lunes, 8 de marzo de 2021

SOY Mª GLORIA ZALDÍVAR, CONTEMPORÁNEA DE OTRAS MARÍAS

 


Si estás leyendo este escrito, es porque se ha cumplido el acuerdo que hice con el mismísimo diablo. Le vendí mi alma a cambio de que me sacara del olvido y en algún momento, hiciera visible mi vida y mi trabajo, aunque fuera  después de muerta, que sería lo más probable. ¡Al fin vamos a ser visibles, porque lo que no se ve o no se conoce, no existe!

Siempre me gustó escribir e incluso intercambié cartas con María de la O. Al vivir en las condiciones que tuve o tuvimos las mujeres de nuestra época, mi manera de prodigarme fue bastante penosa. A ella en particular, le debo que me publicaran bajo el seudónimo de Gerardo Colmenero, en la revista Blanco y Negro, (1920 a 1922 y algunas otras fechas). Después que estallara la guerra civil, a ella le fue imposible ayudarme y a mí encontrarla. Además de que ella no era la conocida sino su esposo, aunque fuera María la autora de toda la obra que él firmaba. Una mujer no podía prodigarse en la cultura de aquellos tiempos. Recuerdo cuando en casa descubrieron un manuscrito en el cajón de mi cómoda, preparado para enviarlo a la editorial; me fue requisado y más tarde, supe que sirvió para alimentar la chimenea del estudio de nuestro padre.

Cuando reclamé aquel tomo de folios escritos todos a mano, con una esmerada letra que bien sabe Dios el trabajo que me costó, ya que todo lo hacía a escondidas y sobre todo, cuando los hombres estaban fuera de la casa. Pues como decía, cuando los reclamé, se me informó que yo no debía escribir ya que mi vida tenía un solo objetivo y, que estaba por supuesto decidido. Sería la esposa del coronel de la marina “Sánchez Ortiz”.

─ ¡Un orgullo!, ─dijo padre. Qué era una honra para mí, ocupar el lugar de su fallecida esposa hacía unos meses. Qué necesitaba una mujer que se ocupara  de sus seis hijos, de su casa y por supuesto, de él cuando se encontrase en tierra.

Era un viejo señor, que a mi lado podía pasar muy bien por mi padre y su hijo mayor, podía haber sido mi hermano; aunque a un hermano no hay que distanciarlo con cerraduras de por medio. Me quedé aterrorizada cuando se me comunicó toda esta parafernalia, aunque ya estábamos habituadas las mujeres a estos pasajes y, no nos quedaba otra que aceptar o tirarnos al río.

Lo siguiente que hice cuando fui consciente del futuro que me esperaba, fue recoger otros manuscritos que tenía entre mis dos colchones de lana y llevarlos al desván, ocultarlos en el baúl que contenía la ropa y enseres de mi bisabuela, ya que sabía que allí no llegaban manos algunas por respeto al tiempo que llevaba muerta y porque a mi familia, les daba pánico tocar lo que había pertenecido a los que ya habitaban el mundo de los muertos. ¡Esas supersticiones a veces nos salvan!  Sé que gracias a ello, hoy me vais a conocer y todo el legado que allí dejé. Estoy segura os va a encandilar el día que llegue a vuestras manos y no es que sea una presuntuosa o creída. Ya a estas alturas de mi «no vida», eso es lo que menos me preocupa y sí, que sepáis de las calamidades que algunas mujeres hemos pasado porque tuvimos inquietudes, necesidad de sacar las letras que se nos incrustaban en nuestro sentir, en nuestras venas y en todo nuestro espíritu. Por eso decían que algunas nos volvíamos locas, que éramos brujas o que nos poseía el diablo y nada más lejos de esas creencias. Éramos tan solo mujeres que necesitábamos decir. Qué deseábamos hacernos ver sin ninguna pretensión (a veces habíamos hasta inventado algo que podía ayudar al género humano), por ello era una necesidad como la de beber agua o ser simplemente persona y nada más. Ahora sé que ha llegado el momento de que se nos reconozcan a todas las olvidadas, ocultadas y sobre todo, calladas a la fuerza.

Ahora sé, que gracias al interés de personas que saben que ante todo «somos», vamos a invadir las bibliotecas, las estanterías de vuestras viviendas y esas redes que no llegué a conocer, pero que tengo entendido son un medio valioso para que los escritos, los estudios y todo lo que se investiga, pueda quedar al servicio de quien lo necesite.

 

#HistoriasdePioneras

 

Nani. Marzo 2021

18 comentarios:

  1. Cuántas mujeres habrán pasado por algo parecido...
    Mil calamidades y mucho más.

    Besos.

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    1. No se pueden contar de tantas como son, Xavi. Ojalá todo cambie algo!!
      Besicos muchos.

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  2. Me dejaste sin palabras Nani...es asi.. Creo que las mujeres a lo largo de la historia han tenido que soportar tantas cosas en la intimidad de sus propias familias y ver frustradas sus vocaciones( algunas de ellas ni sabrían que las tenían) llegando a vivir su vida entera totalmente aplastadas por el destino que se les había impuesto. Abrazo grande y que lindo poder sacar del baúl historias que son nuestras y que nos unen.

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    1. Ya ves Eli. He querido homenajear a escritoras, matemáticas, descubridoras, investigadoras y así un largo etc., olvidadas, calladas y obligadas a no ser.
      Me alegra mucho recibir tus generosos comentarios, muchas gracias.
      Besicos muchos.

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  3. La historia está repleta de oscuros pasajes y las mujeres siempre han salido muy mal paradas.
    Un abrazo.

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    1. La historia es muy injusta y muy ególatra para quién la escribe, no crees Ángel?
      Besicos muchos.

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  4. Muy buena historia amiga. Tiempos duros para las mujeres. Saludos. Que tengas lindo dia.

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    1. Sí Sandra, demasiado duros para las mujeres!!
      Besicos muchos.

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  5. Qué triste y a la vez qué interesante saber lo difícil que lo tuvieron muchas mujeres. Gracias por esta información, Nani.

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    1. Así es Juana María, las mujeres y su condición de serlo!! Y el interés de otros para dejarlas en la cocina, no?
      Bienvenida a esta tu casa.
      Besicos muchos.

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  6. Solo ahora parece que empezamos a valorar los condicionantes impuestos de forma injusta a tantas mujeres, su labor callada, ajena a todo protagonismo, la falta de oportunidades que caía sobre ellas como una losa. Bien traído este texto. Un abrazo, Nani

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    1. Muchas gracias Ángel por tu comentario, ya sabes que los valoro mucho.
      Besicos muchos.

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  7. Cuantas historias semejantes a esta habrán sucedido a lo largo de la vida.
    Buen escrito nani.
    Un abrazo

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    1. Carmen, más de lo que nos imaginamos. Ya van saliendo unas cuantas de miles y quedan muchas más.
      Besicos muchos.

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  8. En las leyendas (y en la realidad de no hace mucho tiempo) la mujer siempre es la villana o mal parada, en fin.
    Un saludo.

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    1. Así es Né. La que a veces hace, pero no se debe saber. Triste y humillante realidad.
      Besicos muchos.

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