domingo, 28 de noviembre de 2021

EL CLUB DE LOS CABALLEROS

 


Baños de caballeros del Museo del Chopo en México.

Cuando iba a la capital con mi abuela para acompañarla en sus visitas médicas, era un gozo que me llevara a tomar aguas de distintos tipos, me comprara algún chicle de aquellos que a los cinco minutos sabían a rayos y que por supuesto, nos desplazáramos a la plaza en el tranvía que destartalado, recorría las calles más emblemáticas. De esa manera Íbamos principalmente, para visitar los váter públicos regentados por una ancianita que los tenía relucientes y oliendo a legía pura. ¡Las necesidades fisiológicas, no hay quién todavía las haya disimulado o eliminado de nuestras vidas!

 Cuando era pequeñito, entraba a los urinarios de señoras con ella y siempre me pedía que no me rozara con el sanitario, ya que podía coger algún bicho de esos que hacían que se murieran las personas o aquellos, que al ser mayor evitaba poder tener hijos, ─me decía. Después cuando me hice más grande, me daba vergüenza entrar al de señoras y comencé a hacerlo en el de hombres. Tras todas sus recomendaciones y su desconfianza, conseguí hacerlo en la parte contraria. Era un poco extraño orinar con señores mayores y también, con cierto pudor porque sentía tras la puerta la mirada de mi abuela que protectora, esperaba que saliera enseguida y por supuesto, sin que me escuchara intercambiar alguna palabra con el señor que estuviera a mi lado. Por supuesto ni le miraba, por si pensaba que pudiera estar fisgoneando, ¡nada más que pensarlo, un color me venía y otro iba. Ufff!

Pasado el tiempo y en una excursión a la capital con el colegio, fuimos a uno de esos servicios públicos y lo que nos encontramos fue algo muy extraño. Decían que todo había avanzado. Ya eran algo más sofisticados llevando incorporado un artilugio que contenía agua, para que arrastrara los meados y todo lo que allí se depositara. Pero lo que más me llamó la atención, es que había un angelote como los que hay en las fuentes, indicando que era lo que se iba a hacer en aquel lugar, por si alguien no lo entendía bien, supongo, pero lo que me extrañó sobremanera fue la lista de nombres (se ve que había un número de socios), todos orgullosos de ser habituales, aunque lo que definitivamente no entendí para nada, era la necesidad de unos agarradores que había entre un sanitario y otro, si allí solo se orinaba y lo de hacer necesidades mayores era impensable en un sitio tan alto y con dicha forma, ¡lo digo por si servían para hacer fuerzas! Nunca conseguí entender aquel club de señores y por supuesto, nunca hice el propósito de  formar parte de ese lugar, club o lo que fuera aquello tan extraño.


Nani. Noviembre 2021

 

20 comentarios:

  1. Curiosos el sitio sí es ;)

    Un abrazo.

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  2. Muy lindo tu relato y es sorprendente ese club de señores de urinarios públicos, la vedad es sospechoso en fin hay gusto para todo. Un besazo y muy feliz semana.

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    1. Sorprendente es desde luego. Muchas gracias Vampiresa.
      Besicos muchos.

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  3. La foto tiene lo suyo, los agarradores, las letras en las cisternas, la escultura y esos ¿trapos? que hay sobre los urinarios de los extremos. La placa de los nombres también sorprende, a lo mejor son usuarios con próstata vip.
    Nani, el relato transmite muy bien la sensación, que al menos tenia yo de pequeño, de entrar en un espacio "especial" y las advertencias, en este caso de mi madre, de no tocar nada.
    Un beso.

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    1. Ángel, la foto se las trae y la verdad que al tiempo, es inspiradora.
      Besicos muchos.

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  4. Tiene algo de templo la imagen que ilustra y de ritual lo que relatas...

    Abrazo hasta allá.

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  5. Le has sacado buen partido a la foto.
    Las necesidades mayores mejor en otro sitio eh, jajjaaj

    Besos.

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    1. La verdad es que la foto es un poco rara y da para bastante.
      Lo de las necesidades mayores, ufff...
      Besicos muchos.

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  6. buenisima la entrada Hac tiempo que no te visitaba Lo mejor del mundoo para vos

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  7. Imagen y texto de la mano.
    Muy buen post nani.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Carmen. La foto es rarita, sí!!
      Besicos muchos.

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  8. Muy interesante esa asociación de caballeros en ese urinario. El ser humano a veces pretende darle un toque elegante y original a las cosas para envolverlas con otro sentido o aspecto.
    Mi felicitación y mi abrazo, Nani.

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    1. Así es M. Jesús. Asociación y todo un poco extraño, que ha dado para esa historia.
      Muchas gracias por comentar.
      Besicos muchos.

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  9. Te inspiró toda una historia la imagen, Nani. Sí que da para pensar y escribir.
    En los servicios públicos se ve cada letrero... Yo voy sacando fotos, porque si lo cuentas, no te creen :D
    El relato me llevó a mi infancia, con las advertencias y con la señora, con delantal blanco y almidonado, que limpiaba.

    Un beso grande.

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  10. La fotografía es tremenda... lo tiene todo jeje
    Me ha gustado mucho la historia que has desarrollado. El manto protector de la abuela y esos miedos que no se quedan antiguos... desgraciadamente.

    Muy bueno!

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