Subir de nuevo a la habitación me cuesta tanto… Ahí fue donde
ocurrieron los hechos. Ahí fue donde él me tocó y quiso ir más lejos. Más tarde
se lo dije a mamá y no lo podía creer. Me llevó con los abuelos y me abrazaron con
tanta fuerza y tanto amor que casi me olvidé, aunque no quise volver a esta
casa. Nos fuimos a vivir a otra ciudad y ahora tengo sin más remedio que
desalojar la vivienda. Quizá pueda cerrar eso que llaman “ciclo”, pero sé que
hoy no va a ser uno de mis mejores días.
NADA NORMAL
Subir de nuevo a la habitación me erizaba el vello. Empujar la
puerta y escuchar aquellos sonidos era una misma cosa. A veces parecían
lamentos, otras risas y las más, una especie de susurro que no lograba
descifrar o identificar. Prometí no volver a atravesar aquel dintel pero una
fuerza superior me incitó y volví a entrar. Desde entonces sé que ya no volveré
a ser el mismo, lo que allí ocurrió no lo voy a rememorar ni a contar una sola
vez. Lo satisfactorio por llamarlo de alguna manera de esta experiencia, es
haber descubierto que es lo que no quiero para mí vida.
Nani. Enero 2016
¡¡Frasecita dificil con ese infinitivo de inicio!! A mí me gusta el tuyo porque creas expectación y algo horrible ha de haber tras esa puerta para que el protagonista no lo quiera para su vida.
ResponderEliminarUn beso amiga, soy consciente de que hace un millón de años que no vengo, pero espero que no te hayas olvidado de mí.
Me gusta mucho el segundo relato Nani. La atmósfera que creas con la descripción abierta de lo que pudo suceder deja con buen sabor de boca al lector.
ResponderEliminarEl primero, aun siendo un buen texto, tiene alguna frase inconexa que me dejó un poco descolocado, la verdad. Igual son las horas, que para ser un lunes...
Un abrazo.
Nani, la verdad es que con esa frase era difícil hilar una buena historia. Me gustan tus inquietantes micros. Un beso de Gloria
ResponderEliminarOh! Me encantaron esos abrazos de abuelos (se te nota la práctica, je je).
ResponderEliminarGracias Nani.
Besotes.
Me han gustado ambos muchos, buena entrada, me quedo siguiendote y te invito a mi blog, besitos y nos leemos;)
ResponderEliminarhttp://estoyentrepaginas.blogspot.com.es/
El primero es muy duro.
ResponderEliminarMe ha recordado cuando trabajaba en protección de menores.
La gente no sabe que el principal peligro para los menores está en su propia familia.
Besos.
Dos casos distintos, pero tristes. Bueno, el primero, más que triste, me suena horriblemente penoso.
ResponderEliminarBesos besos