De
pequeña quería ser sirena. Quizá influenciada por los comics que compraba en el
puesto de aquel señor que no podía hablar, a causa de una traqueotomía y se ganaba
la vida con los sobres sorpresa que comprábamos los críos, las pipas y caramelos,
chicles y todo tipo de chucherías, canicas, cromos y hasta cigarrillos a
granel.
Después
descubrí que los cantos de sirena, los usaban para atrapar a los pescadores y
que eran posesivas y en cierto modo, una especie de brujas marinas. Entonces
decidí que ya no quería ser sirena.
Más tarde, comencé a verme reflejada en los escaparates y en la sombra que
hacían mis coletas, cuando volvía saltando del colegio y deseé dejar de tener
coletas y parecerme a las actrices de moda, pero no lo conseguía, aunque me
dejara el pelo sobre los hombros, sin elásticos que sujetaran mi pelo y me pintara
sombras con las ceras de colores. A veces, me parecía más a un payaso que a la
diva que conquistaba al galán bien peinado y que rompía el corazón a las
chicas.
Cuando
me di cuenta que tampoco quería parecerme a las chicas protagonistas, porque o
eran un poco ingenuas o se lo hacían y al final eran engañadas, decidí que
quería ser persona, solo eso.
Y
me costó ser lo que hoy soy, que no sé si se llama persona o animal. Pero lo
que estoy segura es que no soy ni diva, ni protagonista y menos que nada,
sirena.
Nani.
Diciembre 2022
Bonita tu entrada con magia de cuentos de un pasado que se fue acumulando hasta que dejó ver lo que eres hoy
ResponderEliminarLinda
buena
dulce
sin ser sirena
Lo mejor del mundo para vos
Y
ResponderEliminarmuy
pronto,
abrumado
por el triste día
que había pasado y
por la perspectiva de otro
tan melancólico por venir, me
llevé a los labios unas cucharadas
de té en el que había echado un trozo de
magdalena. En el mismo instante en que
aquel trago, con las miga del bollo, tocó mi paladar,
me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que
ocurría en mi interior. Un placer delicioso me invadió, me aisló,
sin noción de lo que lo causaba. Dejé de sentirme mediocre, contingente
y mortal. ¿ De dónde podría venirme aquella alegría tan fuerte ? Me daba
cuenta de que iba
unida al sabor
del té y la magdalena ..."
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"En busca del tiempo perdido" Marcel Proust
Brindo por una persona auténtica.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo!!!
Eres un cielo.
ResponderEliminarFeliz 2023.
Paz y Salud.
Hola, Nani, nos dejas el año con un hermoso relato.
ResponderEliminarHay noches especiales que siempre quedará su aroma en todo nuestro ser.
Pasa una feliz salida y entrada de año nuevo.
Que el 2023 traiga luz a tu vida con todo aquello que más anheles.
Gracias, por compartir tu hermosa arte durante este año, un placer leerte. Que sigamos compartindo con mucha amistad e emocion...
Besicos muchos!
Feliz Año y que en este 2023 consigamos hacer realidad cada una de nuestras utopías.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Otro microrrelato sacado de la chistera, Nani.
ResponderEliminarUn lujo leerte y haberte conatctado. Feliz Año Nuevo.
Abrazo hasta 2023.
Me ha encantado el relato, Nani
ResponderEliminarFeliz año, besicos mil
Precioso relato.
ResponderEliminarTe deseo un feliz año nuevo lleno de luz y alegria. Beso
Qué bonito... cómo vamos cambiando y aprendiendo a conocernos y a saber lo que queremos.
ResponderEliminarMuy bueno!
Mira que cuesta, pero al final nos aceptamos.
ResponderEliminarEres una estrella, Nani. Yo disfruto leyéndote.
Besos.