LAS ACELGAS
Siempre
escuché a través de susurro tras susurro aquellas conversaciones que decían
eran de mayores, como por ejemplo la terrible caída por las escaleras, su
posterior ingreso en el hospital y las lágrimas de cocodrilo que su esposo
derramó al echar la tierra encima del féretro o aquella sonada desaparición y
la posterior siembra de acelgas tan repentina en la explanada del jardín de
atrás.
Éramos
pequeñas pero llegábamos a entender lo
que Marieta nos contaba en el recreo mientras repartíamos los cromos sentadas
en corro en el suelo. Recuerdo como se nos erizaba la piel al comprobar que
algunos padres no eran lo que parecían: "¡Palabrita del Niño Jesús!"
–decía, y terminaba haciéndonos jurar sobre los cromos de Santa Teresita, que
no diríamos nada de nada, porque de lo contrario el demonio nos arrastraría en
la noche de difuntos, abriendo un agujero rojo debajo de nuestras camas.
Nani. 15 de mayo 2014
Si no he entendido mal, la pequeña narra un asesinato, como si fuera un secreto, y lo que denuncias son los malos tratoso muertes que quedan impunes, ¿no? Un saludo y perdona si lo he entendido mal.
ResponderEliminarAsí es Lorenzo. Recuerdos de como de niña se difundían estos hechos. Noticias asumidas de de esta única manera.
EliminarBesicos muchos
Y después de enterrarla en su jardín, planta acelgas...
ResponderEliminarBuena denuncia de maltrato.
Un beso Nani.
Gracias Rosy
EliminarBesicos muchos.
Nani, entonces lo del féretro...
ResponderEliminarMe temo que me pierdo algo...
No te pierdas Rosy. Son dos ejemplos distintos. Igual no me he expresado demasiado bien.
EliminarBesicos muchos.
“Las Acelgas” es un estupendo microrrelato sobre los rumores en las comunidades, nunca confirmados del todo, pero tampoco desmentidos del todo.
ResponderEliminarEn voz baja, susurrados al oído, deliciosamente compartidos en alguna esquina o en el colegio, los rumores corren, se diversifican. En el caso de este viudo ¡por todos los dioses! Si hasta le deben haber crecido los cuernos del diablo al pobre hombre! Y las acelgas…
Me ha recordado la mirada siniestra de una amiga, ingeniera agrónoma, cuando habla del origen de algunos vegetales que comemos crudos y con entusiasmo. “Si supieras…” dice, y no dice más. Podemos imaginar, desde luego, las verdes hojas alimentadas por…Ahhhhhh, Nani, no seré nunca vegana o vegetariana, lo juro por todos los microrrelatos del mundo!
Besicos mi guapa, simpatiquísima e ingeniosa Amiga!!!
Agradecida Susana por tu comentario. Así son los rumores y eran hace algún tiempo. De todos sabido, pero cayado y admitido. Como se decía, "Así es la la vida". Aunque ya es hora de que estas cosas cambien, sobre todo e, algunos países.
EliminarBesicos muchos.
Sí, los susurros de todas las comunidades. Y las acelgas que crecen para tapar incluso el recuerdo. Buen relato de los malos tratos y los "accidentes" caseros
ResponderEliminarSí, porque la precariedad es hija de la marginación y el maltrato. Un abrazo, Nani.
ResponderEliminarDa escalofríos toda la historia y que todo el mundo lo sospeche y no haga nada
ResponderEliminarPuf, y encima acelgas
ResponderEliminarHola, Nani.
ResponderEliminarIndignadas estamos ya de estos tipos tan asquerosos que son escoria...
Buen intento y gran denuncia.
Un abrazo muy grande.
Esos secretos a voces,dudas,sospechas...aquello que se escucha a hurtadillas sin entender bien,la imaginación hace el resto,nadie pregunta,nadie aclara...Y mientras tanto hasta unas acelgas nos pueden dar escalofrío.Besicos perturbadores.
ResponderEliminarSin contar nada has recreado perfectamente la vida de antes, y quién sabe si la de ahora... esos secretos que aquí has guardado por si el demonio y el agujero.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Uy, Nani, justo hace una hora preparaba acelgas! Pues no sé ahora que hago...Lo cierto es que la impunidad existe desde siempre, sí, aunque ahora es descarada.
ResponderEliminarBesitos, linda.
¡Cuántas historias no quedarán enterradas por miedo! Atroz.
ResponderEliminarAbrazos desde la alambrada.
Episodios de la infancia de entoces-ahora tienen la tablet- que recordamos con verdadera nostalgía.
ResponderEliminarNo sé si es más rabia o más asco, más miedo o más impotencia, Nani. Sabes escribir, tú.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Por el tema y su desarrollo interpreto la inmoralidad y falta de ética de los que nos rodean, incluso de algunos padres que van exterminando y enterrando. Las sospechas que nacen al transcurrir los años. El aquí no pasa nada. En fin.
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