,
pero a él la culpabilidad y la idea de estar perdiendo a sus hijos mientras
crecen, no le tranquiliza. Con
resignación deja la taza con agua en el fregadero y se encamina a las
escaleras, se siente agotado y lo único que le apetece es besar a sus hijos y
acostarse al lado del amor de su vida.
Mientras
sube distraído la gran escalinata de caracol y peldaños de mármol blanco, algo percibe
y al mismo tiempo le sobresalta. Mira a derecha y a izquierda y no ve nada.
Se detiene, enciende la linterna del móvil y enfoca hacía abajo primero y
después hacía la parte alta de la escalera. No observa nada y continúa subiendo
ya con un poco de preocupación. Al llegar al rellano del primer piso, enciende
la luz, guarda el móvil en el bolsillo y se encamina a la habitación de sus
hijos. María duerme con su carita de ángel y Fran en la cama de al lado que le sonríe
entre sueños. Los besa y sale al pasillo. Allí en una esquina hay algo extraño
y que puede ser el motivo del ajetreo que ha percibido. Al pie de su habitación
y en una alfombra, hay un perrito que se agita. No sabía que Marta hubiera
adquirido el perrito que tanto deseaba. Se ve que se ha hecho un auto regalo,
ese que ella y los críos tanto deseaban. Pero no, no es ese el motivo de su
inquietud, lo que escuchó era otra cosa. Empuja la puerta del su habitación y
allí está ella con el pijama de las grandes ocasiones, sobre la cama esperando.
Le mira sin expresión, está pálida y por la ventana abierta, entra un frío
mortal.
Nani.
Febrero 2019
Parece ser que la espera a sido muy larga.
ResponderEliminarBesos.
Más bien penetró demasiado frío, creo. Puede tener muchas lecturas, creo Alfred!!
EliminarUff, ella se ha cansado de llevar sola el peso del matrimonio, los hijos... ha buscado sustituto.
ResponderEliminarSAludos.
Si lo ves así, puede ser!! El final queda abierto...
EliminarBesicos muchos.
Jo... qué pena... un San Valentín mortal...
ResponderEliminarBesos.
Toro, y con un frío terrible que entra por la ventana!!
EliminarYa ves, finales abiertos...
Besicos muchos.
CarMen. Como digo anteriormente, el final está abierto y el frío entra por la ventana. Igual cuando se acostó no estaba abierta...
ResponderEliminarBesicos muchos.
Un San Valentin trágico, ella estaba muerta cuando el entro a su habitación. Lo que había escuchado antes era la muerte que se retiraba tras haber cumplido su encargo......saludos amiga
ResponderEliminarSandra, al ser un final abierto, se puede pensar cualquier cosa. Muchas gracias bonita.
EliminarBesicos muchos.