Las tardes de verano, cuando el sol empezaba a calentar menos, salíamos al parque a comprar pipas de girasol o un chicle y jugar a policías y ladrones. Allí estaba el guarda del paseo, regando con su enorme manguera. Nuestro juego en ese momento, consistía en pasar por debajo de dicha manguera y jugar con el guarda o enfadarlo, según el día se había presentado. Mas de un día volvimos a casa con el vestido empapado, y lleno de arena salpicada al caer el agua. Las trenzas hechas una tomiza, con el consiguiente disgusto materno. Una vez más y la determinada tarde mandaba, nos habían duchado en pleno parque, algo que los días de calor abrasador, se agradecía y se disfrutaba.
Todos decían que el jardinero tenía mal carácter, pero cuando llegábamos disfrutaba como el chiquillo que no tuvo oportunidad de ser, aunque vociferara para mantener su fama de huraño y se supiera con ello, que defendía su puesto de trabajo con afán y responsabilidad.
Nani. Octubre 2022
Un juego entre críos.
ResponderEliminarAbrazos.
Oh, Nani, me he retrotraído a la infancia leyéndote... Es una escena maravillosa por su sencillez y esencia. Todo un acierto que emociona.
ResponderEliminarAbrazo, grande.
Como entendido esta entrada , porque cada una de tus palabras me ha hecho regresar al pasado de mi niñez y a las travesuras que haciamos cuando veníamos al jardinero regar con esa larga manguera. Una mirada a la nostalgia. Besos.
ResponderEliminarAre children always naughty? :)
ResponderEliminarLos niños tienen el don de arrancarnos una sonrisa por muy huraños que queramos aparentar, yo creo que en el fondo de todo ser humano todavía quedan reminiscencias de la edad infantil.
ResponderEliminarMe has recordado a mis nietos cuando eran más pequeños, antes de llenar la piscina se mojaban con la manguera jugando a salvar el chorro, luego había que meterlos en la ducha pues estaban rebozados en tierra.
Cariños y mi agradecimiento por tus letras.
Kasioles
Pipas de girasol y juegos de todo tipo.
ResponderEliminarLos días de la infancia no los olvidaré jamás.
Besos.
Qué tiempos aquellos que le arrabatas al olvido, Nani...
ResponderEliminarAbrazo más que agradecido.
Ah Nani...! Maravilhosos tempos, que se recordam com um brilho nos olhos... Todos temos no imaginário a criança que fomos e que às vezes volta!
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Besicos muchos
Un juego que termina con mucha ternura.
ResponderEliminarPrecioso. 👏👏
Me has llevado a la infancia, Nani.
ResponderEliminarTambién en la mía se compraba un chicle, la bolsita de pipas o de kikos, y había un guarda regando a manguera. También nos metíamos a empaparnos. Todo un clásico de aquellos veranos.
Cómo ha cambiado todo.
Besos.