viernes, 7 de agosto de 2020

VIAJE A LA VIDA



He decidido que el viaje de este año en las vacaciones, va a ser a ese lugar que siempre he ido posponiendo, desde que salí de aquel lugar donde conocí el amor. La flor más bonita que hubo en el entorno, los hijos que no tuvimos y de la no vida juntos, ya que la salud la abandonó. Pasados todos esos acontecimientos nefastos, decidí salir de allí para no volver. Culpé de mi desgracia al pueblo, a sus habitantes e incluso, a las estrellas que allí admiramos, fueron nuestros testigos y en ellas veíamos a los seres que nos habían precedido y nos ayudaban en nuestro día a día.
Hoy he decidido coger el Ave y vuelvo a reconciliarme con esas estrellas que no he vuelto a ver en la ciudad y que tanto me dieron o nos dieron, sobre todo en las noches de verano. Con la luna que me iluminaba, cuando de jovenzuelo volvía de las verbenas de los pueblos aledaños. Con la tierra  que me vio crecer y la que al mismo tiempo, me ofreció hortalizas variadas, fruta jugosa y recién cogida del árbol. El trigo y la cebada que nos sirvió para alimentarnos y hacerlo al mismo tiempo, con los animales que nos proporcionaban alimento durante todo el año, en otoño las almendras y las nueces y todo lo que me dio tanto y he querido culpar y olvidar.
Quiero recuperar los abrazos y sonrisas que me he perdido, de primos, tíos y demás amigos. Volver a colocar las margaritas que tanto gustaban a mis padres y rezarles una oración al mismo tiempo, agradeciendo todo lo que me dieron de niño y de jovencito. Pedirles perdón por haberles culpado de mis pérdidas, de las que ellos no tuvieron nada que ver. Al mismo tiempo, recuperar las puestas de sol que tanto me gustaban, los trinos de los pájaros y el vuelo bajo de las golondrinas. Ver correr el agua del arroyo, escuchar los caños de la fuente y hacer una siesta de esas de duerme vela, al lado del nacimiento donde brota limpia esa agua, quita la sed y reconcilia con la madre tierra. Leer un libro bajo una noguera, mientras la brisa mueve las hojas y renueva el aire al que por debajo, lee y goza. Bailar como hacía, cuando subía  a la cima de las alpacas de paja, impregnarme del polvo de la era y después, abrir los brazos para recibir la vida que me ofrece el viento o la lluvia de las tormentas de verano y bañarme después en la alberca helada. Disfrutar un canto de pan de pueblo, empapado de aceite de la almazara del tío Juan.
En definitiva, este verano vuelvo a recuperar la vida, simplemente haciendo el viaje que sabía haría de nuevo, en algún momento. Vuelvo para reconciliarme con la vida, esa que quise olvidar y no he podido.

#historiasdeviajes. Zendalibros.com

Nani. Agosto 2020

18 comentarios:

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  2. Sin duda ese el mejor sitio al que se puede viajar.

    Besos.

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  3. Un viaje maravilloso. Saludos amiga.

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    1. Si fuéramos más inteligentes y menos egoístas, lo haríamos así, Sandra.
      Besicos muchos.

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    1. Muchas gracias Carmen y bienvenida a esta tu casa.
      Besicos muchos.

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  5. Me identifico con ésta extraordinaria historia pues me sucede algo similar. Desde que partí de mi ciudad, hace ya muchos años, no he vuelto y se que cuando lo haga recuperaré una parte de mi vida que añoro inmensamente... hasta probablemente regrese para quedarme.

    Besos Nani.

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    1. iguel, si así lo sientes, debes ir inmediatamente que el tiempo vuela.
      Besicos muchos.

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  6. Nunca es tarde si la dicha es buena dicen así que... A disfrutar.
    Un saludo.

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  7. Qué bello que puedas regresar a vivir esas experiencias, esas lindas caminatas en los viajes, las risas de familia y amigos, nunca es tarde para volver a intentar. Saludos desde El Blog de Boris Estebitan.

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    1. Boris, como l¡comento a Né, nunca es tarde y cuanto antes se hagan las cosas que deseamos, mucho mejor. Me alegro de leerte de nuevo.
      Besicos muchos.

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  8. Acabo de comprobar que sí.
    ¡¡Pues mucha suerte, mujer!!!!
    Y otro abrazo.

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    1. Mugueángel, creo que me has confundido, pero de todas maneras, me gusta verte por estos andurriales.
      Besicos muchos.

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    2. Mujer, con este relato has participado. Y lo he comprobado al llegar. De lo otro, ni me había enterado.
      Te dejo otro abrazo más, este es nuevo.

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  9. Seguro que la mejor paz y regocijo llega cuando nos encontramos de nuevo con el Señor que nos hace renovarnos y salir fortalecidos , dispuestos a entregar lo mejor y tener la anhelada paz.

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  10. La paz Meulen, la tenemos que encontrar en nosotros mismos y si hay fe, eso seguro que nos ayuda.
    Besicos muchos.

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