¡El puñetero ojo de la
cerradura de nuevo
atascado! Tendré que espiar al abuelo que parece es el que le pone plastilina. El
pobre viejito es simpático y parece que no ha roto un plato, pero creo que no
perdona que lo lleve al centro de día. El director lo defiende a capa y espada
y lo cree incapaz, pero para mí tiene celos de los críos. ¿Tendré que poner una
denuncia o llamar a la concurrencia para iniciar una plataforma de “Afectados
por abuelos traviesos”, o quizá, querrá una piruleta de vez en cuando como sus
nietos?
DECLIVE
El puñetero ojo de la
cerradura chirría
como si estuviera resfriado. Protesta cada vez que meto la llave y no responde
a no ser que acompañe el giro con un chorrito de lubricante. Cualquier día con
un esfuerzo excesivo, se parte la diminuta llave y no sabría qué hacer, el
joyerito tiene varios siglos y mis dedos ya no son tan ágiles. Pero si dejo al
aire todos esos besos que guardó mi hija cuando era pequeña, se volatizarán y
presiento que soy demasiado mayor para quedarme huérfana.
Nani. Septiembre 2015
Hola Nani, me han gustado los dos. El primero muy divertido, pero el segundo es mi preferido.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Muchas gracias Rosy. A ver si ya me pongo las pilas. Ahora hay que criar a los mellizos y a veces hay que dedicarles tiempo. Así que las letras están los últimos meses en reposo.
EliminarBesicos muchos guapa.
Ufffffffff los dos me han dejado tocado.
ResponderEliminarBesos.
Muy tiernos los dos. Enhorabuena, Nani.
ResponderEliminarMuchos besicos.