Mujer,
maestro, voz, jilguero y presencia.
Aquella
mujer siempre le llamó la atención, pareciera una musa de la mitología
griega. El maestro que la dejó inmortalizada en el lienzo lo hizo de
manera tan magistral, que tan solo le faltó ponerle voz. Era delicada
como un jilguero, a la vez que tenía una mirada agreste como la selva
amazónica. Me contó en una ocasión, que su presencia era tan cautivadora,
que no sabía si era un ser sutil o salvaje y arrolladora. Indudablemente, nunca
dejó indiferente a quién la conoció.
Nani.
Enero 2023
El alma de la musa :)
ResponderEliminarAhí quedó.
Besos, Nani.
Tampoco a quien sobre ella leyó...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Qué buen sentido le has dado a esas cinco palabras.
ResponderEliminarAbrazos, feliz noche.
Las musas, mejor salvajes....
ResponderEliminarPara lo bueno y para lo malo.
Besos.
Gostaria de conhecer uma musa...jajaja
ResponderEliminarOs teus relatos são sempre fantásticos Nani.
Sabes jogar muito bem com a regra das cinco palavras.
Besicos muchos.
Impresiona el relato, enlazas con maestría todas las palabras.
ResponderEliminarBesos.
Amapola Azzul
Muy bien encajadas las palabras. Te ha quedado muy bien, Nani.
ResponderEliminar👏👏👏👏