Somos
Javier y Loudes. Javi y Lu para los amigos. Nos conocimos allá por el mes de
febrero de 2020 en unas jornadas e intercambios de los institutos de nuestra ciudad. De momento conectamos y
estuvimos haciendo trabajos en el mismo equipo. Después de aquella semana inolvidable,
seguimos viéndonos y para cuando en marzo nos confinaron y cerraron las clases,
sabíamos que algo muy especial nos llevaba a querernos ver aunque fuera a
escondidas; pero tanto sus padres como los míos, algo se olieron y nos pidieron
que por favor nos quedáramos en casa, que no era aconsejable salir, ni tener
contacto personal, porque la salud familiar estaría al borde del precipicio.
Estuvimos haciendo en nuestras habitaciones encuentros a través de Zoom, y
nuestras manos se encontraban en la pantalla del portátil a diario, mientras
nos contábamos todos los anhelos e ilusiones. Aunque los días pasaban y nosotros
necesitábamos algo más.
Cuando
en junio nos vimos en el parque con mascarillas incluidas, los dos sentíamos una
impotencia inmensa, pero aguantamos, no nos tocamos y por supuesto, ningún beso,
sabiendo que era lo que nos pedía el cuerpo y nuestro deseo. Eso sí, nuestras
miradas lo dijeron todo. Nos hemos seguido viendo los fines de semana siempre
que se nos permitía y por supuesto seguimos con las videollamadas, pero ya no podemos más y hoy
vamos a ir a hacernos un PCR. Hemos ahorrado y si son negativos, nos besaremos
aunque se caiga la luna y nos aplaste, llevamos un año esperando y sabemos que
algunos amigos se ven en intimidan, ¡nosotros no somos menos! Hoy que Dios nos
ampare y nuestras familias también. Ya hemos quedado bajo el plátano silvestre,
ubicado en la carretera de la salida de la ciudad. Allí marcaremos en el troco la
fecha y la hora, para que siempre recordemos que allí nos dimos nuestro primer
beso.
Al
final y con nuestro gel alcohólico, nos hemos desinfectado las manos y nos
hemos abrazado por un rato, pero no nos hemos atrevido a quitarnos las
mascarillas, pensando que compartimos con los abuelos, nuestros padres y
hermanos. Después nos hemos separado y simplemente hemos quedado en esperar
otro poquito. Hemos
recordado lo mal que lo han pasado algunos amigos que han perdido a su
familiar, por llevar un contagio a casa. Además tenemos de ejemplo las
vivencias que cuenta la abuela Matilde. Siempre nos contó que sus padres y bisabuelos
míos, estuvieron tres años sin verse mientras duró la guerra civil. ¡Si ellos
pudieron, nosotros también! Los imitaremos y pondremos en valor su recuerdo y
todo lo que ellos nos enseñaron. Nosotros no tenemos bombas, ni pasamos hambre,
ni tampoco necesidades importantes. Nosotros tan solo debemos esperar y eso nos
da mucha más fuerza, para que cuando esto pase, ¡que tiemblen todos, porque no nos lo va a impedir
ni la marabunta si se presentara!
(Con este
relato quiero homenajear humildemente, a los chicos que nos están mostrando que
no todos son iguales. Qué hay jóvenes responsables y pedirles disculpas, porque
en esta pandemia hemos cargado con todos. Habiendo mucha irresponsabilidad en
los mayores y ciudadanos en general).
Nani.
Abril 2021
Muy lindo homenaje y es cierto que no todos los jóvenes son irresponsables..... Saludos amiga.
ResponderEliminarEs que rtenemos la mala costubre de etiquetar, Sandra y a veces nos colomos site pueblos!!
EliminarBesicos muchos.
Hay jóvenes irresponsables y viejos irresponsables.
ResponderEliminarUnos en la calle y otros en restaurantes o en sus domicilios con reuniones familiares de burbujas diferentes.
Los jóvenes como no tienen casa pues están en la calle y se les ve más.
Besos.
Todos los somos, solo que nos miramos demasiado el ombligo, no Xavi? En todos sitios. En nuestro propio hogar. Como bien dices, se les ve más por hacer más bulto.
EliminarBesicos muchos.
Parece todo como una mentira insoportable, vaya mundo que vamos dejando.
ResponderEliminarbesos
Parede todo Unma, como de ciencia ficción!!
EliminarBesicos muchos.
No todos somos irresponsables, ni mayores ni jóvenes.
ResponderEliminarBuen homenaje estimada nani. Tienes mi aplauso.
Feliz sábado. Un abrazo
Muchas gracias Carmen. Me alegro que te haya gustado este homenaje.
EliminarBesicos muchos.
Siento lastima por toda la chavalería, ¿Quién va a devolverles este año y pico de su juventud? es injusto, echarles la culpa de una situación que ellos no han creado y puestos a ser incívicos los mayores no somos mucho mejores.
ResponderEliminarUn abrazo, Nani, en este sábado tormentoso.
Así es Ángel, a ellos sobre todo, se les ha robado más de un año y en esas edades, duele mucho y sé de qué hablo. Como bien dices, los mayores a veces nos pasamos muchos pueblos.
EliminarBesicos muchos.
La mayoría de los jóvenes suelen ser muy responsables. Precioso homenaje Nani.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias Conchi!!
EliminarBesicos muchos.
Por culpa de unos pocos, pagan todos... cuando las propias autoridades son los primeros en no cumplir.
ResponderEliminarTienes razón Eratós. Los medios y los gobiernos nos vuelven locos.
EliminarBienvenida a esta tu casa.
Besicos muchos.
Bonito homenaje! Y qué difícil se ha vuelto todo... Cómo la vida se nos ha puesto del revés...!
ResponderEliminar¿Volveremos algún día a ser como éramos?? Creo que no. Hemos cambiado. Todo lo que antes nos parecía inamovible (sin serlo), ahora se ha vuelto incierto. Incierto a flor de piel.