OTOÑO REDONDO COMO YO

 

Foto Nani C.L.

Hoy está el cielo lleno de algodones de los que han quedado en la campiña sin recoger.

Han subido hasta alcanzar el firmamento, porque no quieren seguir olvidados entre los terruños y las arenas agrietadas, tras un verano duro y seco.

Quieren comunicarse con los que saben mirar y se muestran sonrientes y tibios entres los rayos de sol algo más tristes y distantes, porque ha llegado el momento de hacer su recorrido por el otro hemisferio.

Ha llegado el momento de la recolección del membrillo y la aceituna empieza a madurar.

Cambia de color el paisaje. Despoja de su melena a las plantas de hoja caduca y rellena los caminos de crujientes ocres que abonarán el terreno con las escarchas y las heladas.

La fotosíntesis se detiene para dejar reposar la estresante vida que ha tenido la vegetación y todo empieza a ralentizarse.

Las chimeneas se encienden. Las castañas y las batatas se hacen en los rescoldos y las toquillas de lana se dejan caer sobres los hombros, mientras un libro entre las manos nos hace viajar, volar e incluso mecernos en esos algodones esponjosos que nos muestra ese cielo menos abrasador y más lastimero.

 

Nani, octubre 2025