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Tan
solo obtuvo silencio y malas caras. Desaprobaron
su actuación, pero había que tener muy mala sangre para no ofrecerle el resto
de la botella de agua. Era un niño con una brecha en la cabeza, un brazo roto y
la pérdida de toda su familia. Derribaron su casa y su escuela. Llevaba días
sin alimento ni agua y estaba lejos del hospital donde supuestamente le
curarían las heridas físicas, las otras serían llagas que, si sobrevivía, no
habría fármaco idóneo para tanto dolor.
─Me
importa una mierda que me amonesten. Soy soldado, pero no un criminal, ─dijo.
Tan
solo obtuvo silencio y malas caras
de sus compañeros, pero ya había pasado por ello en varias ocasiones. La
vanguardia no le interesaba, si para ello debía ofender o faltar al respeto
como hicieron con él. Nació como todos, pero no correspondía su anatomía con
sus sentimientos. Y no, no derramaba nada, en todo caso mucho amor y el deseo
de que entendieran que la naturaleza es así de caprichosa.
Nani,
diciembre 2023