viernes, 30 de diciembre de 2022

SIRENA

 


Imágenes subidas de la red

De pequeña quería ser sirena. Quizá influenciada por los comics que compraba en el puesto de aquel señor que no podía hablar, a causa de una traqueotomía y se ganaba la vida con los sobres sorpresa que comprábamos los críos, las pipas y caramelos, chicles y todo tipo de chucherías, canicas, cromos y hasta cigarrillos a granel.

Después descubrí que los cantos de sirena, los usaban para atrapar a los pescadores y que eran posesivas y en cierto modo, una especie de brujas marinas. Entonces decidí que ya no quería ser sirena.

Más tarde, comencé a verme reflejada en los escaparates y en la sombra que hacían mis coletas, cuando volvía saltando del colegio y deseé dejar de tener coletas y parecerme a las actrices de moda, pero no lo conseguía, aunque me dejara el pelo sobre los hombros, sin elásticos que sujetaran mi pelo y me pintara sombras con las ceras de colores. A veces, me parecía más a un payaso que a la diva que conquistaba al galán bien peinado y que rompía el corazón a las chicas.

Cuando me di cuenta que tampoco quería parecerme a las chicas protagonistas, porque o eran un poco ingenuas o se lo hacían y al final eran engañadas, decidí que quería ser persona, solo eso.

Y me costó ser lo que hoy soy, que no sé si se llama persona o animal. Pero lo que estoy segura es que no soy ni diva, ni protagonista y menos que nada, sirena.

 


Os deseo una Feliz Nochevieja y que 2023 os otorgue todo eso que en 2022 no llegó. ¡Va mi brindis por todos ustedes!


Nani.  Diciembre 2022