Volví a enfocar su figura uniformada en la mirilla del rifle y cuando la tuve a tiro disparé de manera que di en el clavo como hubiera dicho mi padre. Al instante una mancha roja y a la altura del corazón, empezó a empapar la tela blanca e impoluta que cubría el cuerpo. Obtuve la mejor nota en las pruebas, pasé el examen y di gracias a que la mancha era tinta y la diana, un polichinela militarizado.
PUNTERIA
Volví a enfocar su figura uniformada en la mirilla
del rifle y disparé infinidad de veces. A partir de aquí
todo estaba demasiado claro. Ni me enrolaría
en el ejército, ni sería cazador, ni daría más clases de tiro. Mejor
invertía mi tiempo y mi dinero en cosas de provecho. Los disparos me resultan
cosas de irresponsables, egocéntricos e inconscientes. La puntería la dejo para
intentar acertar en el amor.
Nani. Junio de 2015
Pues sí la puntería para Cupido y prou.
ResponderEliminarComo siempre, despiertas mi curiosidad y tengo que leerlo yá.
ResponderEliminarNani, creo que se nos dan mejor los juegos menos violentos, jajaja.Un beso y a por la última.
ResponderEliminarCoincidimos en el título de uno de los relatos, cierto. A ver si conseguimos hacer diana de verdad.
ResponderEliminarRecibe mis saludos.
Mira... hemos coincidido en el tema.
ResponderEliminarAunque de diferente manera.
Besos.
Mucho mejor acertar en el corazón sin balas.
ResponderEliminarBuenas propuestas, Nani.
Muchos besicos.
Hola. Soy presidente vitalicio de la Fundación Cultural Roberto Lago, A. C., con sede en Mérida Yucatán, México. Sólo para aclarar que el autor de la imagen de esta entrada es de Jorge Contreras y fue realizada para la portada del libro "Teatro Guiñol Mexicano", de Roberto Lago, publicado en 1955. Nosotros tenemos el original de este dibujo hecho a tinta y es parte del acervo de la Colección Tito y Tita.
ResponderEliminarNo tenemos inconveniente en que lo usen en su blog, pero sí nos gustaría y les agradeceríamos que hicieran la aclaración pertinente.
Saludos.
http://fundacionrobertolago.blogspot.mx/
La vida no es fácil, pero no hay dificultades que no tienen una salida. Centrémonos en la difícil, pero en el que tenemos que hacerlo mejor, y pronto.
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