Por la rendija de la ventana se filtraba un pequeño rayo de sol, dando a sus pequeñas manitas distintas tonalidades. Ellos agarraban el colorido y les divertía cerrar sus puños, pero se desconcertaban al observar que no quedara dentro atrapado. Cerraban y abrían sus puñitos y se quedaban perplejos al verlos de nuevo vacíos. El juego duró toda la mañana y se retaban a adivinar los diferentes colores, que a pesar de ser muy pequeños ya conocían.
Cuando llegó la media mañana, la madre les escuchó llorar y al acercarse y preguntar que les pasaba, entre sollozos dijeron que lo cogían pero no se quería quedar con ellos.
La madre con una sonrisa les explicó que la luz que se filtraba por la ventana, no se podía atrapar. Que solo veían motitas de polvo tan pequeñas que era imposible retener en los puñitos.
Los llevó al lavabo y dejó correr el chorro de agua. Después les dijo que la atraparan. Cuando vieron que no quedaba entre sus deditos, de nuevo les explicó que a la luz le pasaba lo mismo. Siempre se va y vuelve cuando de nuevo sale el sol, igual que el agua sale cuando se abre el grifo pero si la querían retener en la mano, nunca será posible.
Nani. Octubre 2008.
¿Quién no ha jugaqdo a atrapar los rayos de sol?... Gracias por el recuerdo, amiga.
ResponderEliminarMi Nani!
ResponderEliminarEse fue uno de mis juegos preferidos en la niñez! Pero no vayas a creer que lo abandoné por completo. Aún ahora, cuando estoy distraída o pensando en algo, me descubro jugando con la luz del sol entre las manos!
Me ha encantado recordar esos momentos mientras te leía en ese tiernísimo Relato. Tenés tanto cariño dentro tuyo amiga mía, tanto, que se te escapa en las letras irremediablemente.
Muchas Gracias por la escapadita a la niñez!
Muchísimos Besicos para Vos!
A atrapar los rayos de sol, recoger el agua entre las manos y ver cómo te persigue la luna.
ResponderEliminarBesos, Nani.
Y sin embargo, Nani, la mayor parte de nosotros aprendemos a hacer cuenco con las manos para atrapara el agua entre ellas... Y los hay pocos, afortunados, que aprenden a hacer cuenco con sus ojos para atrapar la luz entre ellos...
ResponderEliminar¡Qué ilusión enseñarle a un nuevo ser humano todas estas cosas! Pronto jugaré a cojer la luz, otra vez.
ResponderEliminarTantas maravillas y tan efímeras: difícil acostumbrarse a eso, aun de adultos.
ResponderEliminarEsas motitas de polvo de multiples colores...,extasiada me quedaba mirandolas y pasando la mano.
ResponderEliminarEra un precioso arco iris, que se colaba por la ventana en los días de sol.
Esos rayos de sol y ese agua inatrapables, así pasa en la vida con algunas cosas y en muchos momentos.
Pero siempre existen personas que como tú, nos hace volver a creer en poder atrapar los sueños.
El rayo de luz por la ventana...:)
Gracias, amiga por recordarme todo esto.
Precioso todo lo que sale de tu mano.
Un beso grande + besicos.
...supongo que eso es lo que quiero hacer desde pequeña: atrapar las cosas, supongo también que por eso escribo y hago intentos de pintar, tal vez así pueda plasmar lo efímero... ¡qué será esta insensatez! no sé...jejeje
ResponderEliminarMe ha gustado muchito...pero eso no es nuevo.
Besines
Con el paso de los años, algunos (sólo algunos, lo más aforutnados), se dan cuenta de que la luz no se recoge con las manos, sino con el corazón. Y sólo ese puñado de gente con suerte, es capaz de recoger luz y albergarla en sus corazones! ;)
ResponderEliminarBesitos, guapa!
Vaya, ¿entonces no se pueden atrapar los rayos de sol? ¿Ni en las placas solares? Habrá que seguir intentándolo. Besos.
ResponderEliminarComo muchas cosas en la vida mi Nani querida! no se pueden agarrar pero se pueden disfrutar y hacer que sus sensaciones nos acompañen...
ResponderEliminarDulce y hermoso relato!
Besos
Cuando era niña jugaba en el desván, queria atrapar los rayos del sol con las manos. Un bonito recuerdo. Un beso
ResponderEliminarQue mágica experiencia , aunque la ciencia la justifique afortunadamente algunos seguimos jugando con los rayos de luz.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay cosas que no podemos coger pero que, afortunadamente, estan ahi... y son pura magia!!! :)
ResponderEliminarUn besoteee
De nuevo me has transportado en el tiempo. También yo jugaba, y a veces temía, a los rayos del sol que se filtraban por la rendija e intentaba atrapar las partículas doradas.
ResponderEliminarMuy bello relato y muy buena la explicación de tranquilidad a los niños.
Besos
Descubrir el mundo otra vez, a través de los ojos de los niños. ME encanta hacer eso...
