Crecieron
en casas contiguas en una aldea de la montaña. Asistían a la escuela rural
todos los días de la semana. Los sábados y domingos, se agarraban de la mano y
después del desayuno, salían a descubrir tesoros de los que esconden las
riberas de los arroyos, los troncos de los viejos robles o las cuevas en los
riscos de las montañas cercanas. Sus padres confiaban y siempre les dejaron ir
a correr sus aventuras. Hoy ya con 80 primaveras él y 78 veranos ella, siguen los
mismos paseos cogidos de la mano, siendo el uno el apoyo del otro.
Nani.
Octubre 2022
No hay mejor muleta para toda la vida que una buena compañía.
ResponderEliminarBesos.
Esas muletas se llaman amor y compañía .Tierno muy tierno , Un besazo.
ResponderEliminarQué gran honor y alegría poder ser muleta...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Las muletas se necesitan mutuamente.
ResponderEliminarBesos.
Puro amor y ternura.
ResponderEliminarNo hay mejor ni más valioso apoyo.
Besos, Nani.
Qué hermoso apoyo ❤❤
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