Foto cedida por Ele
Mi amiga Marta y yo, hemos estado buscando una mascota para nuestras respectivas hijas. Ha sido el regalo que una y otra, han pedido para sus próximos cumpleaños que están al caer.
No nos convencía que animalitos elegir, ya que una quiere un perrito para bañarlo y otra un conejito, repitiendo una y otra hasta la saciedad, que lo que más les apetecía, era el momento del baño.
Como las conocemos y sabemos que estar a remojo será rato sí, rato también; hemos pensado en una bañera con patitos. La hemos colocado en el jardín de casa puesto que compartimos vivienda y las dos niñas estarán encantadas con sus mascotas. No estará el baño todo el día ocupado y ellas como pollos remojados. La solería seguirá impecable y sobre todo, los animalitos no sufrirán con el Ph trastocado a causa de los champús y geles. En el jardín solo se permitirá que naden y tomen el sol, aparte de sus horarios de comidas. Permanecerán en su medio ambiente, por decir algo y “más o menos supervisados por nosotras”. Estarán o estaremos al aire libre, no nos molestaremos entre sí y aquí paz y después gloria, como decía la abuela Mercedes.
¡No hay nada como un acuerdo o un buen consenso! Algo que en estos días se necesita como el comer o el agua de mayo.
Nani.
Mayo 2023