ResponderEliminarUn besazo.
Una vez estaba cuando era pequeña viendo algo del cole, no recuerdo lo que era,pero vi como un rayo de sol entraba por la ventana, y su halo se esparcía por todo el cuarto...
ResponderEliminarQue descubrimiento!
No intenté tomarlo entre mis manos,siempre que he visto la belleza tan abrumadora he sido de las que se han sentado en una esquina y lo he visto pasar...
Besicos
Por eso será que en el momento en que nos damos cuenta de que no podemos intentar retener todo lo que nos parece maravilloso y que basta con haberlo disfrutado mientras pasó a nuestro lado nos hacemos mayores. Aunque hay quien se niega a aprender la lección y siempre anhela tener una bibilioteca con todos los libros que alguna vez le marcaron, o poseeer todas las canciones que le dejaron huella, o recopilar cada película que le emocionó, sin darse cuenta de que eso no le acerca más a aquella primera experiencia.
ResponderEliminarEstos relatos tienen un sabor especial,inocencia,ingenuidad,calidez,...Recuerdos de nosotros o nuestros seres queridos mas pequeños! Que de cosas pensamos y queremos hacer,y muchas veces relacionadas con las mas sencillas!
ResponderEliminarQue bonita etapa de aprendizaje, sin querer aprendemos tanto de niños...
ResponderEliminarBesos guapa!
Enigmática
Menos mal que había una madre para explicarles los misterios de la naturaleza y consolarles por no ser sus propietarios.
ResponderEliminarEs un pequeño cuento encantador... algo que casi seguro a todos se nosha ocurrido alguna vez pensar... ¿por qué no podemos atrapar la luz? ¿Por qué no podemos retener aquello que parece intangible? Yo creo que si pudieramos retener algo así se perdería la mágia del secreto, de ésa pequeña ignorancia que nos hace felices ¿no?
ResponderEliminarbesitos grandotes guapa!"!!!
Siempre escribes alguna palabra que me cautiva. Esta vez ha sido "puñito".
ResponderEliminarTambién lo he visto...
ResponderEliminarPero creo incluso que algunos de ellos son capaces de atrapar los rayos, las corrientes de agua... con su cabecita aún pueden.
Besos.
Lindísimo, lindísimo.
ResponderEliminarPoco más puedo añadir.
Me encantan todos tus post Nani, eres una artista. Besitos para tus amigos diminutos.
Saluditos.
Delicioso relato, con una mirada de niño q todos deberíamos ehar a veces.
ResponderEliminar¿ojala pudiéramos atrapar rayitos de sol con nuestra manos?
Ahí radica la alegría de la infancia.
ResponderEliminarY el recuerdo que de ella tenemos.
Un abrazo, querida.
Y con 15 años volvieron a llorar, y con 23, y con 45, y muchas veces más, por todas esas cosas que quisieron retener y se les escaparon de las manos…
ResponderEliminarMe ha encantado.
Kisses
Nani guapa, ¿te llego mi mail?? Ya tengo todoooo... muchisimas graciassss!!!
ResponderEliminarDe momento, solo he probado el pan de higo y, aunque el sabor es un poco raro (nunca he probado los higos!!) la mezcla con las almendras y el choco lo hace muy rico!!! :)
Mil gracias, eres un sol!!!
Besitosss
Hay tantas cosas que huyen de nuestras manos, que resbalan como los tejados... y sin embargo nos empeñamos a veces en lo imposible.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog.
Un abrazo desde mi balcó!
Hay cosas inseperablememte libre.
ResponderEliminarDe crío pensaba que cuando se bostezaba, eran intentos vanos e involuntarios de comerse el sueño.
ResponderEliminarEres absolutamente entrañable.
Gracias Nani.
Esa gitanilla saharaui se llama Gali y tiene un padre y una madre que no soy yo. Es la niña más lista del mundo. Ya sabes, la necesidad agudiza el ingenio.
ResponderEliminarSaludos Nany
A MI ME GUSTABA ABRIR LA BOCA Y NOTAR AQUEL CALORCITO EN LA LENGUA, LLEGUE INCLUSO A NOTAR SU SABOR (ERA MUY PEQUEÑO Y NI FUMABA NI BEBIA).
ResponderEliminarSALUDOS...
Me has hecho recordar cuando, de pequeña, unía los dedos y los ponía a contraluz viendo, fascinada, el tono rojizo que tomaba y pensando que lo que veía era, ni más ni menos, que la sangre circulando :D
ResponderEliminarBesos
Quiero seguir siendo niña!!! encanto cuando uno no deja la inocencia, la ingenuidad.
ResponderEliminarHoy me sentí chiquita en tu casa y me siento cómoda.
Besos.
Que lindo Nani!!...me recordaste mi niñez..
ResponderEliminar:)
¿Como agua que entre las manos no deja más que el deseo sin saciar?
ResponderEliminarQué ternura de cuento, es como si volviera a ser niña :)
ResponderEliminarun besazo!